La crisis económica que atraviesa a la Argentina afecta también al sector del libro. Poca plata en el bolsillo significa pocos libros nuevos en bolsas, pero las librerías independientes sufrieron además los embistes de la derogación de la Ley de Precio Único de los libros, una normativa que protegía a pequeñas y medianas librerías frente a la lógica comercial de las grandes cadenas. La ley se mantuvo, pero la crisis continúa. Sin embargo, los libreros aseguran que el verano donde se reactivan las lecturas. Muchos bonaerenses eligen novelas, recopilaciones de poesías o ensayos para llevarse a la playa, a sus vacaciones, o simplemente para afrontar el calor. 

La Plata

Desde City Bell, la libería independiente Patio Interno asegura que un 30 por ciento de sus lectoras y lectores ya no pasan por la librería, o han bajado su frecuencia por cuestiones económicas. 

"Hubo un reflote de varias obras vinculadas a polémicas con el gobierno de los últimos meses. Tanto Cometierra de Dolores Reyes como Las Primas de Aurora Venturini, una autora platense, se buscaron mucho en el último mes. Ambas fueron señaladas como libros que no correspondían a lecturas de chicos de quinto año, sexto, del secundario, cosa que por supuesto desde la librería no estamos de acuerdo. La gente los viene a buscar por curiosidad, gente que las escuchaba pero no las había leído, gente que quería leerlas para entender un poco de qué se estaba hablando", afirma Federico Namavuel, librero de Patio Interno. 

Otro muy taquillero de la librería platense es la recientemente ganadora del Premio Nobel de Literatura, Han Kang, una escritora no muy conocida en la Argentina. "Es una lectura que se ha elegido mucho para aprovechar el verano y ponerse al día con lo nuevo, para hacer esa exploración de lectura", sostiene Federico. 

"Nosotros, como librería independiente y familiar, siempre intentamos visibilizar libros que son de editoriales independientes. Hay una batería de libros que tiene que ver con los grandes grupos editoriales, sobre todo Planeta, Penguin Random, que no precisan más que nada que tenerse, es decir, ellos se encargan de instalarlos en la sociedad. Nosotros, a contrapelo de esto, siempre intentamos poner en valor otro tipo de obras de otras editoriales", dice. 

Sin embargo, libros pequeños no significan autores pequeños. Patio Interno elige recomendar dos libros de César Aira, prolífico novelista y eterno candidato argentino al Premio Nobel. Uno muy reciente, Los hombrecitos con sobretodo, editado por la editorial Mansalva, y Los últimos días de Nostradamus, un ensayo novela publicado por Neutrinos

Mar del Plata

Año a año, Mar del Plata recibe turistas deseosos de descansar en la arena. La librería El gran pez se asegura de que los acompañe un buen libro. Esteban Prado, editor, librero y fundador de la librería, afirma que se está vendiendo bastante. Uno de sus más vendidos es El diario de los chapuzones, de Carlos Ríos, un diario de metidas al mar en distintos momentos, en distintas ciudades. Está incluído dentro de la colección de diarios de la editorial Bosque Energético. "Es una editorial que saca solo diarios y que es una de las revelaciones de los últimos dos años. Ha conformado una colección buenísima con títulos de nombres conocidos y no conocidos", afirma. 

Algunos clásicos de la librería se van mucho como Rosario Bléfari, Sara Gallardo, Diario de una mudanza de Inés Garland, y Elogio del riesgo, de Anne Dufourmantelle; mujeres que ya son habitués para los lectores de la librería.

Reconocida por su labor librera, El gran pez tiene varias recomendaciones. "Tenemos un libro que no es novedad y que pareciera que dialoga muy bien con otro muy solicitado, Las niñas del naranjel de Gabriela Cabezón Cámara, que es La despoblación de Marina Closs. Es un libro que tiene el aroma del calor en Misiones durante el Virreinato del Río de La Plata, de las ruinas de los jesuitas y sus vínculos con los guaraníes", dice. 

Uno de sus libreros, Lucio, recomienda Inframundo, de Xina Ocho, una novela gráfica. "Muy potente para leer en verano para el público juvenil. También Los invisibles, de Márgara Averbach, que salió por La Flor Azul, una editorial costera radicada en el sur bonaerense. Es el inicio de una saga, la magia en una ciudad un poco totalitaria, donde el libro plantea el inicio de una resistencia", concluyen. 

Natalia Leiderman, César Aira y Han Kang. 
 

San Martín 

La primera lectura que recomienda Sebastián, librero de la librería Los Confines, ubicada en San Martín, es Azara, de Ana Iriarte, editado por El Gran Pez. Fue la ganadora de la convocatoria El Libro del Verano, el concurso que realiza la librería y editorial para nuevas lecturas. Pero además, es el primer libro del Club de Lectura de este año de Los confines, que arranca en marzo y ya están preparando. "Es un libro de capítulos breves, de lectura fluida, y que tiene temáticas como conflictos familiares, amistades, relaciones, etc que digamos que nos interpela a la mayoría. Pero sobre todo, el calor está presente en toda la novela", afirma. 

Según la pequeña librería de San Martín, los libros que más se llevan los bonaerenses para sobrellevar el verano son La vida por delante, de Magalí Etchebarne, editado por Páginas de Espuma, Las caras del monstruo, de Julia Mengolini, editado por Futurock, y Densa caótica plenitud, de Natalia Leiderman, editado por Santos Locos.

"El de Mengolini y el de Leiderman lo que tienen en común es que son novedades, y por eso también la gente los elige. El de Julia casi que se vende solo, y el de Natalia Leiderman, diría que porque Santos Locos es una editorial que recomendamos mucho en Los Confines. Aparte lo que tienen los libros de poesía es que no tienen una lectura muy lineal. Entonces podés estar leyendo una novela, un ensayo, o lo que fuera, e ir mechando algunos poemas y compartirlo con amigues", dice. 

En el caso del de Etchebarne, teoriza que pueda ser porque la presentaron en la feria del libro de San Martín, y eso generó que se venda más que otros libros. "Además, es una autora bastante leída por nuestro público. Es un libro de cuentos largos, sobre las relaciones sexoafectivas, (sobretodo cuando van llegando al final), la familia, las enfermedades, la muerte, pero sin golpes bajos, sin dramatizarlo", dice. 

Para los más chicos

Bernardo Beccar Varela asegura que en el sector infanto-juvenil del libro el verano no cambian demasiado las ventas, que es parejo todo el año. Es el creador de Dulcinea, la librería ubicada en San Isidro que se dedica únicamente a la literatura para niños y adolescentes. Verano o no verano, sí se aprovechan las vacaciones para cambiar el cliente: en vez de venir padres o abuelas a buscar libros para los chicos, vienen los mismos chicos a chusmear y elegir. 

"En general lo que más se vende es lo que nosotros recomendamos. Nuestra atención es muy personalizada, entonces no sale siempre lo mismo. Pero para primeras infancias, hay un libro que se llama ¡No!, de Calidoscopio, que se lo llevan bastante nuestros lectores. Es la historia de un perro al que le dicen no todo el tiempo para que no haga cosas y entonces cree que se llama no. Otro que suelen llevarse es Oliver Jeffers, de Fondo de Cultura. Es un clásico que sigue estando bastante de moda", afirma. 

Para los poquito más grandes pero no adolescentes, los libreros de Dulcinea suelen recomendar una saga que se llama Amuleto, de Editorial Común. "Es cómic, una saga de nueve ejemplares que está buenísima. Para chicos de nueve, diez, once, el cómic es ideal", afirma. 

Los adolescentes siguen tan fanáticos de las sagas como siempre y se siguen llevando, como hace veinte años, Harry Potter, Percy Jackson, y las nuevas propuestas del formato, como Tierra de la historias. Así como la atemporalidad del lector, que sin importar la edad o la plata que tenga, seguirá apostando que el tiempo del verano es uno para llenar del ocio de la lectura.