Un 19 de enero de 1954 nació en Villa Mercedes, Santiago del Estero, Mario Cecilio Arce. Apodado por su madre Doña Dominga Carabajal como Colita (porque seguía a todos), de más grande pasaría a ser Koli para que sean las mayorías quienes lo sigan a él. Su conexión con la música fue a temprana edad, entre las actividades y travesuras propias de los chicos del barrio, el artista recordó en más de una entrevista que juntar mandarinas, bañarse en la represa y cantar con sus amigos en las siestas estaban en la misma línea. Con el tiempo, la música tomaría cada vez más lugar en su vida. En palabras del propio Koli, en todas las fiestas escolares “era número puesto”, su pasión y carisma lo hacían dar sus primeros pasos frente al público de la Escuela 102 José Benjamin Gorostiaga.

Tan carismático como versátil, en el ADN musical de Koli conviven chacarera, cumbia y guaracha. Y fue esa síntesis la que lo llevó a trascender las generaciones de su público y las fronteras de su Santiago querido. En 1975, con su agrupación Los Pescadores de Colombia, llegaron a Buenos Aires luego de un largo viaje en tren para la grabación del primer disco. Antes de la grabación, el sello discográfico les informó que el nombre Los Pescadores de Colombia ya estaba registrado y no podrían usarlo. Nada de eso iba a detenerlos, Koli fue quien rápidamente resolvió: Quinteto Imperial sería el nombre para una historia que recién comenzaba. En un país donde “Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires”, Koli fue quien llegó para conquistar con su música a las mayorías. En 1983 con su Quinteto Imperial tocaron en el Luna Park y desde ese entonces las páginas de la historia se llenarían de éxitos y proezas dentro de la música.

En 1988 inauguraron el histórico Fantástico de Once junto a Los Alfiles y Los Caimanes Santiagueños, bandas hermanas de la "Madre de Ciudades". Con 25 discos de Oro y 14 de Platino, más de 12 millones de discos vendidos y alrededor de 20 mil actuaciones, los números son apenas una muestra del trabajo incansable y la disciplina del artista. Fue solo la partida física de Koli en 2005 la que frenó una producción ininterrumpida de 30 años de carrera pero no así la reproducción de su música y su memoria. Desde homenajes por otras bandas reversionando sus canciones, pasando por murales en distintas ciudades y hasta banderas en estadios de fútbol. Incluso “la catedral de la cumbia”, como se conoce al mítico Tropitango, bautizó como Koli Arce a su emblemático escenario en homenaje al artista.

Homenaje de Central Córdoba., bandera estrenada durante el clásico contra Mitre, 2019. Imagen: Nicolás Nuñez.

La música negra históricamente tuvo un rol fundamental para nuestras comunidades siendo un canal de comunicación para transmitir ideas como el orgullo negro, que muchas veces toman dimensión y se vuelven tangibles con el arte. Ese orgullo negro en el caso particular de Santiago del Estero, es producto de una larga tradición de resistencia y reproducción de Cultura Negra, donde esas mayorías son descendientes de afrodescendientes ó Pueblos Originarios o ambas identidades. Basta con ver la región y encontrar enclaves territoriales que llevan nombres como Negra Muerta, Palmares, Angola, por citar algunos que al día de hoy evidencian esa identidad de origen africano producto de la trata esclavista en nuestro país. Desde ese entonces al día de hoy, la resistencia negra es tradición, es la lucha por una libertad completa, que no excluye a nadie. En clave de folklore, cumbia o guaracha, Koli le cantaba a esas mayorías que son perseguidas políticamente, marginadas socialmente y explotadas económicamente, esas mayorías que son negras, tal como explicaba el activista sudafricano Steve Biko.

A la memoria de Koli Arce, a su familia y a todo Santiago del Estero.

Una playlist para compartir parte de su obra.

*Artista y activista antirracista afroargentino de DIAFAR.