A mediados de enero, una nena de 13 años llegó a la guardia del Hospital Posadas de Saladillo con un cuadro de dolor abdominal, pero cuando fue revisada por los médicos advirtieron que estaba embarazada y en trabajo de parto, producto de un abuso sexual. Este domingo, vecinos de la adolescente llevaron su furia al punto más alto: protagonizaron una pueblada y prendieron fuego la casa de la fiscal de turno, Patricia Hortel. La Municipalidad emitió un comunicado en el que rechazó la violencia y ofreció contención para la joven.
La madre y el padrastro de la niña, ambos de 30 años, fueron detenidos este lunes por efectivos de la Policía Bonaerense. El hombre está acusado del delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado" y la mujer de "falso testimonio agravado y ecubrimiento", según precisaron fuentes policiales. En el caso interviene la UFI N°2 de Saladillo, a cargo del fiscal Roberto Javier Berlingieri.
En un primer momento, había trascendido que la madre de la chica era trabajadora municipal, pero este lunes el intendente local José Luis Salomón desmintió esa información en conferencia de prensa, aunque admitió que la mujer sí asistía a los talleres de oficios que ofrece el municipio.
Además, desde el municipio precisaron que "no se habían registrado denuncias formales, de vecinos, ni del sistema educativo, ni del sistema de salud que hubieran alertado sobre esta situación, lo cual impidió la intervención previa de los organismos correspondientes".
De todas maneras, las autoridades aseguraron que "desde el momento en que se presentó la denuncia formal, la joven se encuentra bajo el resguardo y la protección integral de los organismos de Niñez del Estado Municipal". De esta manera, se va a garantizar su seguridad, "brindándole un acompañamiento profesional y humano en esta compleja situación".
Cómo fueron los hechos
La niña de 13 años, de quien no se conoce su nombre para proteger su identidad, llegó al Hospital Posadas de Saladillo el pasado miércoles 15 de enero con un embarazo de ocho meses de gestación. La joven estaba acompañada de una mujer identificada por los médicos como su progenitora. Desde el primer momento, la nena le habría manifestado a los profesionales de la salud haber sido víctima de un abuso.
"La traía como que a la nena le dolía la panza, un dolor abdominal, y no sabía qué le estaba pasando", aseguró Pablo Moscatello, director del hospital, en declaraciones televisivas. Además, precisó que esa visita al centro de salud fue la única que la niña tuvo en el último año. Por ese motivo, dedujo que "nunca se le hizo un seguimiento ni tuvo un control".
En la misma línea, Moscatello recordó: "Se le hacen todos los estudios correspondientes y ahí se ve que está el bebé en gestación. Ella ingresa en trabajo de parto, se sigue adelante y, una vez terminada la atención, se hacen las denuncias y actuaciones correspondientes", detalló.
Para el viernes 17 de enero el caso ya había causado revuelo en la ciudad bonaerense y los vecinos del lugar organizaron las primeras protestas frente a la casa de la madre de la niña, con algunos incidentes menores. En tanto, la adolescente continuaba al cuidado del hospital.
Finalmente, este domingo, vecinos de la zona rural de Saladillo alertaron haber visto a los, por ese entonces, principales sospechosos del caso "haciendo dedo" a la vera de la ruta. Inmediatamente, dieron aviso a las autoridades policiales, las cuales llegaron al lugar y notificaron a los sospechosos de las medidas cautelares de acercamiento dictados por la Justicia y los intimaron a fijar un domicilio dentro de la provincia de Buenos Aires. Algunas horas más tarde, ambos fueron detenidos.