En medio de los reclamos de las organizaciones agropecuarias a Javier Milei, Axel Kicillof se reunió con pymes y productores para analizar las demandas las demandas del sector. El gobernador entiende que la crisis es fruto de una política económica nacional que atenta contra la rentabilidad del sector productivo que incluye al rural.
Mientras sus pares de la Región Centro insisten con la necesidad de implementar una política de retenciones cero, Kicillof explica que el problema más grave es la pérdida de la rentabilidad del sector productivo. En paralelo, pone el ojo en el recorte de recursos de parte de la Casa Rosada que, entre otras cuestiones, implicó la paralización de la obra pública que el propio sector agropecuario reclama.
“Un productor agropecuario, con durante la gestión de Sergio Massa, con la venta de una tonelada de maíz compraba 350 litros gasoil, mientras que hoy sólo puede comprar 160 litros”, señala Ariel Sucurro. El intendente de Salliqueló fue uno de los jefes comunales que la semana pasada participó del encuentro que el gobernador encabezó en Guaminí, la localidad ubicada en la Sexta sección. “Había dirigentes de Carbap que pedían por la baja de tasas, pero también por rutas y obras, y eso es Estado”, apunta.
También hubo algunos otros reclamos, otros pedidos y explicaciones de cómo el Gobierno nacional atenta contra la rentabilidad de la producción argentina y, por ende, la bonaerense. Más allá del ida y vuelta, el mensaje que repitió el gobernador en varios momentos de la charla fue el mismo: “Vamos a defender a los que producen y a los que trabajan”.
Desde Pigüe, en el municipio de Saavedra, el empresario apícola Raúl Zaffora viajó invitado por Marisol Merquel. La exdiputada provincial conoció el taller de Cittadini Indumentaria Apícola, donde se fabrican trajes utilizados en la producción de miel hace casi 40 años y le propuso contarle su experiencia a Kicillof y entablar relaciones en búsqueda de ampliar su negocio.
“El gobernador estuvo muy claro al explicar la situación de la Provincia y la del Gobierno nacional y, si bien no nos pudo prometer soluciones a todos, sí se comprometió en ver qué puede hacer porque está difícil la cosa”, señala a Buenos Aires/12.
La asfixia y la caída del consumo
Sobre el punto referido a la asfixia financiera que Kicillof viene denunciando por parte de Milei, Pablo López, ministro de Economía provincial, detalló en sus redes sociales que la provincia de Buenos Aires, tras un 2024 con casi 120 por ciento de inflación, recibió alrededor de 3,5 billones de pesos menos que en 2023 por parte del Gobierno nacional.
¿La frutilla que corona este combo? La caída en el consumo. Eso, asegura Zaffora, es parte el paisaje en Pigüe. Y fue, también, parte del conjunto de voces que se escucharon durante la reunión en Guaminí. Muchos de los presentes remarcaron que hubo una estabilidad en los precios, pero que se vende mucho menos.
Es más. Para fábricas como la de Zaffora que exporta, la condición del dólar le resulta un problema por el incremento que hubo en esa moneda de los insumos locales luego de la feroz devaluación de diciembre de 2023. “Para el mundo estamos caros”, asegura el empresario textil.
A contramano de esta demanda, este lunes Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, celebró la firma del decreto N° 35/25 que, si bien buscar abrir puertas a las exportaciones de alimentos, favorece la importación de productos alimenticios con ínfimos controles de parte del Estado nacional.
El camino y el contacto directo
“Para mí, este es el camino de lo que tiene que hacer el gobierno de la provincia de Buenos Aires: reuniones con actores del sector productivo de la economía real, que no son ni especuladores y ni de las finanzas, son actores del sistema productivo, es decir, los que invierten, los que trabajan, los que toman riesgos, los que toman empleados y toman créditos”, remarca Sucurro.
Ese camino, para el intendente de Salliqueló, se nutre de la cercanía y el contacto directo. “Tenemos un gobernador que se sienta en el interior profundo de la provincia de Buenos Aires con medio gabinete y que se pone a escuchar”, subraya.
Efectivamente, y ante un público empresarial variopinto que incluyó al campo, el software, la cultura y la gastronomía, Kicillof llevó al ministro de Producción, Augusto Costa, a Carlos Bianco (Gobierno), Gabriel Katopodis (Infraestructura), Javier Rodríguez (Desarrollo Agrario), Estela Díaz (Mujeres), Cristina Álvarez Rodríguez (Asesores), Florencia Saintout (Cultura) y Juan Cuattromo (Banco Provincia).
Además, tal como indica Sucurro, no fue un ámbito de encuentro partidario. A los intendentes peronistas como él, José Nobre Ferreira (Guaminí), Alejandro Acerbo (Daireaux), Gustavo Barrera (Villa Gesell), Ricardo Moccero (Coronel Suárez), Federico Susbielles (Bahía Blanca) y Sergio Bordoni (Tornquist), se sumaron un par de radicales y un vecinalista. Son los casos de Javier Andrés (Adolfo Alsina) y Luciano Spinolo (Tres Lomas), y de Matías Nebot (Saavedra).
“En líneas generales, la mayoría de los empresarios habló de problemas económicos, pérdida de rentabilidad, y de, incluso, una distribuidora de Adolfo Alsina que están por cerrar”, cuenta Sucurro. “Están más tranquilos, pero vendiendo menos”, dice.
La estrategia en un territorio complicado para el peronismo
Según pudo reconstruir este medio, muchos de los presentes le reconocieron a Kicillof la gestión en el interior y la predisposición de los ministerios, pero pidieron que sigan acompañando a los sectores con créditos y programas.
La modalidad no es nueva y, a la luz de los últimos resultados electorales, está dando resultado. Principalmente, en lo que respecta al sector rural que, luego del recordado conflicto por la Resolución 125 en 2008, plantó bandera a años luz del peronismo. De todas maneras, en las elecciones generales de 2023, y tras una década, Kicillof logró que el peronismo triunfe en todas las secciones electorales del interior, menos en la Sexta, en la que el ganador fue Néstor Grindetti por cerca de tres mil votos de diferencia.
Más allá de la victoria de Milei en el balotaje, Unión por la Patria logró arrebatarle catorce municipios del interior a la oposición, entre los que se destacan Olavarría y Azul, la cuna ganadera provincial, otros tres municipios en la cuarta que ostenta ser el principal bastión de la soja, y cinco distritos de la sexta, principalmente triguera, pero entre los cuales está Tres Arroyos con la mayor cantidad de hectáreas sembradas de girasol en la provincia.
La Libertad Avanza, tal como contó este medio días atrás, pudo hacerse de sus primeros dos intendentes gracias a la típica rosca seductora de un año electoral como lo es 2025. Diego Valenzuela de Tres de Febrero desde el PRO y Ramiro Egüen de 25 de Mayo y desde el GEN pegaron el garrochazo al team libertario.
En Guaminí, Kicillof dio detalles de que cómo el empresariado pide obra pública al Estado. “Pide Estado, pide rutas, seguridad, créditos”, enumera el intendente que asumió en diciembre de 2023, que destacó que mientras la Provincia está ejecutando la obra pública en la región, “el Gobierno nacional es el gran recaudador que se está lavando las manos”.
“¿Cuánto pagan los grandes grupos económico financieros y cuánto pagan de impuestos y tasas acores como los pequeños y medianos productores?”, se pregunta Sucurro, que agrega: “Hay que discutir que nuestros productores agropecuarios son las que más mano de obra toman y más pagan, y hay que controlar a los fondos y grandes empresas que se llevan recursos naturales y tienen estructuras preparadas para la evasión.
Una historia entre abejas
Zaffora cuenta que, con la gestión de Javier Rodríguez al frente del Ministerio de Desarrollo Agrario se profundizaron las políticas con la industria apícola. Cuenta que, en 2023, la Provincia lo invitó y participó del stand nacional que se montó con el Consejo Federal de Inversiones en Chile. Allí conocieron a un empresario español que, gustoso con el producto de Cittadini y les pidió un contenedor por año, lo que equivale a la actual producción anual de toda la fábrica.
“Fuimos a hablar a Guaminí para ver si nos pueden ayudar a tener capital de trabajo y continuar la obra que empezamos en 2022 para terminar un galpón nuevo que ya tenemos techado”, explica.
La posibilidad de llegar a esta instancia nació en 1989, a partir de la visión de Zaffora para que los apicultores contaran con trajes más cómodos y que su labor fuera “más fácil”. ¿Por qué? Porque es un trabajo duro, a pleno sol del verano, con altas temperaturas y “abejas que te quieren picar por todos lados”.
Su experiencia personal lo denota. Zaffora relata que comenzó un emprendimiento chico con colmenas antes de hacer los trajes acompañado por su esposa Mirta. Ella tuvo un accidente y resultó alérgica a las picaduras y su vida corrió riesgo. Desde ahí, se propuso investigar y trabajar en la indumentaria de los apicultores.
Con madre modista, fabricó prototipos. La cooperativa local empezó a usar sus modelos. Avanzaron, y el INTA los invitó a un tour apícola en 1997 en California. “Busqué hasta mi último ahorro para pagarme el pasaje”, recuerda. “Llevé dos bolsas, uno para mi ropa personal y otra para las muestras, pero cuando vi lo que usaban allá no saqué lo mío por vergüenza”, suelta entre risas mientras agrega que compró los trajes de allá para estudiarlos.
Pudo mejorar la tela pero le costó conseguir material similar para las caretas. De todas formas, se volvió una referencia en la región y, en varias oportunidades, recibió acompañamiento de la provincia de Buenos Aires para impulsar su negocio. Pudo empezar a exportar, lo que le permitió compensar la temporada invernal que es el momento donde la actividad apícola no fluye.