La dirigencia de Central se decidió por ajustar los números del presupuesto destinado para el fútbol profesional del primer equipo y quiere desprenderse de algunos jugadores. Los canayas pretenden negociar la rescisión de los contratos de Santiago Romero y Gustavo Colman, al tiempo que otros jugadores tienen su continuidad bajo análisis.

Central no jugará Copa Libertadores el año próximo y tampoco es uno de los animadores de la Superliga. Su bajo protagonismo deportivo lleva a los directivos a realizar un ajuste en el presupuesto del año que viene y quiere reducir su plantel superior. Los primeros apuntados son Romero y Colman. El uruguayo está a préstamo hasta junio y se intentará su vuelta a Nacional de Montevideo. Mientras que el diez tiene el pase en su poder y contrato por seis meses más. Hay otros futbolistas apuntados pero en estos casos cada situación se definirá una vez que la directiva confirme al técnico para el año que viene, con chances de ser ratificado Leo Fernández. Su futuro en el club está sujeto a un buen resultado en el clásico.