El director de la consultora Bienestar Digital, Facundo Bianco, analizó por la 750 el planteo que hizo días atrás el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien llamó a repensar el vínculo de la ciudadanía con la tecnología y afirmó que volverá a usar un celular minimalista, sin acceso a internet.

“Planteó su hastío por la hiperconexión, tanto la propia en labor de presidente, pero también en la de sus equipos de trabajo y jóvenes. Y planteó la necesidad de replantear nuestro vínculo con la tecnología”, describió Bianco.

Frente a esta idea, dijo que “es posible". "Hay un montón de casos que dan cuenta de eso. La vida de los niños pasa mucho por lo digital. Y muchos nuevos trabajos. Hay pequeños cambios que traen muchos beneficios”, señaló.

En este punto, el especialista llamó a pensar que “para las grandes corporaciones del mundo” lo más preciado, lo que buscan, es la “atención” de los ciudadanos. Y que no es casual que justamente allí “apunten todos los cañones”.

“El 2024 vimos que apareció una oportunidad de repensar el vínculo con el celular y las plataformas que operan bajo recomendación algorítmica, que son las que más adicción genera”, afirmó.

Esto se debe a que los algoritmos, en los últimos años potenciados con sistemas de inteligencia artificial, presentan para cada usuario contenido específico basado en sus intereses, algo que, sumado a otras estrategias opacadas de priorización de material, tiene un alto efecto adictivo.

Yo estoy a favor del planteo de Boric. Inicié un proceso parecido. Más allá de que los teléfonos minimalistas puedan ser una solución, está la posibilidad de repensar y sacarle provecho a la tecnología”, añadió a título personal.

Y dijo: “No se trata de tapar el sol con las manos. Se trata de sacarle el mayor beneficio sin que las tecnologías se aprovechen de nosotros. Las grandes corporaciones del mundo se hicieron cada vez más grandes a partir del uso de los dispositivos”.

Finalmente, en tono crítico, afirmó: “Una vez en un taller nos contó una chica de primaria que les decía a los padres que la ‘escuchen con los ojos’. Porque miraban el celular y no conectaban visualmente. Eso lo podemos trasladar a cualquier reunión social que uno tenga. Estamos cayendo en una enajenación que nos aleja de la otra persona, de lo colectivo”