El reciente anuncio público del pase de Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, del PRO a las filas de La Libertad Avanza abrió una serie de especulaciones respecto a quienes podría ir tras sus pasos. 

En San Nicolás los Passaglia aún discuten su marco de alianzas: mientras Ismael pretende un regreso al peronismo, sus hijos, el intendente Santiago y su antecesor Manuel, quieren pintar el distrito de violeta. La única opción descartada es seguir con Mauricio Macri.

La familia más poderosa de la Segunda sección electoral se encuentra dividida. Cómo en un drama shakespereano, padre e hijo tienen planes antagónicos para el futuro político del clan, de manera que la decisión implicará también la resolución de una disputa de poder interno, inimaginable hasta hace muy poco tiempo. 

Tras su descanso en en Punta del Este, Santiago habría tanteado los términos de su pase con el jefe de gabinete Guillermo Francos, pero este movimiento no cuenta con la aprobación de su padre. En la política nicoleña, varios se preguntan si finalmente se atreverá a romper con él.

Discordia

Ismael Passaglia y Patricia Bullrich mantienen un encono personal, desde que ella era ministra de Seguridad de Macri y él intendente. En 2017, cedió un terraplén en la zona de La Emilia, el agua subió y los vecinos perdieron todo en la inundación.  

Bullrich se dirigió allí en helicóptero, acompañada por las cámaras de los noticieros que por ese entonces eran afines a la gestión Cambiemos, pero como llegó en plena siesta, el intendente no la recibió sino hasta un par de horas más tarde. 

Ni Bullrich estaba acostumbrada a esa clase de desplantes ni Ismael , que ya había sido ministro de Salud de Felipe Solá y jefe de bloque de los diputados justicialistas, a planteos como los que recibió ese día. 

Los gestos y centros de Bullrich, primero a Manuel y luego a Santiago, que comenzaron en 2023, cuando ella felicitó al entonces intendente por romper con IOMA, tenían un doble objetivo. Primero, sumar un clan ganador, con manejo territorial, a su armado de campaña. Segundo, romper la armonía familiar de quien es, para ella, un enemigo declarado.   

Ese año, a pesar de que Ismael siempre estuvo más cerca del espacio que lideraba Horacio Rodríguez Larreta y una relación personal lo unía a su candidato, Diego Santilli, Manuel se cortó solo y jugó con Bullrich, sin el consentimiento de su padre. Esa primera desobediencia, siempre según fuentes locales, explica que el ex intendente no haya integrado ninguna lista, ni seccional ni local, a modo de castigo.

La jugada quedó trunca, porque aunque Bullrich se integró al Ejecutivo nacional, volviendo al mismo ministerio que había encabezado con Macri, a Manuel, que aspiraba a una relación de dependencia con la Casa Rosada, nunca le sonó el teléfono.

Conocedor del mapa político bonaerense, Ismael, analiza que un regreso a su antigüo partido podría generar mejores condiciones que comulgar con el experimento libertario. Por eso Santiago, un poco más cauto, viene manteniendo una postura que conserva los buenos tratos con la Nación y la Provincia. 

El último gesto que marcó ese cambio de actitud respecto a la gestión anterior, fue cuando el actual intendente concurrió para firmar el convenio que restablecía el servicio de IOMA a los trabajadores municipales, que su hermano había denunciado unilateralmente.  “Queda claro que lo nuestro no era una discusión ideológica ni política“, intentó bajar el tono en esa ocasión.

Historias marcadas por los saltos

Bullrich, Valenzuela y Ismael Passaglia, tienen en común un largo historial de pases y cambios de camiseta. En 2015 fue elegido intendente por el Frente para la Victoria, pero en 2017 selló su pase al PRO cuando aceptó dirigir el Instituto Provincial de la Vivienda, que le ofreció María Eugenia Vidal

Los votantes del Frente para la Victoria se quedaron entonces con la representación cambiada respecto de lo que habían votado.  Primero, por la defección de su intendente. Luego, porque quien lo sucedió interinamente, de acuerdo a la ley de municipios, fue el entonces presidente del Concejo Deliberante, su hijo Manuel Passaglia que también había saltado del peronismo al PRO.  

Valenzuela, saltó de la pantalla de TN a las filas del Frente Renovador de Sergio Massa. De allí pasó al macrismo, con el que en 2015 logró lo que parecía imposible: derrotar al histórico Hugo Curto y asumir como intendente de Tres de Febrero. Luego, logró las reelecciones de 2019 y 2023. 

Aunque Valenzuela y Milei se conocieron en la Universidad de Belgrano, fue Bullrich, cuyo historial excede el espacio de esta nota, le abrió las puertas del oficialismo nacional. Su salto parece ser el primero de una serie de pases que ya incluyen al intendente de 25 de Mayo, el exGen Ramiro Egüen