La ocupación hotelera cayó un 4,9 por ciento interanual en noviembre, con bajas en pernoctaciones de viajeros residentes y las de no residentes que se ubicaron en 4,3 y 6,6 por ciento, respectivamente, de acuerdo a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El desplome de la actividad anticipa los números negativos de la temporada de verano, empujados por el crecimiento del turismo emisivo al exterior y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
Las 3,8 millones pernoctaciones en establecimientos hoteleros y parahoteleros, que ocurrieron en el penúltimo mes del año pasado, indicaron una retracción interanual de 4,9 por ciento, con estadías promedio de 2,2 noches. En tanto, las pernoctaciones de viajeros residentes y las de no residentes registraron una baja de 4,3 y 6,6 por ciento, respectivamente, en el igual período analizado.
Los números anuncian lo que empezó a ocurrir en los destinos tradicionalmente más elegidos para vacacionar en Argentina durante el verano. Por ejemplo, según un informe del Ministerio Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires, la cantidad de turistas que arribaron a ese destino entre el 1º de diciembre y el 15 de enero fue de 4,1 millones, 9,2 por ciento abajo respecto al mismo periodo de la temporada anterior. En tanto, en la primera quincena de enero se registraron 1,7 millones de turistas; 7,7 por ciento menos en comparación con el año pasado.
En los que respecta a la ocupación hotelera bonaerense, durante el primer fin de semana de enero 2025 alcanzó el 69,3 por ciento, lo que marca un descenso del 1,2 por ciento respecto al año anterior. A estos datos preocupantes se les agrega la caída del consumo registrada por transacciones efectuadas con billeteras virtuales, que en las primeras dos semanas de enero se redujeron 17 por ciento frente a igual periodo del 2024.
Un trabajo de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) sobre la planificación de las vacaciones para 2025 había adelantado que cinco de cada diez encuestados no se irían de viaje a ningún lado.
"Es más o menos como habíamos previsto que iba a pasar. Imaginamos una temporada peor que la del año pasado. Hay influencias externas e internas para que eso ocurriese, como las devaluaciones de Brasil por un lado, la apreciación del peso por el otro y un escenario complejo en términos de reactivación después de la cantidad de cambios que han habido en el país en materia de política-económica”, afirmó el vicepresidente II de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías.
Los datos del Indec evidencian la crisis que atraviesa un sector clave de la actividad turística y anticipan números preocupantes para la temporada de verano vigente, mientras cada vez más argentinos eligen al país carioca como destino de vacaciones. “La crisis económica de Argentina impulsó un auge turístico el año pasado, a medida que los precios baratos de la carne, el vino y las compras atraían a los extranjeros, pero la rápida apreciación del peso bajo el gobierno del presidente libertario Javier Milei ahora está disuadiendo a algunos visitantes y enviando incluso a los locales a buscar ofertas en el exterior”, analizó en un artículo reciente, el diario británico Financial Times.
La Encuesta de Ocupación Hotelera del Indec para noviembre pasado también reveló que el total de viajeros hospedados fue 1,7 millones y tuvo una variación negativa de 2,1 por ciento en la comparación con igual mes del año anterior. Mientras la cantidad de viajeros residentes bajó 1 por ciento y la de no residentes, 5,2 por ciento.
"El gobierno dice que va a haber una línea de baja de impuestos, que se eliminan subsidios y demás. Si eso ocurre, vamos a volver a ser competitivos. De cualquier manera, la competitividad gracias al tipo de cambio no la queremos, ya sabemos lo que significa eso para el país. Lo pagamos todos nosotros después", advirtió el titular de la CAT.