Cerca de la mitad de los salvadoreños rechaza la idea del presidente Nayib Bukele de implementar la minería metálica en el país, de acuerdo con una encuesta realizada por una universidad privada.

La investigación del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) señala que el 48,73 % de los salvadoreños no apoya la iniciativa de Bukele, que llevó a la Asamblea Legislativa a revertir una prohibición a esta práctica aprobada en 2017. Por su parte, el 23,51 % de los ciudadanos consultados manifestaron su apoyo a la medida, el 19,92 % dijo tener dudas y el 7,84 % no respondió.

El mandatario, que dijo en diciembre que era "absurdo" que el país tuviera prohibida la explotación de metales, ha dicho que los proyectos que se impulsarían en el país serían responsables con el medioambiente. "Lo vamos hacer bien y vamos, no a cuidar el medio ambiente, vamos a mejorar el medio ambiente", dijo el mandatario en diciembre pasado antes de la aprobación de la ley que da luz verde a la minería.

La encuesta del CEC también indica que el 55,27 % de los salvadoreños no cree que la minería metálica se pueda implementar sin contaminar el agua, el 15,9 % tiene dudas y el 22,12 % sí cree que se pueda realizar sin afectar el medio ambiente.

La Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, aprobó en diciembre la Ley General de Minería Metálica y derogó la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, aprobada en marzo de 2017. El aval de la normativa, propuesta por Bukele, se dio a pesar del rechazo de ambientalistas, organizaciones comunitarias, la Iglesia católica y universidades por el impacto en las comunidades rurales y al medio ambiente.

Organizaciones ambientalistas estima que la explotación minera afectaría a unas cuatro millones de personas de la zona norte de El Salvador, que integran los departamentos de Cabañas, San Vicente, Morazán, San Miguel, Usulután, Chalatenango, y La Unión.

También se estaría afectando la cuenca del río Lempa,
que posee 10.082 kilómetros cuadrados en El Salvador y abastece de agua a más del 50 % de la población del país centroamericano.