El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó justificar el violento tuit que el presidente Javier Milei publicó este martes -en el que amenazó con "ir a buscar hasta el último rincón del planeta" a los "zurdos de mierda" que criticaron a Elon Musk por su gesto nazi tras la asunción de Donald Trump-, y en una insólita defensa aseguró que en realidad la publicación del líder de La Libertad Avanza no contiene una amenaza sino que propone "debatir" y "mostrarles el daño que generó la izquierda".
"Lo que está diciendo es los vamos a buscar para debatir y mostrarles el daño que generó la izquierda y los resultados que tiene el ejercicio de la libertad económica", afirmó Francos este miércoles durante una entrevista radial, en una curiosa forma de interpretar el tuit de Milei titulado "nazi las pelotas", que concluye con la frase "zurdos hijos de putas tiemblen", luego de definir al magnate tecnológico como "uno de los hombres más importantes de la Historia", y de criticar a la "progresía internacional" que "se monta sobre el inocente gesto de Elon Musk para tildarlo de nazi".
"El presidente está planteando a la Argentina en particular y al mundo un cambio de la concepción ideológica en la que hemos estado sumidos durante muchísimo tiempo y que ha generado este atraso. Lo hemos visto en las redes estos días y cómo Estados Unidos ha pasado a la Unión Europea en PBI estos últimos años", señaló el jefe de Gabinete en Radio La Red.
Y agregó: "Cuando se ejerce la libertad económica, las sociedades y los países evolucionan y crecen, mientras que cuando se sumergen en el socialismo decrecen. Entonces me parece que esto es lo que ha querido plantear el presidente".
Tras su insólita defensa, Francos dijo que Musk y Milei "han puesto la libertad por delante de todo" y que ambos quieren "que cada uno se exprese como quiera".
"A veces la intención política de generar propaganda con algunas cosas es increíble", concluyó el funcionario, restándole importancia a las críticas que miles de usuarios en redes sociales le hicieron al empresario por el saludo nazi que realizó tras la asunción de Donald Trump como 47° presidente de Estado Unidos.