El Gobierno nacional intervino el Hospital Laura Bonaparte. En medio del conflicto por el vaciamiento y el posible cierre del centro de salud mental, que ya incluye 200 telegramas de despidos, el Ministerio de Salud anunció este miércoles la decisión con la excusa de un supuesto "crecimiento desmedido del personal" y de un "mal manejo de los fondos" durante la anterior gestión. Los trabajadores y trabajadoras del lugar, que vienen llevando adelante un plan de lucha contra el desguace desde octubre del año pasado, salieron a desmentir esa información y advirtieron que, por el contrario, los despidos hacen que el hospital "no pueda funcionar y brindar atención en salud mental".

No hay freno para el embate contra el hospital en red de salud mental del barrio de Parque Patricios. El masivo abrazo simbólico que los y las trabajadoras realizaron el lunes luego de las primeras notificaciones de despidos no parece haber hecho mella en los planes del gobierno de Javier Milei, que decidió decretar la intervención desplazando de sus funciones a la dirección del hospital a cargo de Christian Baldino. Lo reemplazará el interventor Mariano Pirozzo, neurocirujano que hasta ahora se desempeñaba como director del Hospital Nacional Baldomero Sommer de General Rodríguez, centro de salud que tampoco zafó de la motosierra en los hospitales: la semana pasada, sus trabajadores y trabajadoras denunciaron más de 120 despidos dentro del paquete de 1400 que ya ejecutó la cartera sanitaria en distintos lugares del país.

Pirozzo ya está a cargo del Bonaparte. Así lo confirmó el Ministerio en el comunicado en el que anunció la intervención, donde indicó que "el nuevo funcionario ya se encuentra en el hospital, en pleno ejercicio de sus funciones". Allí sostuvieron, además, que la medida busca "recuperar el normal funcionamiento de la institución, garantizando la atención adecuada y la continuidad de los tratamientos", por lo que "se apela a la responsabilidad de la dirigencia gremial de no afectar el normal desarrollo".

Es que, en efecto, desde que en octubre los y las trabajadoras recibieron la noticia por parte de Baldino de que el Gobierno buscaba cerrar directamente el hospital, las cosas dejaron de ser "normales". Se declararon en "estado de alerta" con asambleas y discusiones permanentes, y realizaron diversas medidas de protesta, desde abrazos hasta movilizaciones. Todo se intensificó a partir de la noticia de los despidos de la semana pasada, que motivó que los y las trabajadoras entraran en estado de "permanencia" en el hospital durante las 24 horas, situación que mantienen hasta hoy con la consigna "vaciar es cerrar".

En ese contexto los agarró la novedad de la intervención que, aseguran, no esperaban. Así lo cuenta a este diario Noelia Giarletta, trabajadora del lugar, que señala a Página 12 que la noticia "nos agarró de sorpresa en el medio de la permanencia". "Nos enteramos por los medios, sabemos que el interventor ya está dentro del hospital y que lo estuvo recorriendo, pero no mucho más", señala.

Lo que más preocupa a los y las trabajadoras son las informaciones sobre la dotación y los servicios del hospital, a las que Giarletta califica como "falsedades que se están intentando instalar". En el comunicado, el Ministerio aseguró que "para los servicios de guardia e internación, había 109 empleados para asistir 55 camas de internación con una ocupación promedio de sólo 19 pacientes por mes. Así mismo se contabilizan 38 consultorios externos que atendían en promedio 5 consultas diarias". La trabajadora es contundente al advertir que "esos datos no son verdad: no hay esa cantidad de camas ni de pacientes ni de consultorios externos". Según pudo saber este diario, los y las trabajadoras se encontraban redactando en asamblea un comunicado detallado desmintiendo los números del gobierno.

"Tenemos que sentar posición, desmentir e informar lo que ocurre de verdad en el hospital", sostuvo Giarletta que, además de tildar de "falsedades" las afirmaciones oficiales, indicó que muestran un desconocimiento sobre la función del hospital: "Somos un centro de referencia de la implementación de Ley de Salud Mental desde la perspectiva de la desmanicomialización. Si se abrieron nuevos dispositivos es justamente por esta perspectiva que busca ofrecer diferentes prestaciones a la comunidad para pensar la salud mental en términos integrales", aseguró y agregó que "hablar de sobrepoblación no tiene en cuenta que esto se tiene que analizar desde la línea de implementación de la ley".

La figura del "hospital en red" implica, precisamente, que el centro de salud ofrece diversos servicios interdisciplinarios y descentralizados desde un marco de abordaje integral de salud mental. Los y las trabajadoras explican, así, que no tiene ningún sentido "contabilizar" el número de empleados en función de las camas, ya que los muchos servicios que ofrece el hospital exceden a la simple internación. Ejemplifican con los casos más usuales que atiende el centro de salud: pacientes que no están internados en el hospital pero que reciben un tratamiento de asistencia y seguimiento interdisciplinario con consultas permanentes de los distintos servicios.

En un comunicado previo, los y las trabajadores ya habían precisado que "debido a que se trata de padecimientos subjetivos, que demandan una atención integral, los tratamientos llevan tiempo, incluso más de un encuentro por semana y requieren la intervención de muchos actores". "El equipo tratante trabaja en forma interdisciplinaria --psicólogxs, trabajadores sociales, enfermerxs, psiquiatras, musicoterapia, entre otras disciplinas-- con el paciente, con su entorno más cercano, y muchas veces con alguna institución interviniente como organizaciones, juzgados, escuelas, etcétera", agregaron.

Luego de los despidos de la semana pasada, ya alertaban que "nos están obligando a responder a las demandas de lxs pacientes con una atención a la que no estamos acostumbradxs, ya que en el hospital siempre se trabajó ofreciendo una atención de calidad e interdisciplinaria desde la singularidad de cada caso". "La dimensión de esta medida es tan brutal que implica que el hospital no pueda funcionar y brindar atención en salud mental", concluyeron.