La Fiscalía solicitó que el ex agente policial y jubildo de 72 años, Rafael Moreno, quien asesinó a su vecino durante la madrugada navideña de 2024 en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador tras discutir por el volumen de la música, siga en prisión preventiva.

Este fue el pedido realizado este miércoles por el Titular de la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio Especializada en Homicidios Dolosos. Aún resta conocer la decisión del juez para saber si el ex policía volverá a prisión preventivamente o quedará en libertad, pero se prevé que el abogado defensor se opondrá a esta postura y pedirá el fin de su detención, al menos de forma preventiva.

El mismo Titular de la Unidad Fiscal señaló tener argumentos para solicitar la cárcel preventiva para el acusado: la falta de contundencia en las declaraciones de Moreno, el pasado del jubilado como policía retirado, la reacción luego de dispararle a Díaz (su vecino) y la distancia a la que le disparó.

Según Rafael Moreno, él no tenía intenciones de disparar: "Yo el arma la llevé para intimidar, no con la intención de usarla. Me empezaron a agarrar del cuello, a empujar para atrás y me largaron un par de puñetazos. En ese momento se me dispara el arma, nunca tuve intención”.

Sin embargo, el fiscal disintió con esas explicaciones: En los videos se logra ver perfectamente el instante en que Moreno, previo a apoyar el arma en el abdomen de la víctima, manualmente rebatió el martillo percutor para poder efectuar el disparo en una simple acción. Y agregó que Moreno no tomó una actitud de ayuda activa luego de efectuar el disparo, con el fin de remediar los daños ocasionados.

Por último, debido a la gravedad que implica disparar desde una distancia tan corta y no reparar en la corta distancia con la que salió el tiro, el fiscal pidió que la causa sea calificada como "homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegal de arma de guerra", además de la prisión preventiva.

El abogado de Moreno reiteró la versión de su defendido respecto a que él no salió con una pistola a la calle con la intención de utilizarla y dijo que "el que empujaba a Moreno era Sergio (Díaz) y él llevó el arma por si pasaba algo". Además, destacó que es "absolutamente falso" pensar que, por haber sido policía, Moreno tenía conocimiento de armas. "Tiene conocimiento, pero hablar de experiencia es alto distante", sentenció. 

De todas formas, el calibre .38 que se disparó para el asesinato de Sergio Díaz, chofer de colectivo de 40 años, era propiedad de Moreno, tal cual constataron los investigadores, quien tenía los permisos de habilitación vencidos. Por ello también es imputado por portación ilegal.