Lejos de atender alguno de sus reclamos o abrir un espacio de negociación, el Gobierno liberario salió ayer con los tapones de punta contra los gobernadores aliados, que habían hecho una conferencia para advertir sobre la situación del sector rural y pedir que se bajen las retenciones. La iniciativa la habían tomado los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora; de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. Es decir, dirigentes del peronismo cordobés, del radicalismo y del PRO, todos sectores que estuvieron entre los aliados del oficialismo y cuyos legisladores nacionales suelen acompañar sus propuestas en el Congreso Nacional. Caputo les respondió con un tweet kilométrico donde les aseguró que "este gobierno vino a bajar impuestos", pero contabilizó como un "impuesto" la inflación y no pudo dar muchos más ejemplos. Los trolls libertarios se sumaron a la embestida y los macristas apuntaron contra el funcionario nacional.
El ministro de Economía se tomó el trabajo de contestarle extensamente a los tres gobernadores que se presentaron juntos en Rosario para reclamar que el próximo impuesto que se baje sean las retenciones. Le habían apuntado directo al modelo de Javier Milei: advirtieron que el atraso en el dólar, los precios internacionales y el mantener las retenciones eran un combo que afecta fuertemente a los productores rurales.
Caputo se mostró visiblemente enojado: "Estimados, en caso que no haya quedado claro, este gobierno vino a bajar impuestos", afirmó. El ministro sacó a relucir el libreto oficial. Habló del "desastre heredado", de la "hiper" -que nunca ocurrió- y del superávit fiscal -logrado a costa de bajar jubilaciones y salarios y de eliminar la obra pública-. "La ortodoxia fiscal y monetaria no es negociable, y es el mayor reaseguro para todos los sectores productivos de que Argentina ya no va a caer en las crisis que hemos estado inmersos por décadas", les contestó. Traducción: no vamos a bajar las retenciones.
"Desde que asumimos, ya hemos bajado mas impuestos que cualquier otro gobierno, entre ellos el más importante, el impuesto inflacionario", consideró Caputo, en una declaración que no pasaría el primer año de una carrera de Economía: la inflación es una cosa y los impuestos son otra. "Ese que tiene correlación directa con el nivel de pobreza. No es una casualidad que la pobreza haya caído casi 20 puntos al mismo tiempo que bajamos la inflación abruptamente", aseguró el ministro, aunque no citó la fuente, dado que el INDEC no publicó nuevas cifras de pobreza.
"También terminamos con el impuesto país, otro impuesto tremendamente distorsivo, y redujimos en muchos casos a cero una cantidad impactante de aranceles, en particular a los bienes de capital", aseguró. Ahi tuvo un segundo problema, porque olvidó -seguramente en el apuro por escribir- que el Gobierno no eliminó el impuesto PAIS, sino que simplemente se venció el plazo dispuesto por la ley, cosa que no dejaron de recordarle (las redes no perdonan). También omitió mencionar la reinstauración del impuesto a las Ganancias para los trabajadores.
Terminada la defensa, vino el contragolpe: "Vamos a hacer siempre el MAYOR ESFUERZO POSIBLE por bajar impuestos, pero sin comprometer la estabilidad macroeconómica.
A las provincias y municipios les digo que están cordialmente invitados a esta tarea. Todavía no hemos visto una provincia reducir Ingresos Brutos, sin lugar a dudas EL PEOR IMPUESTO que una economía puede tener", les devolvió la pelota.
"Al contrario, muchas lo han subido, y algunas a niveles aberrantes. Ni hablar de algunos Municipios, que están directamente estafando a sus vecinos con tasas municipales que no tienen ninguna correlación con las prestaciones que brindan, es decir, contrariamente a lo que dice la ley.
El país lo construimos entre todos, Nación, Provincias y Municipios.
Ojalá seamos cada vez más los que entendamos que la forma más saludable para bajar impuestos es bajando el exorbitante nivel de gastos que aún hoy algunas provincias y municipios tienen", les enrostró.
Detrás del ministro salieron al ataque trolls libertarios como @TraductorTeAma (Esteban Glavinich), @PregoneroL o el abogado Alejandro Sarubbi Benitez, parte del stream de ultraderecha Carajo, todos con más 200 mil seguidores. "Pullaro dice que 'El campo se puede fundir'. Pero el año pasado les aumentó 600% el inmobiliario rural y el 26 de diciembre de 2024 mientras todos estaban distraídos por Navidad aumentó el Inmobiliario rural de nuevo en 22% para 2025 y 40% si tenes más de 500 hectáreas", retrucó Glavinich. No faltó el epíteto "degenerados fiscales" en varias de las cuentas.
Pero salida de Caputo a cuestionar a los tres gobernadores no fue bien recibida en redes. Bastan algunos ejemplos de trolls que le saltaron al cuello. "No está claro que tengan intención de bajar impuestos. En su momento quisieron subir los derechos de exportacion y no pudieron porqué la UCR y el Gobernador Pullaro se les plantó. El impuesto País no lo sacaron, sino que se venció la ley que lo creo. Verso y bicicleta", le contestó una usuaria a Caputo. "Está claro, eh! No bajaron ningún impuesto. La inflación no es un impuesto aunque la dibujes", lo cuestionó otro. Y después fue sumando reclamos: "Soy la categoría más baja del monotributo y me aumentaron mucho el impuesto mensual. Teniendo en cuenta que me jubilo con la mínima, me parece que es demasiado", le reclamaron. Y así siguieron las críticas.
Caputo contestó a un encuentro de los tres gobernadores con la intención de remarcar que el empresariado rural no puede esperar más una baja de retenciones. Es un flanco que duele, dado que fue una de las promesas incumplidas de Milei. Los tres remarcaron que las dificultades climáticas y la suba de costos está poniendo en crisis al agro. “Entendemos que en función de la baja de impuestos a la que se ha comprometido el presidente, el próximo impuesto tiene que estar directamente asociado al campo. Tienen que ser las malditas retenciones”, los intimó Pullaro. "Desde Buenos Aires tienen que dimensionar que si no se toman medidas urgentes, el campo se va a fundir”, insistió el gobenador de Santa Fe.
“Nosotros estamos de acuerdo con la baja impositiva que va llevando adelante el Gobierno nacional y estamos de acuerdo con sostener el equilibrio fiscal. Lo hemos hecho en las tres provincias que nos toca representar", consideró Pullaro, en una respuesta anticipada a lo que luego les contestaría Caputo.
“Lo que se planteó en la reunión tiene que ver con pedirle al gobierno
nacional que analice de manera urgente la posibilidad de reducir la
presión impositiva de los derechos de exportación al sector
agropecuario. Que no haya ninguna otra prioridad que no sea aliviar
impositivamente al sector”, remarcó Frigerio, tras ese encuentro de los gobernadores de la región centro. “Somos provincias agropecuarias y vamos a defender a nuestro principal factor de desarrollo y empleo en cualquier circunstancia. Lo hicimos al principio de nuestras gestiones cuando la Ley Bases pretendía de manera equivocada incrementar los derechos de exportación al sector agropecuario y lo vamos a seguir haciendo cada vez que el campo así lo necesite”, recordó.
Llaryora, por su parte, planteó que las retenciones “siempre fueron un mal impuesto”. “Queremos que bajen las retenciones para que ese dinero quede en manos de los productores y así poder volver a sembrar y salir de esta situación tan difícil que tienen. Ese dinero se mueve en cada uno de nuestros pueblos. Nuestros productores no ponen la plata en las Islas Caimán, la ponen en cada una de nuestras regiones. Gobernar es generar trabajo y no podemos hacerlo si ahogan a la producción. En la Región Centro nadie quiere vivir de un subsidio, todos quieren vivir de un buen empleo”, remarcó.
Por el momento, el Gobierno contestó que no.