8 y 9 de febrero. Esas son las fechas en las que exmilitares y familiares de condenados por lesa humanidad planean hacer un "homenaje" al programa de aniquilamiento que se implementó en Tucumán a partir de febrero de 1975 (llamado Operativo Independencia) y que a la postre resultó ser la prueba piloto del plan de exterminio y represión que se desplegaría con el nombre de Doctrina de la Seguridad Nacional en todo el país a partir del 24 de marzo de 1976.

La actividad ya está en marcha y los organizadores pretenden conseguir apoyo político, tanto del Gobierno local, con Osvaldo Jaldo a la cabeza, como también del Ejecutivo nacional, ya sea materializado en el ministro de Defensa Luis Petri o Victoria Villarruel, otra de las que levanta la bandera del negacionismo (que el oficialismo se empeña en denominar "memoria completa"). Entre los que planean el evento sobresale el abogado e hijo de militares, Héctor Guillermo Sottovia, quien aseguró al diario La Nación que la intención es hacer un acto frente a la Casa Histórica de Tucumán, mismo sitio que Milei usó para encabezar el ya olvidado Pacto de Mayo.

Otro de los organizadores afirma haber participado en el Operativo. Se trata de Alfredo Manzur (sin parentesco con el exgobernador tucumano), quien fue también exveterano de Malvinas -algunos lo señalan como uno de los citados de la Justicia por torturas a conscriptos- y que ahora tiene doble cargo: es procurador del Poder Judicial local y, a su vez, tiene un espacio de radio. Promociona el "homenaje" al Operativo Independencia en su espacio radial.

Por su parte, desde el Gobierno nacional aún no anticiparon si mandarán a un representante del Ejecutivo al evento de febrero. Lo mismo corre por cuenta la Gobernación tucumana. Eso sí, nadie se opuso -de antemano- a la iniciativa.

Plan de aniquilamiento

Hay varios detalles que se suelen omitir aquellos que revidican al Operativo Independencia. El primero es que el genocida Antonio Bussi fue uno de los jefes (tan sanguinario como Acdel Vilas que lo precedió) de ese operativo. El otro es que ya hubo un juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en ese tramo de la historia argentina y que resultó en diez condenas, al menos por ahora.

Las muertes recordadas por los negacionistas -e incluso, por el Ejército argentino- ocurrieron durante la conducción del Operativo Independencia por Vilas y, como detalló el periodista Marcos Taire, existen fuertes evidencias de que murieron bajo "fuego amigo" fruto de lo cerrado que es el monte tucumanos, pero trascendió la versión heroica que utilizaron mediáticamente para justificar la represión.

Hay otro dato que tal vez pueda resultar útil y es que de los 107 cuerpos identificados en el Pozo de Vargas, la fosa común ilegal más grande del norte argentino, hay 17 que pertenecen a personas desaparecidas por el Ejército en 1975 y que eran trabajadores ferroviarios, de la zafra, militantes políticos y sociales, estudiantes y docentes. Probablemente en el "homenaje" de febrero no habrá palabras para ellos.