La producción de acero crudo cayó 24,3 por ciento intermensual y 23,1 por ciento interanual en diciembre, según un informe difundido este jueves por la Cámara Argentina del Acero (CAA). En el mismo período, la producción de laminados en caliente se derrumbó 31,4 en la comparación con el mes anterior y 13,1 interanualmente. Aunque por debajo de los niveles de 2023, para 2025 el sector proyecta una demanda superior a la del año pasado.
"En el actual contexto, persisten preocupaciones en los temas estructurales que afectan la competitividad para la agregación de valor en la cadena sidero-metalúrgica. Entre ellas, se destacan el gran peso de los impuestos distorsivos como Ingresos Brutos y tasas municipales que continúan aumentando, además de débitos y créditos bancarios", comunicaron desde la CAA.
En medio de la advertencia de los sindicatos ante inminentes despidos en el sector, desde la institución que agrupa a distintas compañías de esta industria pesada se quejaron por los altos costos en dólares del mercado local y la apertura importadora que genera "competencia desleal".
Durante el último mes del 2024, las distintas fábricas debieron realizar paradas de mantenimiento y ajustes de stock por la disminución de la demanda. En muchos casos adelantaron vacaciones del personal, "de una forma y en fechas que nunca vimos", afirmaron los trabajadores.
Con una producción total de 256.300 toneladas, el acero crudo se retrajo 24,3 por ciento en diciembre respecto a noviembre y 23,1 por ciento interanual. Por su parte, laminados fabricó 227.700 toneladas, cifra que marca una caída de 31,4 por ciento intermensual y 13,1 interanual.
En este contexto crítico, los empresarios proyectan un aumento de la demanda en 2025, que pueda superar la del último año aunque sin esperanzas de alcanzar los números de 2023.