En noviembre se patentaron 71.850 vehículos, lo que representa un avance del 19,9 por ciento frente al mismo período del año pasado. En once meses, las ventas minoristas de autos llegaron a las 852.126 unidades, un 27,3 por ciento por encima de la marca del mismo período de 2016. “La fuerte demanda continúa y lo que creíamos iba a ser un techo de 900 mil unidades aparece ahora como el piso de lo que será el segundo mejor año de la historia”, celebró Dante Alvarez, presidente de Acara, entidad que agrupa a los concesionarios. La mejora de las ventas de vehículos se replica sólo muy parcialmente en la producción de autos y autopartes. La diferencia es cubierta por importaciones: el 70 por ciento de los autos que vendieron las once marcas instaladas en el país fueron importados. Dirigentes del sector advierten que el dinamismo del mercado de autos quedará frenado hasta el año que viene luego del anuncio de baja de impuestos internos a los autos de alta gama. 

  La marca más vendida en el mercado interno es Volkswagen, con 136.786 unidades este año. Una tercera parte se corresponde a patentamientos del Gol, seguido por la Amarok y más atrás el modelo Up y la Suran. La segunda marca es Chevrolet, con 115.652 unidades patentadas entre enero y noviembre. El Onix se llevó 33 mil unidades, seguido por el Prisma (26.486), el Cruze (15.855) y el Tracker 11.966, mientras que entre los utilitarios de la marca norteamericana está la S-10, con 13.189 modelos vendidos. El podio de las marcas lo completa Renault, con 108.825 unidades. Los modelos más vendidos fueron el Nuevo Sandero (35.802), Duster (14.157), Nuevo Logan, Captur y entre los utilitarios, la Kangoo y la Duster Oroch.

  Varios factores explican el dinamismo de las ventas de vehículos. Uno de ellos es el menor avance de precios en relación a otros sectores de la economía, gracias al retraso del dólar, que impacta tanto en la importación de partes y piezas (que representan una buena parte del costo de un vehículos fabricado en el país) como en la compra al exterior de vehículos terminados. En el año, el dólar subió casi un 10 por ciento, la mitad de la inflación. Otro elemento es la política de descuentos de las terminales y el avance del crédito prendario desde el 47 al 50 por ciento de las ventas.

  Un factor central en la evolución de las ventas en el mercado local es la mayor disponibilidad de autos importados. Según datos de Adefa, entre enero y octubre las terminales instaladas en el país entregaron a las concesionarias 714.864 unidades, de los cuales sólo 211.337 fueron fabricados en el país, el resto fueron modelos adquiridos desde otras filiales del mundo, particularmente desde Brasil. Es decir que el 70 por ciento de los autos que vendieron las once marcas instaladas en el país fueron importados. En 2015, las ventas de esas empresas en el mercado local ascendían en diez meses a 521.326 vehículos, de los cuales 240.675 fueron de fabricación nacional. De modo que el 54 por ciento era importado.

  Además de los importados por parte de las terminales radicadas, están los vehículos extranjeros de marcas no instaladas. En once meses se vendieron 7293 unidades del Jeep Renegade, mientras que el año pasado esa marca estaba en 2574 y en 2015, en cero. Se patentaron 5434 unidades del Nissan March, mientras que el año pasado fueron 2413 unidades y en 2015, 2444 unidades. En tanto, el Nissan Versa subió de 1327 a 3044 unidades.

  El fuerte avance en los vehículos importados implica que el boom de ventas no se replique en la industria nacional. El Indec calcula que el sector automotor acumula entre enero y octubre una suba del 8,4 por ciento, muy por debajo del avance del 27,3 por ciento de los patentamientos. En tanto, desde el sector autopartista advierten que las ventas de partes y piezas a las terminales están empatadas con respecto a 2016. En el mercado de reposición de autopartes hay “cierta caída porque ganan participación las partes importadas en algunos rubros como filtros, amortiguadores, baterías y equipos de aire acondicionado para buses.

  En el proyecto de reforma tributaria que el Gobierno envió al Congreso se prevé la eliminación de la actual alícuota del 10 por ciento para los autos de gama media (de 380 a 800 mil pesos). Varias automotrices adelantaron que devolverán a sus clientes el equivalente a los impuestos internos para unidades compradas desde el 1º de noviembre.