La retórica antiinmigración de la derecha y ultraderecha crece en Alemania en plena campaña. El líder de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) y favorito para próximo canciller, Friedrich Merz, prometió un endurecimiento de la política migratoria tras el ataque del miércoles en Aschaffenburg, perpetrado por un paciente psiquiátrico de procedencia afgana. La tragedia, que dejó dos muertos y tres heridos, también llevó a la candidata ultra de Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, a pedir el cierre inmediato de las fronteras.

El miércoles, un hombre afgano de 28 años atacó con un cuchillo a un grupo de niños en un parque de Aschaffenburg, al sur alemán. El agresor, que había sido internado varias veces en instituciones psiquiátricas debido a comportamientos violentos, debería haber abandonado Alemania el mes pasado, pero seguía en el país. Como resultado, murieron un niño de dos años, de origen marroquí, y un transeúnte alemán de 41 años, que trató de intervenir. Otras tres personas siguen hospitalizadas.

El ataque situó la política migratoria en el centro de la campaña electoral para las elecciones adelantadas del 23 de febrero. Solo un mes antes, el 20 de diciembre, un ciudadano saudí que, a pesar de su historial de conducta errática, había obtenido asilo en Alemania y trabajaba como médico embistió con un coche un mercadillo navideño en Magdeburgo, al este, y mató a seis personas, hiriendo a más de 200.

Promesas de deportación

Merz, lìder de la CDU y principal favorito para reemplazar al actual canciller, Olaf Scholz, en los comicios anticipados, prometió una "prohibición de facto" a la entrada de migrantes sin documentos válidos o aquellos que abusen de la libertad de circulación europea, como una de sus primeras medidas en caso de encabezar el gobierno.

"Habrá una prohibición de facto a la entrada a Alemania para todos aquellos que no dispongan de documentos de entrada válidos o hagan uso de la libertad de circulación europea", afirmó en una conferencia de prensa tras el ataque, y agregó que esta medida también se aplicará a personas con derecho a solicitar protección internacional.

Merz señaló que, de ser el próximo canciller, su primer acto sería instruir al Ministerio de Interior a que "controle de manera permanente las fronteras alemanas con todos los países vecinos y rechace sin excepción todos los intentos de entrada ilegal en el país".

Otra de sus propuestas incluye dar a la policía federal la capacidad de solicitar órdenes de arresto para migrantes ilegales y habilitar propiedades estatales para encarcelar a los extranjeros cuyo regreso está pendiente. "Estas personas no podrán moverse libremente por el país, y el número de plazas para detención de deportados deberá aumentar rápidamente", aseguró el lider cristianodemócrata, que adelantó que presentará una moción en el Bundestag (Parlamento alemán) para dar más poder a la policía en cuestiones de detención y deportación.

Además, calificó de "manifestamente disfuncionales" las normas migratorias vigentes en la Unión Europea (UE), como el mecanismo de Dublín, el espacio Schengen y la base de datos Eurodac, y consideró que, por ello, Alemania debe hacer uso de su derecho a priorizar sus propias leyes por sobre las normativas comunes de la UE.

Merz dejó claro que estos puntos forman parte de un paquete de medidas migratorias de cinco puntos, que no está dispuesto a modificar. Además de la prohibición de la migración irregular y la ampliación de los poderes policiales, Merz propuso la deportación inmediata de aquellos detenidos y obligados a abandonar el país, así como involucrar al Gobierno central en las tareas de deportaciones. "Las deportaciones y devoluciones deben tener lugar a diario con efecto inmediato", sostuvo el líder conservador.

Por último, todo delincuente y persona potencialmente peligrosa que esté obligado a abandonar el país debe poder ser detenido indefinidamente hasta que abandone voluntariamente el país o sea deportado por la fuerza.

En cuanto a una posible coalición con Los Verdes, que no aceptarían este tipo de medidas, el líder conservador declaró: "Me da absolutamente igual quién siga este camino políticamente. Sólo digo que yo no seguiré otro y quien quiera seguirlo conmigo, tiene que orientarse en estos cinco puntos. En estos temas ya no son posibles los compromisos".

"Cierre de las fronteras y rechazo de los ilegales"

Por su parte, la candidata de AfD a la cancillería, instó al Parlamento a votar la próxima semana para cerrar las fronteras del país. "El terrorismo de cuchillo de Aschaffenburg debe tener consecuencias AHORA. El Bundestag debe votar la semana que viene el cierre de las fronteras y el rechazo en ellas de los ilegales", escribió Weidel, cuyo partido es segundo en las encuestas de intención de voto, en su perfil de X.

También instó al bloque conservador que el partido de Merz forma junto con la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), líder de los sondeos en intención de voto, a abandonar su política del "cordón sanitario" y a cooperar con la AfD en el cierre total de la frontera.

"El cordón sanitario no debe dejar más muertos", afirmó, refiriéndose al acuerdo que rige en el gobierno de coalición que lidera el país según el cual las agrupaciones que lo componen deben evitar colaborar con su partido, debido a sus tendencias de ultraderecha.

Según una encuesta de YouGov difundida este miércoles, el bloque conservador obtendría ahora mismo un 28 % de los votos, seguida por la AfD (19 %) y por los socialdemócratas del canciller Scholz (también con 19 %).