El Ministerio de Salud de la provincia confirmó que en lo que va del año fallecieron dos niños wichí de menos de cinco años. Ambos vivían en dos comunidades wichí de la jurisdicción de Coronel Juan Solá, más conocida como Morillo, en el departamento Rivadavia.

Según la información oficial brindada a Salta/12 por la cartera sanitaria, el primer fallecimiento de un niño de 2 años y 4 meses ocurrió el 5 de enero último.

El niño residía en Los Baldes, comunidad ubicada a 45 kilómetros de Morillo. Había ingresado al servicio de emergencias del Hospital local el 30 de diciembre con un cuadro clínico de náuseas, vómitos y diarrea. Este niño “contaba con control sanitario previo, habiendo ingresado al servicio de guardia derivado por el enfermero de Los Baldes”, indica el informe de Salud.

El 30 el niño solo quedó hasta el 31 de diciembre, tras ser atendido por la guardia, “Se le da el alta médica por presentar buena evolución con el tratamiento ambulatorio, con indicaciones dadas al abuelo y madre y citación en 24 horas para control”.

Sin embargo, recién el 5 de enero el abuelo se presentó en el Hospital y dio a conocer que el nene había fallecido durante la madrugada mientras dormía. “El equipo de salud refiere que el niño estaba en peso adecuado para la talla hasta noviembre y bajo vigilancia APS (Atención Primaria de la Salud)", concluye el primer informe.

Por otro lado, ayer se conoció del fallecimiento de una nena de 3 años y 9 meses, quien residía en la Comunidad San Patricio, también integrante del Pueblo Wichí. El diagnóstico solo indica que fue una "muerte súbita, con paro cardiorespiratorio, bronconeumopatía y sepsis". El informe no señala si tuvo atención médica, aunque algunas fuentes afirmaron que sí la habría tenido.

Según se pudo conocer, el niño de Los Baldes vivía con su familia, integrada por diez personas. Fuentes consultadas por este dirio apuntaron contral a APS ante la falta de seguimiento del caso pese a que el Centro de Salud “no está a más de 150 metros de donde vivía el niño”, sostuvieron. Y afirmaron que el enfermero de la comunidad es integrante de ella.

El concejal de Morillo, Claudio Ruiz, detalló que San Patricio queda a unos 90 kilómetros del pueblo. Cuando llegan las lluvias de esta época, suele suceder que los caminos terminan intransitables y en el caso de esta comunidad “crece un arroyo que los deja aislados”. A ello se suma que no tienen acceso a las comunicaciones por falta de señal de telefonía. La Comunidad Los Baldes, en tanto, se encuentra a unos 35 kilómetros de Morillo.

Por otro lado, el vocero y secretario de la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomayo (UACOP), Tichil Mendoza, hizo su análisis desde Santa Victoria Este, otro municipio del departamento Rivadavia. “Creo que están sorteando para todos nosotros la vida misma de cada persona. Yo no me equivoco cuando digo que están matando a nuestros niños y mujeres embarazadas. Siendo Santa Victoria Este el municipio cabecera, no tenemos especialistas”, afirmó. En efecto, ninguno de los municipios del departamento tiene un hospital que tenga complejidad suficiente para contar con una mayor cantidad de especialistas.