Luego de haber anunciado el fin de la etapa de rescate –ya que el tiempo transcurrido desde que comenzó el operativo de búsqueda era “incompatible con la vida humana”– el vocero de la Armada, Enrique Balbi, confirmó ayer que en los últimos días hubo “seis contactos” de material hundido registrados con sensores en la zona de búsqueda del ARA San Juan: dos de ellos ya fueron descartados y los otros cuatro están siendo analizados para determinar de qué objetos se trata. Balbi mostró imágenes de lo que se había recibido a través de los radares y sonares que registran el fondo del mar.

Precisó, por otra parte, que a las cinco unidades que barren el fondo marino se agregarán hoy el aviso ARA Islas Malvinas, que lleva a bordo un vehículo sumergible remoto (ROV) de Rusia, que opera hasta 1000 metros de profundidad. Y que mañana estaría en el área de búsqueda el estadounidense Atlantis, que embarcará un ROV que baja hasta los 6000 metros. 

El vocero ratificó que sigue la “búsqueda activa” del ARA San Juan, sin plazos predeterminados, pero reiteró que el jueves terminó la fase de rescate de posibles sobrevivientes porque la información y el tiempo transcurrido desde la desaparición del submarino indican “incompatibilidad con la vida humana”.

Balbi especificó que los cinco navíos que en estas horas están realizando el barrido en aguas del Atlántico Sur son unidades oceanográficas o de investigación científica, con diferentes sensores, con sondas multihaz, sonar de barrido lateral y sonar remolcado. 

Además, los buques de la Armada se desplazan con sus propios sonares de cascos, que son acústicos. En el área están los ARA Austral y Puerto Deseado; el Angelescu, de la Secretaría de Agroindustria; el barco inglés HMS Protector, y el buque oceanográfico Cabo de Hornos, de Chile.

En los últimos días, dijo Balbi, el equipo multinacional en operaciones de búsqueda (siguen colaborando Estados Unidos, Inglaterra, Chile, Brasil y Rusia) registró seis contactos, pero dos de ellos ya fueron descartados.

Un “contacto” es una señal –detectada por un equipo de rastreo en las profundidades del océano– de un objeto que puede ser desde un buque hundido hasta una piedra enorme. Esos “contactos” requieren una verificación, explicó el vocero de la Armada, mediante otra nave con un sensor diferente.

“Hubo seis contactos en los últimos días que están debidamente posicionados, dos están totalmente descartados”, señaló Balbi, al dar cuenta de las tareas en la zona de búsqueda que está “prácticamente un ciento por ciento explorada”. 

Balbi explicó que “uno de los contactos coincide con un buque chino que en el año 2010” fue hundido por su propia tripulación al ser descubierto por la Armada cuando realizaba actividades de pesca ilegal. Ese barco se encuentra a 200 metros de profundidad y ya forma parte de las cartas náuticas de la zona, explicó Balbi, a la vez que explicó que otro de los objetos detectados, ubicado a 170 metros bajo el agua, corresponde a otro barco pesquero. Este último no había sido registrado hasta el momento, pero también pudo descartarse que se tratara del ARA San Juan. 

Para determinar si alguno de los cuatro objetos rastreados por los sonares corresponde al submarino deberán hacerse nuevas exploraciones. El vocero indicó que la tarea de verificación estará a cargo de un “vehículo sumergible”, alguno de los dos minisubmarinos (el estadounidenses o el ruso) con capacidad para sumergirse y registrar imágenes. “Usamos todos los medios para encontrarlo”, sostuvo.

El marino indicó que aún hay cinco buques en la zona marcada para el rastrillaje, que continúan con las tareas de rastreo y aseguró que ya no hay en la zona de operaciones equipos de rescate; sólo quedan en el lugar dispositivos de localización. Por eso el buque de bandera noruega Sophie Siem, que llevaba a bordo el submarino de rescate de la Marina norteamericana, ya no volverá a la zona de rastrillaje y está siendo reacondicionado en el puerto de Comodoro Rivadavia para volver a sus tareas habituales. Se aguarda, en cambio, que esté operativo otro minisubmarino, éste sólo de rastreo, que puede sumergirse hasta 6000 metros y enviar imágenes a la superficie. 

En el turno de preguntas de la conferencia de prensa se le pidieron explicaciones acerca de lo que indicaba la Armada días atrás sobre la imposibilidad de establecer un tiempo máximo de sobrevida al no conocerse las condiciones en la que estaba el ARA San Juan. Balbi señaló que eso fue antes de que se conociera la novedad sobre la explosión registrada en la zona donde el submarino fue ubicado por última vez. De todas maneras, el Gobierno avisó que los dará por muertos sólo cuando aparezcan pruebas contundentes. 

Consultado acerca del cambio de fase de investigación, Balbi explicó que continúa la búsqueda en el fondo marino. “Con respecto al rescate, está determinado el plan, que establece un montón de tablas, en función del tiempo transcurrido y las condiciones extremas. Son incompatibles con la vida humana”, dijo.

“La Armada no va a dudar en pedir disculpas en algún caso particular en que haya sucedido. No somos infalibles”, replicó Balbi cuando le planteó que algunos familiares se habían enterado del fin de la fase de rescate a través de los medios de comunicación.