Víctor Hugo Morales cuestionó en su editorial por la 750 la baja a las retenciones al campo anunciada por el Gobierno de Javier Milei. Lamentó que mientras que a la mayoría de la población cada día se le “retiene”un poco más de calidad de vida y consumo, al campo se le facilitan fondos frescos que terminarán beneficiando únicamente a los sectores concentrados de la producción.
El editorial de Víctor Hugo Morales
El aumento pronunciado de las retenciones a la calidad de vida se cruzó en el camino con la baja de las retenciones a la soja. Eso que anunciaba el funcionario del Gobierno. Nos han retenido muchísimo a nosotros.
El consumo de yerba, por ejemplo, tuvo una retención de casi 10 kilos por habitante: se tomó mucho menos mate. La leche sufrió un aumento de retención del 11,9%. La carne enfrenta una retención de consumo que no se veía en un siglo. El consumo masivo, en diciembre, tuvo una contracción interanual de casi el 20%.
Cada vez se retienen más las posibilidades de consumir. Si tomamos el sueldo promedio registrado en la capital, en 2015 se podían comprar, según datos del CEPA, siempre irrefutable: 100 kilos más de carne picada, 200 litros más de leche, 100 kilos más de pan, 100 paquetes más de fideos y 350 kilos más de arroz.
Le retuvieron a la gente un altísimo porcentaje de la calidad de vida. Comer, beber, arroparse: esa te la debo.
La baja de retenciones, como dice el periodista y productor campero Matías Jáuregui, beneficia a los dueños de tierras, que así aumentan el precio de los alquileres, y a las empresas vendedoras de insumos. Por supuesto, perjudica al consumidor.
La noticia, en sí misma, es además bastante pobre. Los gauchos ricos lo sostienen porque son unos millones más, es cierto, pero mucho más por ideología. Los productores de otros granos posiblemente llamen dádiva a las bajas de dos puntos que les ofrecen en otras producciones.
Pero, simbólicamente, lo que se atraviesa en el camino de la desesperación del gobierno para que los gauchos ricos vendan es que la calidad de vida, profundamente afectada para los sectores medios y vulnerables, recibió un cachetazo más. Hoy somos un poco más desiguales. Todo depende del poder del que reclama.