“No debe haber tipo más fanático de Star Trek que yo”, tira lleno de confianza Rob Kazinsky (Pacific Rim) en plena entrevista con Página/12. El actor participa del film Star Trek: Section 31 que se estrena este jueves en la plataforma Paramount+ con la presencia estelar de la oscarizada Michelle Yeoh. La actriz retoma aquí su personaje como Philippa Georgiou, surgida en ST: Discovery, una de las más recientes –y polémicas- iteraciones de la franquicia.
“Esto iba a ser una serie, pero cayó el covid, después volvimos y hubo huelga de guionistas, y cuando Michelle ganó el Oscar..., parecía que no iba a salir, ¿no? Pero lo primero que hizo fue decir ‘hagámoslo película’, ella usó ese poder para sacar el proyecto adelante, y estando ahí, tengo que decirte como fan que me dio mucha seguridad en mi trabajo verla tan comprometida para que todo saliera bien”, cuenta.
Kazinsky habla de Star Trek como “su bebé”. Es un trekkie de pies a cabeza y lo dice con orgullo. “La veo desde chico, tengo hasta ropa original y props originales, puede que Star Trek sea importante para otros actores, ¿pero que la ame más que yo? No creo que sea posible”. Para él es un sueño cumplido. Para muchos fans, la película arroja una sombra de duda. La “Sección 31” de la Flota Estelar es el área de operaciones encubiertas. La CIA (o la Side) del espacio allá donde ningún hombre ha llegado antes. Algo que muchos fans no ven alineados con los valores de ecuanimidad, igualdad y progresismo que el creador de la serie original, Gene Roddenberry, imprimó en la saga (y sí, hoy en pleno ascenso de la ultraderecha, incluso algunos fans de vieja data critican a sus distintas encarnaciones por “wokes”).
“Section 31 se mencionó por primera vez en un capítulo de Deep Space Nine, a mediados de los 90’, y su existencia siempre irritó a mucha gente –reconoce Kazinsky-. La idea de la federación es que hemos evolucionado más allá de la necesidad de una Section 31. Es parte del atractivo de la Federación. Pero estás en una galaxia rodeado por romulanos, klingons, ferengi y más, que no comparten nuestra moralidad. Y si necesitás luchar contra estas especies increíblemente poderosas y astutas, y necesitas poder luchar contra el fuego con el fuego. Y los modos inocentes y utópicos de la Federación deben ser protegidos: sus libertades religiosas, sus libertades sexuales, sus libertades sociales, etcétera. Y si no sabes cómo luchar contra ellos, perderás”.
-¿Cómo se inserta dentro de este universo?
-Bueno, cuando Roddenberry creó este universo, estaba la idea de esta sociedad utópica, pero la verdad es que había que mostrar cómo llegamos allí. Hubo un episodio increíble de DS9, que muestra la historia de cómo decidimos despedirnos de la sociedad capitalista y convertirnos en una sociedad no financiera. La idea de que podemos despertar un día y ser iluminados es absurda. Si no luchas por esas libertades, no luchas por esa seguridad, no luchas para proteger a esas personas que necesitan protección, todo es pierde. Eso es la Section 31.
-Hay un costado filosófico fuerte en la historia de la serie.
-Me gusta la idea de hablar filosóficamente sobre Star Trek. Eso es Star Trek. Es filosofía, es moralidad.
-¿Qué puede aportar esta película al universo de Star Trek?
- Es difícil de responder porque la verdad es que Star Trek tiene una base de fans muy apasionada, pero pequeña. No puede competir con Star Wars o Harry Potter o Marvel. No es tan grande como nos gustaría que fuera. Y si no sumamos más gente a Star Trek eventualmente la perderemos. Yo no quiero vivir en un mundo sin más Star Trek. Así que se hacen nuevos shows: ahora Starfleet Academy (por estrenar), Strange New Worlds. Hubo Discovery, Lower Decks, Prodigy. Diferentes géneros, diferentes sabores. Es decir “hay uno para vos”. Y si sumamos gente que entre por acá y luego vea, no sé, Star Trek: the Next Generation, podemos generar una comunidad muy positiva. Porque lo que me gusta de la comunidad de Star Trek, a diferencia de otras que no voy a nombrar, es que la nuestra está basada en una idea donde el futuro es de igualdad, moralidad y amabilidad. No de sexismo, racismo o ninguna de estas cosas. Por eso nunca debería haber gatekeeping aquí, porque va contra todo lo que el universo de Star Trek tiene en mente. Así que si podemos tener más gente que sea parte de este universo, aprender moralidad de gente como el capitán Jean-Luc Picard, creo que tendremos un mundo mejor.
-¿Tanto?
-Sé que suena ridículo, pero una de las razones por las que quise ser actor fue porque puedes cambiar el mundo más rápido con un filme que con un político. Y yo realmente creo en eso, que con La lista de Schindler puedes educar a la gente, puedes volverla más empática, hacer que sientan algo. Y si podemos traer la moralidad de Star Trek al mundo sí, tendrás un mundo mejor.