Apenas asumido como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump se encontró con el primer discurso opositor. Y lo tuvo que escuchar sin chistar. Fue el sermón de la obispa Mariann Edgar Budde, quien le pidió clemencia  hacia las personas LGBTQ+ y los migrantes durante el sermón en la Catedral Nacional de Washington el martes pasado. 

"Odiadora de extrema izquierda" fue la respuesta del ahora líder del mundo libre  en las redes sociales a la religiosa de 65 años, que como obispa de la diócesis episcopal de Washington es la líder espiritual de 86 congregaciones y 10 escuelas  en Washington D.C. y cuatro condados del estado de Maryland. Es la primera mujer en el cargo. Antes, estuvo desde 1993 como rectora de la Iglesia episcopal de San Juan en Minneapolis.

De por sí, la Iglesia episcopal es de las más liberales dentro del anglicanismo. Budde, casada con hijos y nietos, se graduó con honores en Historia en la Universidad de Rochester antes de obtener una maestría y un doctorado en el Seminario Teológico de Virginia.

Ya en 2011, en una entrevista con The Washington Post, tras asumir su cargo, se había manifestado a favor del matrimonio homosexual. La Diócesis Episcopal de Washington, la presenta en su web como defensora de causas como "la igualdad racial, la prevención de la violencia con armas de fuego, la reforma migratoria y la plena inclusión de las personas LGBTQ+".

La obispa ha publicado tres libros. El más reciente es de 2023 y se titula How We Learn to Be Brave: Decisive Moments in Life and Faith ("Cómo aprendemos a ser valientes: momentos decisivos en la vida y la fe") y fue publicado en 2023. Sus sermones suelen publicarse en la prensa, pero el de la asunción de Trump la puso a otro nivel.

Fueron apenas quince minutos en los que contrastó la crueldad manifestada por Trump en campaña con la creencia de los republicanos de que los derechos de los gays van en contra de la Biblia. 

De hecho, en la primera presidencia de Trump lo criticó por sacarse una foto con una Biblia en la mano frente a la Iglesia Episcopal de San Juan en Washington D.C. durante las protestas por el asesinato de George Floyd en 2020. "Todo lo que ha dicho y hecho es para avivar la violencia... Necesitamos un liderazgo moral y él lo ha hecho todo para dividirnos", dijo Budde entonces. 

Ahora, tras la viralización del sermón, la Iglesia episcopal reiteró su apoyo a los migrantes: "Como cristianos, nuestra fe está moldeada por la historia bíblica de personas a las que Dios condujo a países extranjeros para escapar de la opresión".

Del lado de los conservadores, la obispa Budde "debería ser añadida a la lista de deportaciones". Lo dijo el congresista republicano Mike Collins. Así de descolocados los dejó el sermón.