En la primera semana de gobierno, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanza con velocidad en contra de la denominada "ideología de género", una agenda compartida por la ultraderecha a nivel global. Entres esas medidas, Trump emitió una orden ejecutiva para obligar a las prisiones federales para hombres a mantener alojadas a los mujeres transgénero y detener los tratamientos médicos relacionados al cambio de género.
Desde la victoria de Trump, el presidente Javier Milei resaltó que estaba siendo consultado por parte del equipo del presidente estadounidense y, en particular, su afinidad con Elon Musk, un cruzado contra la comunidad LGBTIQ. La orden ejecutiva emitida contra las mujeres transgénero hace eco en un anuncio hecho por el presidente argentino junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en noviembre pasado.
"Sólo en un país cuyos valores han sido trastocados puede darse semejante barbaridad. Vamos a prohibirlo, los delincuentes no van a poder solicitar un cambio de penal bajo el paraguas de la ley de igualdad de género", sentenció Milei en el Salón Blanco de la Casa Blanca durante la ceremonia de Entrega de Sables de la Policía Federal.
El mandatario usó como excusa, sin mencionarlo abiertamente, al líder de la banda narco Los Monos, Guillermo Cantero, quien había presentado 10 hábeas corpus en los que decía autopercibirse mujer. Según un informe de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), en 2022, la población trasngénero detenida en las cárceles federales era de 36 personas.
En el caso de Trump, la medida forma parte de una amplia orden destinada a limitar el reconocimiento gubernamental del género. "A partir de hoy, la política oficial del gobierno de Estados Unidos será que solo hay dos géneros, masculino y femenino”, dijo Trump en su primer día como presidente.
La decisión de obligar a las mujeres transgénero a ser recluidas en prisiones de hombres tiene un nombre muy claro respecto de la mirada de la ultraderecha: “Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal”. “Los esfuerzos por erradicar la realidad biológica del sexo atacan fundamentalmente a las mujeres al privarlas de su dignidad, seguridad y bienestar”, justifica la orden de Trump.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos de las personas transgénero como la titular del National Center for Lesbian Rights, Shannon Minter, condenaron la desición advirtiendo que aumentará los casos de abuso sexual y agresiones físicas. "Esto también es perjudicial para los funcionarios penitenciarios, que ahora pierden la capacidad de tomar decisiones basadas en la seguridad y las necesidades específicas de cada caso", consideró Shannon.
En consonancia con la mirada del gobierno de Trump, Milei se pronunció ayer en el Foro de Davos en contra de la "ideología de género" y la agenda "woke", termino acuñado en Estados Unidos durante la lucha por los derechos civiles de la población negra y ahora utilizado por la ultraderecha para criticar las políticas progresistas.
"El wokismo ha calado tan profundamente en nuestras sociedades, promovido por instituciones como esta, que se ha llegado incluso a cuestionar la idea misma de sexo a través de la nefasta ideología de género", dijo Milei en Davos.
Y completó a tono con la decisión de Trump de frenar los tratamientos médicos para la población transgénero: "Esto ha derivado todavía mayor intervención estatal mediante legislación absurda como el que el Estado tiene que financiar hormonas y cirugías millonarias para cumplir con la autopercepción de ciertos individuos
Trump ya había aplicado medidas similares durante su primer mandato, pero ahora la medida es más amplia y alcanza, por ejemplo, a las personas detenidas en instalaciones de inmigración. La agenda antiimigración también avanzó a toda velocidad en la primera semana del segundo mandato del MAGA. Con cambios de programa, redadas policiales y reducción del derecho a la defensa.
Según un memorando interno del Departamento de Seguridad Nacional, obtenido por el New York Times, la secretaria interina de seguridad nacional, Benjamine Huffman, otorgó a los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (Ice) una autoridad sin precedentes para acelerar las deportaciones de inmigrantes, que ingresaron al país con autorización del gobierno de Joe Biden a través de la aplicación gubernamental CBP One o estatus legal temporal.
El memorando, según informó el New York Times, instruye a los funcionarios del ICE a identificar y potencialmente deportar rápidamente a los inmigrantes que han estado en el país durante más de un año y aún no han solicitado asilo, eludiendo de hecho los procedimientos tradicionales de los tribunales de inmigración.
Por esta decisión, miles de personas que habían recibido o estaban esperando citas para CBP One al sur de la frontera quedaron aisladas. Este viernes, la administración Trump redobló sus esfuerzos para deportarlos y anunció que estaba ampliando una autoridad de deportación por vía rápida a todo el país, permitiendo a los funcionarios de inmigración deportar personas sin comparecer ante un juez.