Después del desplome que sufrió la economía en los primeros seis meses de gobierno de Javier Milei, la salida de esa crisis no fue una explosión de crecimiento ni mucho menos, como publicita el oficialismo. El Presidente acaba de reiterar en Estados Unidos y en Suiza que la recuperación es "asombrosa, en forma de V" y que por eso ya se habla en el mundo del "milagro argentino".
Sin embargo, las cifras no lo avalan. Desde mayo pasado, cuando para Milei supuestamente empezó a crecer la pata derecha de la V, la cantidad de empresas que declaran trabajadores disminuyó en 2242. Son datos oficiales hasta octubre, los últimos disponibles, que chocan de frente con el relato triunfalista. En total, desde el inicio de la gestión libertaria, la economía nacional soportó el cierre de 12.214 empresas.
Las últimas publicaciones del Indec también contradicen la versión del Presidente, que describe una realidad maravillosa, plena de crecimiento y bienestar. En cambio, el informe de actividad económica de noviembre del organismo estadístico advierte lo siguiente:
"Diez sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Construcción (-14,2 por ciento) y Electricidad, gas y agua (-5,6). En conjunto, los sectores Construcción (-14,2), Industria manufacturera (-2,3) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-1,3) le restan un punto porcentual a la variación interanual del Estimador Mensual de Actividad Económica", puntualiza el propio reporte del Indec.
"Los sectores más ligados al mercado interno y al consumo, como el comercio, la industria y la construcción, continúan exhibiendo descensos notables respecto al mismo período del año anterior", alerta a su vez la consultora ACM, que analiza los datos del Indec.
Es decir, para un conglomerado de sectores clave de la economía, que concentran el empleo y son esenciales para el desarrollo, no hay milagro argentino ni nada de V.
Otra realidad
"Con un total de 256.300 toneladas, la producción de acero crudo en diciembre tuvo una caída del 24,3 por ciento con respecto al mes anterior y del 23,1 por ciento interanual. Durante diciembre se realizaron paradas de mantenimiento y ajustes de stock debido a la disminución de la demanda", publicó la Cámara Argentina del Acero el mismo día que Milei se jactaba del supuesto milagro argentino.
Las perspectivas tampoco entusiasman en el sector siderúrgico: "Para 2025 se espera un nivel de demanda superior al 2024, aunque por debajo de los niveles alcanzados en 2023", advirtió la entidad.
Algo similar ocurrirá con las ventas de materiales para la construcción, que en 2024 sufrieron un desplome histórico del 27,2 por ciento contra 2023. El último mes del año pasado la tendencia siguió siendo negativa, con bajas del 6,6 por ciento interanual y del 1,25 por ciento contra noviembre.
En 2025, el Grupo Construya, que agrupa a las principales fábricas de materiales para la construcción, estima que "el proceso de recuperación será lento" y estará asociado a la reactivación que pueda haber de las obras privadas con la expansión del crédito.
Menos empresas
La fenomenal caída de la economía durante el primer semestre del año pasado se tradujo en el cierre masivo de empresas. "Si se compara la cantidad de empleadores que declararon trabajadores entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, se redujo de 512.357 a 500.143, perdiéndose en total 12.214 empresas", precisó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
El informe aclara que son datos oficiales, con información publicada por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) referida a la Seguridad Social.
En este caso tampoco hay señales de una salida en V. "La mejora de 941 empleadores experimentada en el bimestre agosto-septiembre se vio interrumpida en octubre con una nueva retracción de 283 casos", indica CEPA.
El empleo, el consumo, los salarios, las jubilaciones, los ingresos populares, la inversión privada y la calidad de vida de las mayorías tampoco evolucionaron como dice Milei. Por el contrario, casi en la totalidad de los casos todavía se ubican por debajo de los niveles que dejó el gobierno de Alberto Fernández.
"Las ventas de productos lácteos muestran una caída significativa en el mercado interno, acumulando una baja de 6,9 por ciento interanual en noviembre y de 11,1 por ciento en el acumulado de once meses", ejemplifica CEPA. "Se registra el peor nivel de consumo interno per cápita de carne vacuna de los últimos 26 años, con una caída de 9,0 por ciento en 2024", agrega. "El consumo de yerba mate, en noviembre 2024, muestra un guarismo 15,1 por ciento inferior al mismo mes del año anterior", remata.
Son ejemplos que se acercan más a la realidad de los sectores populares que el presente rutilante que vende el Presidente.
Subas desde el subsuelo
Milei se esfuerza por mantener viva la esperanza y el entusiasmo entre sus seguidores, lo que parece resultarle bastante bien, de acuerdo a los sondeos de opinión pública de distintas consultoras. Habrá que ver si eso se traduce en votos cuando lleguen las elecciones de octubre.
Para entonces, el Gobierno confía en que podrá exhibir mejores números que los actuales. Tiene la ventaja de que la caída del año pasado fue tan profunda que ahora cualquier comparación se realiza sobre niveles muy bajos, en varios casos los menores en dos o tres décadas, sacando la pandemia.
Para ilustralo, sirve el ejemplo que se mencionó en esta columna semanas atrás. En Merlo, San Luis, la ocupación hotelera en el verano de 2023 fue del 85 por ciento. Un año después, con Milei generando un zafarrancho devaluador e inflacionario, la ocupación cayó como un piano al 47,1 por ciento. Y este verano la temporada arrancó en 67,1. Como se ve, hay un fuerte crecimiento contra el año pasado, pero en términos históricos la temporada es floja.
En términos estadísticos, con solo mantener el nivel de actividad económica de octubre de 2024, sin producir un solo auto más o una tonelada de soja más o un barril de petróleo más, con solo quedar operando a ese nivel, se registrará como que hubo un crecimiento del PIB de 2,5 por ciento.
Los que sí
Frente a los diez sectores de la economía que todavía soportaron caídas interanuales en noviembre, hubo cinco que equilibraron la balanza y permitieron que el EMAE anotara su segundo aumento contra el año pasado desde que gobierna Milei, en lo que también colaboró la baja base de comparación de 2023, el mes en que se resolvió el balotaje. La suba fue del 0,1 por ciento. El anterior registro positivo interanual fue en mayo pasado, con un alza del 1,4 por ciento, cuando Milei ubica el inicio de la recuperación en V que luego no se verificó.
Los cinco sectores que traccionan para arriba son Explotación de minas y canteras, con un crecimiento interanual en noviembre del 7,1 por ciento, Pesca (164,6), Intermediación financiera (9,9), Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (0,9) y Enseñanza (1,1). En el acumulado anual hay que sumar el aporte determinante del sector rural, que logró recuperarse después de la sequía histórica de 2023, aunque en noviembre bajó 0,1.
Sin ese aporte clave de la producción agrícola, si se tomara solo lo que ocurrió con el comercio, la industria y la construcción, la caída de la economía del año pasado hubiera alcanzado el 5,5 por ciento. Son sectores que siguen sin ver la V que anuncia Milei.