A 28 años del asesinato de José Luis Cabezas, habló su hermana Gladys, quien lo recordó como "una persona alegre y buena", además de expresarse sobre los malos manejos de la Justicia.
En declaraciones radiales, Gladys Cabezas cuestionó. "Esta justicia es lenta y no sirve para nada. No hay ningún detenido hace rato". Asimismo, añadió: "Tenemos un estado completamente ausente".
Días antes de este nuevo aniversario, Gladys había contado que su hijo tuvo un incómodo encuentro con Horacio Braga, quien le dijo en una charla casual, sin saber que era familiar del reportero: "Yo estuve detenido. Fui uno de los que mató a Cabezas". Fue en un recital de Baradero.
El recuerdo del editor Gabriel Michi
Por su parte, el periodista Gabriel Michi, actual editor de la revista Newsweek, reflexionó sobre el impacto de este hecho que marcó un antes y un después en la historia del periodismo argentino.
Durante una entrevista radial, compartió detalles sobre su vínculo con Cabezas y las repercusiones sociales y profesionales del trágico asesinato.
"A 28 años, esto sigue siendo una herida que no cicatriza", aseguró. "Cuando ocurrió el asesinato, yo tenía 28 años. Era muy joven, y hoy se cumplen 28 años de aquel día. La mitad de mi vida estuvo marcada por esta tragedia", expresó.
Destacó el vínculo personal que lo unía a José Luis, con quien había trabajado en múltiples coberturas periodísticas. "Aunque no éramos amigos íntimos, compartimos mucho, incluso viajes al exterior. Teníamos una relación muy cercana. Hoy sigo vinculado con su familia; somos como familias ensambladas por el dolor", contó.
Sobre el día del asesinato, relató: "Aquella noche, después de la fiesta de Andreani, José Luis decidió quedarse un rato más. Al día siguiente, cuando llegaron unos amigos míos para mi cumpleaños, me avisaron que él no había vuelto. Ahí comenzó una búsqueda desesperada que terminó de la peor manera".
Michi recordó el momento en que llegó a la comisaría y un oficial le confesó: "Creo que tengo una mala noticia para darte". Finalmente, reconoció el cuerpo de Cabezas en una cava en General Madariaga: "Es una imagen que no voy a olvidar nunca".
Para Michi, el caso de José Luis Cabezas trascendió lo personal y se convirtió en un hecho histórico. "Lo que ocurrió con José Luis generó un impacto único en la sociedad argentina. Nunca en la historia del mundo ocurrió algo como esto: que una sociedad entera se movilice en defensa de un periodista", afirmó a Splendid.
"Hoy José Luis es un icono, un referente, con más de 75 lugares que llevan su nombre: calles, barrios y plazas en todo el país. Es increíble ver cómo alguien que era mi compañero se convirtió en un símbolo tan importante", destacó.
Michi también recordó el talento de Cabezas como fotógrafo y periodista. "José Luis tenía un olfato periodístico impresionante. Podía imaginarse la nota completa, incluso con el título, antes de tomar la foto", relató. También destacó su habilidad para conectar con los entrevistados y lograr imágenes únicas.
"Lo vi convencer a personas que yo nunca hubiera imaginado. Por ejemplo, a Ernesto Sabato, quien tenía un carácter muy difícil, lo hizo posar frente a un fondo naif en una plaza. También recuerdo cuando logró que Oscar Andreani se vistiera con un traje típico para una sesión de fotos."
Durante la entrevista, Michi expresó su indignación por la falta de justicia en el caso Cabezas. "Es increíble que quienes participaron en el asesinato hoy estén libres. Algunos incluso han reincidido en delitos, lo que demuestra que siguen siendo un peligro para la sociedad", afirmó.
Michi hizo referencia al reciente episodio en el que el sobrino de Cabezas se cruzó con uno de los responsables del crimen: "Es un escándalo. Esto refleja cómo el sistema judicial no estuvo a la altura".
El caso
Cabezas era un fotoperiodista investigativo que trabajaba para el diario Clarín y la revista Noticias. Antes de su muerte había estado investigando sobre la corrupción y el narcotráfico en la provincia de Buenos Aires.
Un año antes había logrado fotografiar a un empresario del que se hablaba mucho, pero que casi nadie había visto: Alfredo Yabrán. Aquella foto terminó siendo la sentencia de muerte de José Luis.
Su asesinato se produjo cuando estaba de vacaciones en Pinamar, donde fue encontrado muerto en su auto, con varios disparos. La investigación posterior reveló que su asesinato había sido ordenado por el empresario Yabrán, quien había sido objeto de varias investigaciones periodísticas de Cabezas.
El asesinato de José Luis Cabezas generó una gran movilización social y política en Argentina. Se realizaron manifestaciones y marchas en su memoria. Además se exigieron investigaciones y sanciones para los responsables de su muerte.
Finalmente, en 2000, Alfredo Yabrán se suicidó antes de ser arrestado. Sin embargo, la Justicia argentina continuó investigando y procesando a otros involucrados en el asesinato de Cabezas como a la banda de "Los Horneros", un grupo de delincuentes de La Plata, conformado por José Luis Auge, Héctor Retana, Sergio González y Horacio Braga.
La muerte de José Luis Cabezas es recordada cada año en Argentina como un símbolo de la lucha por la libertad de expresión y la justicia.