Esta semana, desde Davos, el presidente español Pedro Sánchez dijo cosas que los líderes europeos no suelen decir: llamó a acabar con el anonimato en las redes sociales que "están dañando" a la democracia. Anunció que propondrá esa medida a sus colegas europeos en una futura reunión en Bruselas, con el objetivo de hacer de las redes sociales "espacios seguros y justos". Hizo un llamado a que EuropY consideró que los dueños de las redes sociales deberían ser "considerados personalmente responsables del incumplimiento de las leyes y normas en sus plataformas, tal como sucede en otros sectores".