Minutos antes de dejar el poder Joe Biden conmutó la sentencia de prisión de Leonard Peltier, un activista de los derechos de los nativos americanos que pasó casi 50 años en una prisión federal tras ser acusado de asesinar a dos agentes del FBI. Tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como Amnistía Internacional (AI) celebraron la decisión sobre el activista, quien ha recibido el apoyo a lo largo de los años de varios premios Nobel, actores, músicos y escritores de distintas nacionalidades que han pedido su liberación.

“(Peltier) tiene 80 años, sufre graves problemas de salud y ha pasado la mayor parte de su vida (casi medio siglo) en prisión. Esta conmutación le permitirá a Peltier pasar sus días restantes en prisión domiciliaria, pero no lo indultará por sus delitos subyacentes”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.

En una declaración posterior al anuncio de la conmutación de la pena, Peltier dijo: “Por fin se acabó. Me voy a casa. Quiero mostrarle al mundo que soy una buena persona con un buen corazón. Quiero ayudar a la gente, tal como me enseñó mi abuela”.

La conmutación del activista se enmarca en una serie de indultos que Biden decretó antes del traspaso de mando a Donald Trump. Entre los perdonados se encuentran miembros de su familia, así como un grupo de congresistas y funcionarios, quienes, en su caso particular, recibieron el perdón debido al temor del exmandatario estadounidense de que el nuevo gobierno los persiguiera por motivos políticos.

"Finalmente podrá volver a casa"

Chauncey Peltier, quien tenía 10 años cuando su padre fue encarcelado, mencionó que estaba sorprendido y emocionado al enterarse de la decisión de Biden. “Es uno de los casos de violación de derechos más grandes de la historia y uno de los presos políticos que más tiempo ha estado preso en Estados Unidos. Y finalmente podrá volver a casa. No puedo explicar cómo me siento”, expresó el hijo del activista.

Diversos organismos también aplaudieron la medida. "Aunque la conmutación no puede devolverle las décadas de vida que ha perdido, le brinda la posibilidad de recibir el necesario cuidado médico y reconectar con su pueblo", destacó el relator de la ONU para los pueblos indígenas, Albert Kwokwo Barume, en un comunicado. "Es un importante gesto de Estados Unidos hacia sus indígenas", añadió.

Durante todos estos años Peltier ha defendido su inocencia y han permanecido las dudas sobre la validez del juicio, subrayó el relator, recordando que en 2022 el Grupo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias consideró que la condena al activista no respetaba el derecho internacional, por lo que debía ser puesto en libertad.

Los activistas de derechos indígenas y humanos también han pedido desde hace tiempo que Peltier sea liberado, bajo el argumento de que fue condenado injustamente. “El presidente Biden actuó correctamente al conmutar la cadena perpetua del anciano indígena y activista Leonard Peltier, dada la honda preocupación en materia de derechos humanos por la imparcialidad de su juicio", señaló en otra nota Paul O’Brien, el director ejecutivo de AI en Estados Unidos. “AI ha pasado años haciendo campaña para que el gobierno estadounidense concediera clemencia a Leonard Peltier, bajo el liderazgo de las naciones tribales y los pueblos indígenas", remarcó.

En paralelo, la medida fue criticada por integrantes del FBI. “Este acto vergonzoso de último momento del entonces presidente Biden, que no cambia la culpabilidad de Peltier pero lo libera de prisión, es cobarde y carece de rendición de cuentas”, dijo en declaraciones recogidad por Natalie Bara, presidenta de la Asociación de Agentes del FBI, una organización privada sin fines de lucro que ayuda a los agentes especiales actuales y anteriores de la agencia. “Es una traición cruel a las familias y colegas de estos agentes caídos y es una cachetada a la policía", agregó.

El caso

Peltier participó activamente en el Movimiento Indígena Estadounidense, que comenzó en la década de 1960 como una organización local de Minneapolis, que luchaba contra la brutalidad policial y la discriminación de los indígenas estadounidenses, informó la cadena televisiva CNN. Rápidamente se convirtió en una fuerza nacional y, en 1973, tomó el pueblo de Wounded Knee, en la reserva de Pine Ridge, lo que desató un enfrentamiento de 71 días con agentes federales. Las tensiones entre el movimiento y el Gobierno persistieron durante años.

El 26 de junio de 1975, los agentes acudieron a Pine Ridge para cumplir órdenes de arresto en medio de batallas sobre los derechos de los nativos en virtud de los tratados y la autodeterminación. Tras resultar heridos en un tiroteo, los agentes Jack Coler y Ronald Williams recibieron disparos en la cabeza a quemarropa, según declaró el FBI. En el tiroteo también murió Joseph Stuntz, miembro del Movimiento Indio Estadounidense.

Otros dos miembros del movimiento, Robert Robideau y Dino Butler, fueron absueltos del homicidio de Coler y Williams. Tras irse a Canadá y ser extraditado a Estados Unidos, Peltier fue declarado culpable de dos cargos de homicidio intencional y condenado en 1977 a cadena perpetua, a pesar de las alegaciones de la defensa de que las pruebas contra él habían sido falsificadas

Una mujer llamada Myrtle Poor Bear fue una presunta testigo clave en el caso, al afirmar haber visto a Peltier matar a los dos agentes del FBI. Sin embargo, tiempo más tarde se retractó de su testimonio, y aunque no fue citada en el juicio, el juez impidió que fuera llamada por la defensa, indicó Amnistia Internacional. En el año 2000, Myrtle reveló públicamente que su declaración inicial había sido producto de meses de amenazas y acoso por parte del FBI.

En 2022, Peltier le explicó a NBC News que no buscaba un indulto presidencial por un delito del que asegura ser inocente, sino la oportunidad de salir de prisión y solicitar un nuevo juicio. En julio de 2024, se le denegó la libertad condicional, por lo que no podía optar a ella hasta 2026.