Los británicos, que suelen ser la excepción en tantas cosas – manejar por la otra mano, volante a la izquierda, largo etcétera –, comparten el temor generalizado que provoca el dúo dinámico Donald Trump - Ellon Musk. El dúo detesta al Partido Laborista y le importa un bledo la supuesta relación especial histórica entre el Reino Unido y Estados Unidos, cultivada diplomáticamente hasta hace poco por demócratas y republicanos.