Me crié en una casa llena de música y largas peñas de sobremesa en San Nicolás, provincia de Buenos Aires. Cuando tenía ocho años me dejaron en el arbolito de navidad un bombo legüero. Complejo de aprender, si lo pienso ahora que sé de qué se trata, pero en aquel momento como faltaban percusionistas en las fiestas que se armaban los fines de semana en mi casa, me sumé a la aventura de tocar el bombo y trasnochar rodeada de gente ebria y divertida. Cuando aprendí a tocar la guitarra lo primero que toqué hasta tener los dedos ásperos fue “Volver a los diecisiete”, de Violeta Parra, y “Rezo por vos”, de Charly García. Me encantaría preguntarle a aquella Violeta de nueve años, sentada con una guitarra más grande que su cuerpo, qué pensaba cuando cantaba “Volver a los diecisiete” sin haber vivido ni un cuarto de siglo, que no sabía cómo la iba a transformar el amor, la nostalgia y los enredos. Inocente y en crecimiento como el musguito en la piedra, tocaba y cantaba sintiéndolo todo como los adultos que cantaban al lado mío, un poco pasados de vino. Después pasó el tiempo y me fui enredando en otros sonidos y búsquedas personales y esas canciones, como himnos, quedaron solo en el recuerdo.

Me reencontré con este tema un par de años después de haber pasado los diecisiete. Al tiempo de mudarme sola a la Capital, conocí a Charlo, mi compañero de vida, mi gran amor de juventud. Era primavera, y los dos mega nerds teníamos las mejores citas yendo a escuchar y ver todo lo que podíamos. Como ahora quizá, pero atrapados por la ternura de dejar de ser extraños y sentirnos adultxs. Una noche fuimos al cine Gaumont a ver Violeta se fue a los cielos, una película preciosa sobre su vida, que se basa en la biografía escrita por su hijo Ángel. Al final de la peli, entre mocos y llanto, convencida del himno que es esta canción, afirmando que lo que puede el sentimiento no la ha podido el saber, ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento como dice la letra. Al final de la peli, pasan los datos biográficos de la artista y de repente, pum, Violeta Parra nació un 4 de octubre igual que yo y su segundo nombre es Carmen igual que el mío. Un poco en shock, con la cabeza volada, en una sobremesa los días después, le pregunte a mi mama si me había puesto este nombre por Violeta Parra, ya que crecí pensando que me llamaron así porque el pueblo de al lado de donde crecí se llama “La Violeta” y simplemente me había puesto el mismo nombre que el pueblo vecino. Pero no. Mi vieja dijo naa, nada de eso. Me contó que había tenido un amigo muy querido de la militancia en la década de los setenta y que su hija se llamaba Violeta y era una nena muy hermosa y ese fue el motivo. Probablemente su amigo le había puesto Violeta por Violeta Parra.

Para cerrar esta historia de coincidencias e inspiración que me trajo la Violeta Parra en estas tres etapas importantes de lo que va de vida, se va la última.

Estaba recién llegada, pero esta vez a Suiza, donde me fui a estudiar y vivir por un par de años. Iba caminando desde la parada del tranvía hasta un teatro donde tenía que tocar en Ginebra, por primera vez en esta ciudad tan ajena. Estaba nerviosa por estar tan lejos, tocando para gente tan extraña y una música muy mía. Para llegar al lugar, crucé una plaza que se llamaba Violeta Parra y había sido fundada por el movimiento feminista ginebrino. También era primavera, como la vez del cine y el amor. Me acuerdo que estaba todo repleto de flores de muchos colores y rico olor, perfectamente organizadas como todo lo suizo. Volvió a aparecer Violeta y le di play en los auriculares... también en un momento muy nuevo, estallado de nuevas experiencias y aventuras la única diferencia que, ahora sí con más de un cuarto de siglo cumplido, a mis 30 años y sintiendo como dice la canción sobre este instante fecundo, confirmando una vez más lo espectacular que es este tema, siempre enredada como el musguito en la piedra, ay si, si, ¡sí!

Violeta García es violonchelista, compositora y artista sonora. Licenciada en Artes Musicales de la UNA y Master en Composición en Prácticas Contemporáneas en la Universidad de Artes de Berna, Suiza. Actualmente se encuentra de gira por el mundo en versión solista, con su banda Blanco Teta. Acaba de estrenar el primer adelanto de su tercer disco solista llamado In/Out.