Los gremios que conforman la Intersindical Rosario plantan bandera y buscan ser parte de las próximas elecciones constituyentes. El objetivo es simple: llevar las demandas del movimiento obrero organizado al debate en el que se reformará la Constitución provincial. Con ese fin se reunieron esta semana, aunque dentro de una agenda más amplia que incluye el repaso por los reclamos sectoriales de cada uno de los sindicatos. “Es una oportunidad excelente para incorporar en una Constitución moderna los derechos colectivos de todos los trabajadores y trabajadoras. No queremos ser meros espectadores en esta discusión”, expresó Alberto Botto, secretario general de Luz y Fuerza en Rosario. “Es importante nuestro aporte, en un momento donde el cercenamiento del derecho de los trabajadores es moneda corriente”, añadió Analía Ratner, titular de La Bancaria Rosario.

La definición surgió de un encuentro este lunes, donde participaron representantes de los distintos gremios que conforman la Intersindical. La reunión tuvo como objetivo “analizar la agenda 2025”, que en el corto plazo presenta algunos desafíos como el cierre de listas de cara a las elecciones legislativas y constituyentes de la provincia. En un comunicado difundido luego del encuentro, los gremios dejaron manifiesta “la exigencia de representación propia del sector obrero en la reforma de la Constitución de Santa Fe, que garantice la custodia de nuestros derechos”.

“Estamos analizando qué participación podemos tener desde el movimiento obrero. Nosotros creemos que se necesita una participación activa, con una representación real. Eso corre para la constituyente, pero también para el resto de las listas que se van a conformar para participar en las diferentes elecciones”, señaló Botto en diálogo con Rosario/12. En ese sentido, si bien aclararon que “no descartan nada”, la idea no es participar con listas propias, sino disputar lugares dentro de partidos políticos afines. “Estamos hablando con diferentes fuerzas. La idea es que la participación de los trabajadores no quede solamente en un discurso”, deslizó.

Desde la Intersindical calificaron de “necesario” el aporte de los gremios en la nueva Carta Magna. “Es una oportunidad excelente para incorporar en una Constitución moderna los derechos colectivos de todos los trabajadores y trabajadoras. No queremos ser meros espectadores en esta discusión”, expresó el dirigente y agregó: “Nos parece que toda la familia trabajadora tiene que estar incorporada en el debate. Podemos aportar mucho desde nuestro sector”.

Dentro de ese contexto, Botto indicó que uno de los temas que genera preocupación en el conjunto de los gremios es el aspecto previsional, al igual que las empresas del Estado. “Son cuestiones que deben tener un resguardo institucional y eso puede plantearse en el marco de la reforma”, sostuvo el representante de Luz y Fuerza. A eso se le suman aspectos puntuales que responden a los intereses de cada uno de los gremios. “En la reunión hablamos de conseguir los espacios y tratar de resguardar a través de la Constitución los derechos que tenemos los trabajadores y trabajadoras. Nos parece fundamental”, añadió.

Por su parte, Ratner reforzó la intención de que los gremios tengan representación en la convencional. “Estamos en un contexto político económico y social muy difícil, pero que nos tiene que tener a la altura de las circunstancias”, evaluó en declaraciones a Rosario/12. “Queremos participar de una manera activa. Si se va a legislar una nueva Constitución en la provincia, los trabajadores debemos ser parte de eso. Las estrategias y planteos para definir cómo lo hacemos debe salir del conjunto de los espacios. Lo que sí nos parece necesario es que el movimiento obrero tenga representantes”, agregó.

La titular de La Bancaria señaló que el conjunto de los gremios aspira a lograr “un diálogo y una construcción colectiva” dentro de la discusión. “Es importante nuestro aporte, en un momento donde el cercenamiento del derecho de los trabajadores es moneda corriente. Me parece que lo mínimo es garantizar que se cumplan con los derechos que tenemos los trabajadores y que no se siga avanzando en este clima de época que se está viviendo”, cuestionó y añadió: “En la provincia sufrimos una reforma jubilatoria con la que no acordamos. Los debates son muchos y colectivos, pero todos vinculados a garantizar los derechos de los trabajadores”.

Otros temas en la agenda

En el encuentro de la Intersindical se abordaron distintas temáticas sectoriales, con el fin de aunar fuerzas en el reclamo. Dentro de esa agenda aparece el conflicto en la Central Términca Sorrento, que mantiene a los gremios en estado de alerta ante el despido de casi la mitad del personal. También forman parte del listado las reformas que se buscan impulsar en el Ministerio Público de la Acusación y los despidos en Pami, que tuvieron su correlato también en la ciudad, entre otras. Para Botto, todas las demandas tienen el mismo trasfondo: el arrastre de un año que fue “muy malo” para toda la clase trabajadora.

“El balance no es bueno para nada. Hay muchos inconvenientes con las fuentes de trabajo que se están perdiendo, más la pérdida del poder adquisitivo. Eso impacta de lleno en el sector productivo. Hay despidos, suspensiones, retiros voluntarios. Volvimos a lo que no queríamos volver, lamentablemente. Y se va a seguir profundizando en tanto y en cuanto a las familias no se les recomponga el ingreso necesario como para sostener las necesidades básicas”, evaluó.

 

Además, los gremios manifestaron su preocupación por el “agravamiento institucional” y la profundización de los discursos de violencia por parte del gobierno nacional. “El gobierno habla del exterminio al que no piensa igual. Es muy peligroso y estamos en una situación de gravedad institucional terrible. Es algo que, después de la historia de la lucha que tiene este país por sostener más de 40 años de democracia, no se puede dejar pasar”, sostuvo Ratner. Y completó: “Como actores sociales también debemos expresarnos y por eso vamos a adherir a las acciones para repudiar las declaraciones del presidente y el discurso de odio que se baja desde el gobierno”.