De alguna manera te tocó ser el traductor de la Cultura Hip Hop en tu país ¿Cómo fueron esos comienzos?
Me llega el rap en los años 80. Me llegó a través del baile, por las películas de Breakdance de esa época, en las películas se mostraba la vida de jóvenes de barrio, de los ghettos. Había música y una estética en los breakers con la ropa, los graffitis. Ya con la película Beatstreet empieza a entenderse más el mensaje del rap con las letras de Melle Mel, letras que hablaban de lo que pasaba en Filipinas, Sudamérica, África. Letras que estaban hablando de lo que pasaba en los ghettos y en el mundo. La música de las películas me permitieron descubrir a los artistas del Hip Hop. Había una conexión, porque esos jóvenes vivían en los ghettos, con situaciones complicadas, el arte funcionaba como una forma de escape. Era lo que yo vivía en mi población, Renca, nosotros nos protegimos de las cosas de la calle por el baile. Veía en el Hip Hop una actitud desafiante.
En ese tiempo ya tenías claro la importancia de lo colectivo porque al poco tiempo fundan Panteras Negras…
Panteras Negras surge en el 88, el año del plebiscito. En ese entonces nos hicieron un documental. Estábamos con Chino Makina, El Juez, Pita, Duro, Gudy, que son los Panteras con los que comenzamos, en ese momento no teníamos nombre. Nos empezaron a invitar de distintos barrios, primero nos invitaban como breakers y después vieron que los breakers cantaban. Nos presentamos por primera vez un 14 de diciembre de 1988 con el nombre de Panteras Negras emulando lo que entendía yo que era el Black Power. Cuando estaba Salvador Allende en el Gobierno de la Unidad Popular una comisión de gente negra fue a la Universidad de Santiago, en ese grupo estaba Angela Davis. En honor a las Panteras Negras decidí que era un buen nombre por la lucha que también daba mucha gente en la clandestinidad de forma armada y política. Le pusimos Panteras Negras homenajeando ese sentido político que tenía el Hip Hop.
Hoy 35 años después siguen vigentes, celebrando y trabajando en conjunto
Seguimos tocando, hicimos una gira por varios lugares dentro del país, y quedan algunas fechas más para seguir celebrando. Cada vez que los Panteras se juntan hay un encuentro de artistas que nos van a ver, de una generación que lleva a sus hijos. Es un encuentro generacional. Esta vez será el último encuentro en público de los Panteras, es un cierre de ciclo.
Hoy no se ven tantos grupos de rap, ¿a qué crees que se debe?
Yo creo que la industria en general empezó a acabar con los grupos. Se mete en la cultura y eso hace que se divida. Panteras Negras es de los últimos grupos, La Pozze Latina, somos pocos. El sistema interviene en las creaciones porque ofrece éxitos, luces, fama, que te transformes en un personaje. Buscan que la gente siga personajes y no artistas. Somos de una generación que escuchábamos música, los discos enteros.
¿Y hoy en qué rol te encuentra el activismo Hip Hop?
Desde hace 20 años empecé a enfocarme más como activista y productor. Empecé a pensar en contenido, situaciones, generar lugares para las bandas nuevas, festivales gratuitos en las calles, talleres, reeducar a la gente que hace rap y entregar herramientas históricas y musicales de creación. Hace 20 años hacemos Escuela Hip Hop, trabajo con los Panteras y gente nueva también. Ofrecemos talleres de canto con Pedro Foncea, producción con Hordatoj, y el que hago yo sobre la historia del Movimiento Hip Hop global. Lo que hago es ir atrás en la historia, para entender por qué nace el Hip Hop. No nace en el ‘73, hay que ir al ‘63. Los movimientos por los derechos civiles traspasan esos valores a la generación siguiente. Sin los referentes como Malcolm X, Martin Luther King Jr, las Panteras Negras, no hubiese surgido un movimiento de resistencia como el Hip Hop. Hay que recordar que tiene un origen contracultural.
¿Cómo ves el presente de la escena musical Hip Hop?
Hay muchos artistas nuevos en el underground, pero no tienen la misma proyección mediática que tenían en el 2019 por ejemplo donde el rap ocupaba escenarios pop. Hoy día los que ocupan ese lugar son los que hacen trap o reggaeton, que hay muchos. Esa escena vino a reemplazar al rap como música. El rap ya no es un nicho de los jóvenes. El Hip Hop no es un movimiento juvenil, es un movimiento adulto.
Las multinacionales, medios y varias instituciones siguen invirtiendo dinero en eventos como competencias para las juventudes, ¿Qué pensás de ese enfoque?
Todo lo que está detrás de Red Bull o Puma tiene que ver con el sionismo internacional, es un movimiento racista. Empieza a generar entre la gente una deformación de lo que es el rap, el rap no es un deporte de equilibrio o quien mete más sílabas en un segundo, verlo como un deporte es dañino. Hacen que se burlen entre ellos y les dan un premio. Va contra toda ética, si alguien me ofende lo más probable es que me disguste y le ponga un piñazo en la cara, eso es lo normal en el barrio. El rap es una música del barrio, no puede ofenderse a una persona y reirme, a no ser que sea un cómico, pero no soy cómico, soy rapero. El rap es música, es una forma de poesía. Esto le conviene a los blancos que manejan la industria que han hecho que esto sea un espectáculo, un circo romano para destruir lo que era, música. Las batallas para mi son anti Hip Hop, aunque rapeen. Crean una ilusión y en cinco años más nadie se va a acordar de ellos, los únicos que ganan son los productores. No contratan artistas, llaman personas que no son artistas para no pagarles nada. Venden humo y solo generan división. Todas estas batallas son una cosa completamente fascista y racista, es una competencia que no va a ninguna parte. Los suben para entretener a los demás de forma vulgar.
¿Cómo ves el diálogo entre las distintas generaciones del Hip Hop?
Creo que es un momento de encuentro. La gente que está en la búsqueda del origen va a permitir que no muera esto. Yo no identifico el trap ni el reggaeton como algo que pertenezca al Hip Hop. En los talleres que doy, hay chicos ávidos por saber lo que pasó tiempo atrás. Cuando se lo mostramos están agradecidos. Ese diálogo es bueno porque garantiza que seamos un movimiento cultural.
Estoy con la intención de situarme en el territorio donde yo partí, trabajo en el Ministerio de Cultura hace 15 años, desde Arica al Sur recorrimos Chile llevando Hip Hop. Desde el año pasado le planteé al alcalde celebrar los 50 años del Hip Hop en Renca, trajimos artistas importantes. Se empezó a crear una dinámica para reivindicar el origen. Los Panteras somos los primeros porque el primer cassette se grabó en Renca, las primeras competencias de baile también. Renca durante fin de los ‘80 y mitad de los ‘90 fue un punto de encuentro, ahí nace La Coalición, un movimiento que surge en el ‘93 donde llega Juan Sativo, Lenwa Dura, Guerrillerokulto, y muchos más que rapeaban, eran todos chicos de barrio. Era el primer colectivo político, fundado por los Panteras y Pedro Foncea de De Kiruza. La Coalición sembró semillas para crear escena en muchas regiones de Chile. Todos los Coalición se transformaron en figuras importantes. Después de haber caminado todos estos años quiero fundar un espacio permanente para el Hip Hop, se va a abrir la primera oficina de Cultura Hip Hop, en el municipio de Renca. La idea es generar la Casa del Hip Hop, emulando la experiencia de Colombia. De aquí al 2026 queremos fundar la casa del Hip Hop en Renca y que se establezca un financiamiento estable para poder recibir gente de todo Chile y empezar a generar las conexiones que, durante todos estos años he hecho de forma personal, con Argentina, España, Bélgica, Francia y llevar eso a la comuna. Generar encuentros pensantes. Construir una política Hip Hop, retomando las ideas originales.
*Artista y activista antirracista afroargentino de DIAFAR.