Mientras avanza el proceso de licitación del tendido de un alambre de 200 metros en la frontera con el Estado Plurinacional de Bolivia, el gobernador Gustavo Sáenz se hizo merecedor de un elogio del presidente Javier Milei.
"Excelente el gobernador" Gustavo Sáenz, sostuvo el Presidente en un posteo en X en el que también felicitó a las ministras de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y de Capital Humano, Sandra Pettobello. Están "trabajando", dijo el mandatario nacional, "en resolver problemas concretos de los salteños tanto en materia de seguridad como de asistencia".
"Nos eligieron para dar respuestas y soluciones, y estamos cumpliendo con nuestra palabra. El narcotráfico nunca más va a volver a pisar fuerte en Salta", aseguró el gobernador en respuesta al twit presidencial.
Sáenz agradeció el elogio de Milei y sostuvo: "Juntos, trabajando en equipo, Gobierno nacional y provincial, lo lograremos".
En consonancia, ayer el gobierno provincial ratificó que la "decisión conjunta y en el marco del Plan Güemes, para construir un alambrado perimetral en Aguas Blancas, está tomada".
Los 200 metros de alambrado romboidal con cierre superior de alambre de púas se extenderán en el pequeño pueblo de Aguas Blancas, desde la terminal de ómnibus hasta la oficina de Migraciones ubicada en el acceso al Puerto de Chalanas, que se abordan para cruzar el río Bermejo y llegar a la ciudad homónima, en Bolivia, un gran mercado recorrido a diario por miles de connacionales.
Ese vallado persigue los objetivos de "reforzar los controles, la prevención de actos ilícitos y regulación migratoria", sostuvo el gobierno salteño. El movimiento en los pasos internacionales habilitados en Aguas Blancas (el Puerto de Chalanas y el puente internacional), en el departamento Orán, es sobre todo motivado por el intercambio comercial.
"Hay una política de los Estados nacional y provincial para pelear contra el narcotráfico y combatir el contrabando y otros delitos complejos” en una zona fronteriza crítica que al ser un punto limítrofe con alto flujo de personas y bienes, presenta múltiples desafíos, afirmó el gobernador, según cita la información oficial.
También aseguró que “Es la primera vez en la historia que se está trabajando seriamente y en conjunto para combatir el narcotráfico”.
Sáenz señaló que el alambrado optimizará la supervisión del flujo de personas y bienes,y facilitará la identificación de actividades irregulares. “Se busca encauzar la llegada y salida por la frontera; es decir que los que llegan a la terminal de Aguas Blancas sigan hasta Migraciones, y saber con qué egresan y con qué llegan desde Bolivia”, dijo.
En declaraciones públicas el gobernador también rechazó ayer las expresiones contrarias de representantes del gobierno de Bolivia, que expresó su preocupación de que esta decisión se haya tomado sin un diálogo entre ambos países, como es de práctica en acciones que involucran a la frontera.
Sáenz opinó que estas objeciones no corresponden porque el alambrado se levantará en el ejido municipal de Aguas Blancas, en territorio nacional. “Sobre el tema no tenemos que dar explicaciones. Creo que llevó la cuestión más allá. Son 740 kilómetros de frontera y este alambrado son dos cuadras y media y dentro de nuestra casa”, minimizó.
En esta línea recordó que Bolivia también objetó que la provincia de Salta cobrara el servicio de salud pública a personas extranjeras no residentes. Calificó esta medida como "de justicia y de optimización de los recursos”. E insistió: “Con estas decisiones no sólo estamos cuidando a los salteños, sino a todos los argentinos y es necesario seguir trabajando de manera conjunta con el gobierno nacional para lograr los objetivos propuestos”.
Una valla para evitar el paso por viviendas
El interventor municipal en Aguas Blancas, Adrián Zigarán, informó a Salta/12 que el alambrado resolvería el inconveniente suscitado por "dos o tres casas" que tienen salida hacia el Estado Plurinacional de Bolivia y cuyos propietarios cobran un "peaje" para que viajeros pasen por sus terrenos evitando los controles.
Según contó, esta práctica comenzó desde Navidad, "por culpa de Bolivia que todas las veces manda una sola persona" a su oficina de control, eso provocó que hubiera "10, 15 o 20 mil personas" en las filas esperando pasar, hasta que finalmente esas personas terminaron saliendo por los techos de estas casas. "Y eso avivó a la gente que vivía ahí", en lugar de que pasaran por sus techos, habilitaron pasos por sus fondos con el pago de un peaje que los comentarios, sería de 500 pesos por persona. En internet se comenta que estos pasos se concretan en connivencia con las fuerzas de seguridad.
Zigarán cree que esta modalidad de aduana parelala decidió a la Nación a construir el alambrado. Explicó que la idea del tendido es formar una L, la parte de mayor extensión sería cubierta con el alambrado; la otra, por personal de las fuerzas de seguridad, y de esa manera "no va a haber ninguna posibilidad de que la gente pase por esas casas" y solo podría cruzar por el Puerto de Chalanas.
Sin embargo, el interventor recordó que esta valla no busca controlar el paso de bagayeros, sino el tráfico de drogas. Dijo que se calcula que por el Puerto de Chalanas pasa solo "el 15% del contrabando de mercadería. El otro 85% de contrabando sale en gomones desde Bolivia hacia dos fincas (del lado argentino), una, la más reconocida, es Finca Karina". Pero como el Plan Güemes está orientado al narcotráfico, no está puesta la atención en ese punto, explicó. Es que el dinamismo económico de Aguas Blancas está dado por este intercambio comercial, lo que sería afectado si se cerrara el "Puerto Karina".
En Aguas Blancas, como en la ciudad de Orán, la principal fuente laboral es el trabajo en la frontera pasando bultos. "No hay ninguna oferta laboral para esta gente que no sea trabajar en una finca por 10, 15 mil pesos por día", señaló Zigarán.