“Ser honesta con lo que sentís y deseás te libera. Te calma la mente aceptarte como sos, te ubica en otro lugar, frente a tu ego y frente a las personas que te rodean”, dice Maruja Bustamante, artista plástica, y hoy autora y directora de “Una forma más honesta”, obra teatral que desembarca en el Teatro Auditorium de Mar del Plata este fin de semana.
A grandes rasgos, "Una forma más honesta" habla de sacarse la careta, de hacer lo que se desea hondamente, sin miedo ni pesadumbre. En la obra, una pareja deviene en trieja, es decir, una relación de a tres, poliamorosa y diversa. La intimidad estalla de pasiones y también de razones, y cada quien intenta ser lo más transparente que se pueda. Un torbellino complejo y contradictorio, desencadenado por la verdad de que no hay una sola forma de amar, y de que el cuerpo tiene la posibilidad de vincularse sin tantas normas estigmatizantes.
Se trata de una autoficción: una mujer que quiere construir otra forma de amar, pero no sabe por dónde empezar. Maruja Bustamante estaba efectivamente iniciando una trieja cuando Valeria Casielles, la productora de la obra, le pidió que escribiera un material para presentar en el exterior. “Fue bastante videncial, digo yo, en el sentido de videncia, porque la escribí cuando empezó el vínculo y terminó más o menos parecido a como termina la obra. Es como si yo hubiese escrito el destino”, reflexiona Bustamante.
Trabajar con materia viva
El texto se estrenó primero en México, después de haber ganado el Premio Iberescena. Al año llegó a Buenos Aires. La obra está interpretada por Liliana Weimer, Aldana Illán, Nahuel Vec y Mariana Cumbi Bustinza. “Los actores se fueron conmoviendo a medida que ensayaban la obra. Me preguntaban, reflexionaban, se permitieron pensar e indagar cómo era su honestidad. Pudieron abrirse a pensar qué deseaban sexo afectivamente, más allá de la obra”, relata Bustamante. Al principio, confiesa, tenía miedo de que la historia no generara empatía y que no hubiera punto de contacto con el público por tratarse de un vínculo que no tiene luz en la hegemonía. La autora se inspiró en libros como “Ética promiscua” de Dossie Easton y Janet Hardy y cree que cuando se piensa en poliamor, se piensa justamente en algo inmoral que pareciera hacer alusión a una forma de vincularse consumista, propia de la posmodernidad. Pero tener relaciones sexoafectivas con más de una persona al mismo tiempo data de hace siglos y se ha practicado casi siempre sin lo que se conoce como responsabilidad afectiva, eliminando la experiencia del vínculo que no pertenece a la pareja primaria. “Mi padre tuvo mil amantes, por ejemplo. El otro día una amiga me decía que quería una pareja tradicionalmente monogámica y yo le decía bueno: serás tradicionalmente cornuda. Es un chiste, claro. Pero siempre existió”, dice y da con el quid de su obra, que busca preguntarse sobre los límites entre el amor, el deseo y el miedo.
El público suele salir del teatro preguntándose cosas, porque por suerte no se cierra un sentido en la propuesta, sino que se abre al abismo de la pregunta que siempre promete dar lugar al invento con características singulares. No hay una bajada de línea ni una propuesta maravillosa que salve. Lo que sí hay es un llamamiento a la honestidad. A no sostener nada “por mandato”. El cuerpo es quien conoce sus límites, y deja salir su lado animal. No parece casual entonces que quien tenga algunas verdades bajo los bigotes sea el gato de la casa, que es uno de los protagonistas de la obra.
“Para mi sorpresa, hubo muchas masculinidades que también se quedaron conmovidas con el material. Eso fue gracias a la interpretación de Nahuel Vec, que me ayudó a reescribir la voz del varón. Me preocupaba que el hombre quedara como “el malo”. También me sirvió mucho la mirada de Aldana, que es la protagonista. Reescribí bastantes monólogos gracias a su aporte, para que el personaje no quedara como una progre a la que todo le parece bien. Vivimos en una cultura que te mete la hegemonía y la heteronorma por todos lados. Se arma un poco esta cosa de “esto está mal”, “esto está bien” y la propuesta era descubrir otra cosa, más incómoda y a la vez más cómoda de habitar”, reflexiona Bustamante.
La amenaza latente
No parece casual que la obra esté realizando funciones esta semana, en medio del ataque por parte del Presidente Javier Milei a la comunidad LGBTQ+, a la que acusó, entre otras potentes y conservadoras afirmaciones, de cometer pedofilia. La directora confiesa que desde que asumió Milei, vive con miedo. “No soy yo sola la que tiene miedo. Amigos y amigas. Toda la gente que se autoconvocó al Parque Lezama para la Asamblea Antifascista y Antiracista. Me daba miedo ir, pero pensé: ¿y qué vamos a hacer? Nos tenemos que cuidar, vernos, charlar con otros que no piensen que sos una basura humana, una perversa”, dice.
Desde que asumió el presidente, Bustamante vió amenazado no solo su oficio, sino su integridad física. Sus trabajos se precarizaron, se desmoronaron o dejaron de existir. “En muy poco tiempo me quitó el sueño y la esperanza. De repente volvimos a los noventa. La gente me vuelve a gritar gorda por la calle. En las redes no me paran de decir barbaridades”, relata y agrega que rápidamente su mundo material se transformó como el de muchos. Se quedó sin casa porque se la alquilaba a una amiga, que tuvo que volver a su vez porque ya no podía pagar el lugar donde estaba. “Un dominó de la muerte. Hasta pensé en irme del país, que es algo que nunca se me había pasado por la cabeza. Por suerte recibí una beca y me refugié en el estudio para pensar cómo reconfigurar el futuro”, dice. Si bien siente que en este tiempo sus convicciones se vieron muy golpeadas, la asamblea y la convocatoria a la Marcha Antifascista y Antiracista despertaron para ella una necesidad de encuentro que tiene todo el campo popular. “Es impresionante la adhesión que estamos logrando desde la comunidad LGTBIQ+. Es histórico, se están sumando un montón de sectores, como el sindical, por ejemplo. Hay ganas de salir a poner un parate. No es una cuestión de si sos gay o no. Esto es un ataque de clase. De los ricos a los laburantes. Nos quieren empobrecer, nos quieren chupar toda la vida. Y no van a poder”, concluye Bustamante.
“El patriarcado reina y nos atraviesa desde hace siglos. Queremos tirarlo, pero no sabemos cómo y tal vez no seamos tan poderoses. De todas formas no hay pesimismo. Nos queda empezar por donde podemos: revolucionar nuestra intimidad”, anuncia la obra en sus redes sociales y agrega “una forma más honesta es una obra re queer, re woke, re feminista. Ponele la etiqueta que quieras. Al clóset no volvemos nunca más” y aunque digan que etiquetemos como querramos, la obra es una oda a sacarse la etiqueta y dejar de consumir el amor como un producto. Romper con el nicho y mirarse al espejo para encontrarse con lo lindo y feo a la vez.
“Una forma más honesta” se presentará en Mar del Plata desde este jueves 30 hasta el domingo 2 de febrero. Hará funciones los cuatro días, a las 21hs, en la Sala Nachman del Teatro Auditorium “Centro Provincial de las Artes”, en Boulevard Marítimo Peralta Ramos 2280. Las entradas se pueden adquirir a través de Plateanet.
En Mar del Plata, también se movilizarán el sábado 1 de febrero contra los dichos del presidente. La marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista se congregará a las 16hs en Yrigoyen y Luro. “Instamos a la sociedad a seguir el camino comenzado hace algunos años. Un camino en el cual los proyectos de vida de las personas no se vean amenazados por la Identidad de Género o la sexoafectividad de quien los lleve adelante. Necesitamos más democracia, más pluralidad y más respeto”, manifestaron desde la organización marplatense, invitando a todas las personas a acercarse.