El senador por Corrientes Carlos "Camau" Espínola visitó este miércoles la Casa Rosada en busca de la venia del presidente Javier Milei para competir bajo el sello libertario en las elecciones de Corrientes, una instancia para la que busca, dijo, "una alianza con el Gobierno".
Se trata de la segunda visita de Espínola a Balcarce 50 en poco más de un mes y medio. En diálogo con la prensa acreditada, el legislador volvió a postularse para la Gobernación correntina y admitió: "Para mí es importante la alianza con el Gobierno y con otros sectores".
"La Libertad de Avanza (LLA) es una mirada y una expresión de cambio importante en el país. Hace tiempo vengo trabajando para ser gobernador y generar un cambio importante", añadió el dirigente peronista y titular del bloque Las Provincias Unidas.
Para Espínola, el esquema partidario de Corrientes tiene una "característica muy particular y es necesario generar alianzas para hacer un frente en la propuesta electoral". Y detalló que viene "hablando y proponiendo que todos los que estemos en este camino de un cambio profundo en una mirada de la matriz productiva, una mirada de un Estado más eficiente, más transparente, bienvenido sea".
"Tenemos que estar todos juntos más allá de las candidaturas; el objetivo común de dar una batalla importante en la forma de gobernar que hace 24 años tiene mi provincia", agregó el medallista olímpico sobre la hegemonía de la UCR en ese territorio. Y señaló que ante el kirchnerismo, que hoy "tiene el sello del peronismo en Corrientes", él se posicionará "en otra vereda". En tal sentido, afirmó que "yo no voy a estar con La Cámpora".
"La bandita"
Espínola, junto con el expulsado senador Edgardo Kueider, dejaron el año pasado bloque peronista de la Cámara alta. Argumentaron "fuertes disidencias con la conducción" pero en el fondo se cocinaba otra cosa. Es que ambos aportaron votos claves para que salga la Ley Bases. Y tras la expulsión de Edgardo Kueider, arrestado en Paraguay con 200 mil dólares sin declarar al cruzar la frontera con su secretaria, el peronismo apuntó contra Espínola por comandar "la bandita" que "vendió" los votos. El interbloque peronista en el Senado, incluso, ya comenzó a recopilar información y pretende hacer una presentación para que se investigue si hubo algún vínculo entre la aprobación de la ley más importante de Milei y el enriquecimiento de Kueider, por un lado, y las pretenciosas electorales de Espínola, por el otro. En el peronismo esperan pacientes. "A Kueider le van a dar ocho años en prisión. Y ahí va a empezar a cantar", anticipa un referente de peso en el PJ nacional.
El vuelto que podría haber recibido Camau se desconoce, pero en los pasillos de la Cámara Alta dejan traslucir que Espínola ostentaba la autoridad de ser el guardián de los pliegos de los candidatos para la Corte Suprema, un rol que lo vuelve altamente cotizado. También quizás LLA inclina la balanza a favor de Espínola por sobre su propio candidato a gobernador: el diputado Lisandro Almirón.
Si Camau consigue la bendición y los fierros de Milei, será 2025 su tercera oportunidad. La definitiva, como decía un expresidente. El exregatista olímpico ya intentó competir por la gobernación en 2013 y 2017 y falló. En ambas elecciones encabezó una alianza peronista amplia, con el kirchnerismo incluido. En el medio coqueteó con Mauricio Macri, se peleó con Cristina Fernández de Kirchner y, finalmente, en 2021, se amigó y compitió para senador nacional dentro de una boleta del Frente de Todos. Amigo de Daniel Scioli, Espínola fue, durante los primeros años de gobierno frentetodista, enemigo del camporismo y estuvo alineado con el ala más "albertista" del gobierno. Al igual que Kueider.
El futuro de Kueider parece estar escrito. El de su "socio" Espínola, todavía incierto.