El lobby sojero se apoderó de la sesión del jueves 30. Un conjunto de organizaciones sociales y ambientales tratamos de entender lo inexplicable, a 15 días de sancionada en Rosario por unanimidad la ordenanza de prohibición del herbicida glifosato, los concejales que habían dado su voto a la prohibición, hoy habilitan la aplicación de sustancias aún más tóxicas.
En la sesión del jueves 30 de noviembre, los concejales de los bloques del Socialismo (Irizar, Estevez, Comi, Chale, Poy, Rosua, León), del Pro (Roselló, Bouza, Ghilotti, Chumpitaz, Cardozo) y sus aliados (Giuliano, Cossia, Boasso), consumaron un mamarracho jurídico administrativo con el objetivo de echar por tierra la ordenanza votada unánimemente el 16 de noviembre, la cual prohíbe el uso del herbicida cancerígeno "glifosato".
Así, el marcador arrojó 15 votos a favor de las corporaciones en detrimento de la salud y el ambiente de los/as rosarinos/as. A pesar de estas maniobras, algunos concejales vienen resistiendo y dando pelea para prohibir el glifosato, como los bloques Ciudad Futura, Compromiso con Rosario, Frente Social y Popular, Frente para la Victoria, Partido Justicialista, Unidos y organizados (FPV).
La jornada vergonzosa comenzó temprano, en la reunión parlamentaria de la mañana se presentaron 16 miembros del agronegocio (representantes de Aapresid, Asoja, Sociedad Rural y del TAS ‑Toxicología, asesoramiento y servicios‑) para intervenir en el proceso legislativo y avasallar el espíritu de la norma: la prohibición del uso del glifosato.
Por la tarde, a través de burdas maniobras en el recinto, en plena sesión ingresó súbitamente un proyecto de modificación sobre la ordenanza ya aprobada pesfsdro aún no promulgada, lo que representa un insólito jurídico sin precedentes, desconociendo los principios administrativos formales. Posteriormente, con el mínimo del quorum y sin número de expediente, se dio ingreso a dichas modificaciones.
Consideramos lamentable que bajo el conocido lema "si no te gustan mis principios, tengo otros", los concejales hayan dado marcha atrás a la loable decisión de proteger la salud y el ambiente de la población rosarina, cediendo a las presiones del lobby sojero. Demostrando para quienes gobiernan verdaderamente, y liberando así a la Intendenta Mónica Fein de su responsabilidad ejecutiva.
El cuestionado proyecto de modificación elimina la prohibición del herbicida glifosato para habilitar la aplicación de productos más tóxicos aún (clase A, B y C) a través de un protocolo que aún no existe, violando así los principios de no regresión de las normas y el ordenamiento ambiental.
Asimismo, alude a la implementación de "buenas prácticas en el manejo de herbicidas", las cuales son imposible de implementar, ya que con venenos no existen buenas prácticas, como se demuestra en los estudios científicos realizados por las Universidades Públicas argentinas y de diferentes países.
Frente a esta serie de irregularidades, desde el conjunto de organizaciones firmantes repudiamos la manipulación del sistema democrático, el avasallamiento de las instituciones, que genera en manos de estos personajes la decadencia de la política.
Hacemos un llamado al poder político para que anule el reciente proyecto de modificación y deje firme la ordenanza aprobada por unanimidad; también convocamos a la ciudadanía a que se manifieste en favor de la vida, por la salud y el ambiente.