Catástrofe inminente - 5 puntos
Survivre, Francia/Bélgica, 2024
Dirección: Frédéric Jardin
Guion: Alexandre Coquelle y Mathieu Oullion
Duración: 90 minutos
Intérpretes: Émile Dequenne, Andreas Pietschmann, Lisa Delamar, Lucas Ebel, Arben Bajraktaraj, Oliver Ho Hio Hen
Estreno en salas.
Nuevo exponente de cine catástrofe hecho fuera de los Estados Unidos, pero que se ve exactamente igual a todo lo que filma Hollywood, Catástrofe inminente no es precisamente una película que pueda jactarse de ser original. Al igual que otras de su clase, como las noruegas La última ola (Bølgen, 2015), Terremoto (Skjelvet, 2018) y Maremoto (Nordjsøen, 2023), esta coproducción francobelga respeta de forma reverencial las convenciones que este tipo de historias vienen acumulando en el último medio siglo. Por lo menos desde que los desastres de gran escala se volvieron populares a partir de títulos como Aeropuerto (1970), La aventura del Poseidón (1972), Terremoto (1974) o Infierno en la torre (1974).
No es que esta película esté a la altura de aquellos clásicos que combinaban catástrofe con acción y drama, ni siquiera de algunas de las más recientes antes citadas. Sin embargo tiene un punto de partida original, que no es poco. Los protagonistas son una madre médica y un padre oceanógrafo que junto a su hija y su hijo adolescentes están de paseo en un yatecito por el mar Caribe. La felicidad es interrumpida por una tormenta que se desata luego de que un par de satélites caen al mar muy cerca de ellos. Al otro día, cuando la tormenta ya pasó, el mar desapareció y el barco se encuentra encallado al filo de un inmenso cañón desertico.
El misterio tiene su origen en un cataclismo geológico más o menos ocurrente, sobre el que no hay una explicación (tampoco es necesaria), y ante el que la familia deberá encontrar una forma de garantizar su supervivencia. Ahí es donde empiezan los problemas, los de los protagonistas y los de la película. Hay un personaje en particular, cuya presencia y actitud no responden a la lógica narrativa, cuya aparición responde a un arbitrario designio del guión. Por supuesto que su función dramática es clara (complicar más las cosas), pero su figura no se sostiene dentro del escenario que la película propone.
Catástrofe inminente es una producción “chica” para los estándares del cine industrial, planteando algunos problemas de puesta en escena que sus responsables resuelven bien, manejando su presupuesto con criterio. Por ejemplo, ante la imposibilidad de mostrar de forma panorámica la gran tormenta, la fotografía opta por utilizar planos cerrados que se concentran más en lo que ocurre con los personajes enfrentados al cataclismo. En cambio, cuando la familia debe atravesar el mar vacío, ahí la película aporta locaciones majestuosas y apropiadas. Está claro que el problema de Catástrofe inminente es sobre todo narrativo, aunque en ese terreno acierta con un final oscuro y amargamente feliz.