Las cenizas de Nora Cortiñas fueron sembradas en la Plaza de Mayo, ese lugar que ella transitó desde mayo de 1977, semanas después de que la dictadura secuestrara a su hijo Carlos Gustavo Cortiñas.
Norita, como era conocida en el movimiento de derechos humanos, falleció el 30 de mayo pasado a los 94 años. Había marchado en la Plaza de Mayo hasta el 2 de mayo con sus compañeras de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
La familia decidió que las cenizas de Nora se esparcieran en una ceremonia íntima que tuvo lugar el domingo pasado. Su despedida había sido en el polideportivo que funciona dentro de lo que fue la Mansión Seré, donde cientos de militantes se acercaron a celebrar su vida.
En la Plaza también fueron esparcidas las cenizas de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor. Lo mismo sucedió con las de Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y las de Mirta Baravalle, amiga inseparable de Norita.