La Copa Davis, como desde hace más de cien años, se ríe de la lógica y muchas veces también del ranking. Aunque la normalidad se imponga, en el transcurso de los partidos surgen sucesos tan inesperados como infrecuentes. En la centenaria competencia por equipos, la más importante y antigua, existe algo más que tenis. Se juega a otro deporte: presión, vaivenes emocionales, problemas extratenísticos, triunfos atípicos, derrotas llamativas.
En el debut de Javier Frana como capitán, Argentina iguala 1-1 ante Noruega por los Qualifiers 2025 tras un angustioso desarrollo. El equipo llegó a la helada Fjellhamar, a minutos de Oslo, para jugar sin sus mejores armas: tanto Francisco Cerúndolo como Sebastián Báez no integraron el equipo por sendos inconvenientes físicos. El líder nacional fue Tomás Etcheverry (42°), por primera vez encargado de llevar la mochila de singlista número uno del plantel. Y vaya que pesó esa carga...
Sufrió, acaso muchísimo más de la cuenta, para darle un angustioso primer punto a la Argentina ante un sorprendente Nicolai Budkov Kjaer, de 18 años y 506° del ranking ATP, pero número uno del mundo junior en 2024 y, según exhibió ante los casi 2.000 espectadores presentes en el estadio cubierto, dueño de una proyección sin techo aparente.
El platense de 25 años se impuso tras casi cuatro horas de una batalla de atributos emocionales y escaso espacio para pensar en términos deportivos. Fue 7-5, 2-6 y 7-6 (7-5) en 3h49m en un punto clave para mantener vivas las aspiraciones de Argentina, pero no sin antes atravesar un escabroso sendero que lo tuvo todo. El argentino estuvo en ventaja, mermó su nivel, cedió terreno en el marcador debió sortear dos pasajes de incertezas.
En el primer set se averió el Electronic Line Calling Live, el dispositivo electrónico que sustituye a los jueces de línea y que obligó al árbitro general de la serie a decidir, después de varios parates, la entrada de los jueces de línea. Después, en el epílogo, aparecieron los profundos calambres del noruego en el cuádriceps derecho que despertaron la incertidumbre.
Etcheverry, pese a la anómala situación de su rival, aguantó los embates, se sacudió los nervios y soportó la estrategia de Budkov Kjaer, que estiró al tie break a fuerza de iniciativa, plantado y sin desplazamientos a los costados, pero con increíbles cambios de direcciones. "Jugué presionado, no estuve muy bien, pero era muy importante ganar. Era un punto que yo tenía que ganar sí o sí para tener una chance; es muy difícil jugar así. Estuve abajo todo el partido; estuve abajo siempre y se dio para mi lado. Se jugó con lo que hay: la Copa Davis es así. Me acalambré un poco, la camiseta pesa, pero estoy listo para llevarla", reflexionó Etcheverry.
En el segundo punto de la jornada saltó a la cancha Mariano Navone, 49° del ranking ATP y debutante en la Davis –es el 90° jugador argentino en actuar en la máxima competencia por equipos– para plantarle cara, con algo de soltura gracias al 1-0 parcial, al número cinco mundial Casper Ruud. Por momentos, en los albores del partido, el líder noruego debió afrontar la presión por reacomodar la serie en casa y el nuevejuliense tuvo una leve ventaja para ponerse 3-2 con su servicio.
La ilusión de un 2-0 transitorio tras el primer día se esfumó de manera efímera: Ruud, ex 2° del listado profesional y doble finalista de Grand Slam, encaminó el desarrollo, respaldado por su jerarquía y por la espalda de los distintos, para sentenciar el triunfo por 6-3 y 6-3, en la primera de las tres apariciones que tiene pensado llevar adelante durante la eliminatoria.
Con el peso de su equipo en los hombros, Ruud buscará desnivelar el marcador este viernes, desde las 12, en el doble: conformará la dupla con Viktor Durasovic para chocar con la pareja argentina conformada por Andrés Molteni (22°) y Horacio Zeballos (7°), ex número uno mundial y el mejor doblista de la historia del país, en su regreso estelar tras dos años de ausencia en el equipo por fuertes conflictos con el ex capitán Guillermo Coria.
A continuación se jugará el single entre ambas piezas principales, Ruud contra Etcheverry, y en caso de ser necesario habrá un quinto punto definitorio entre las segundas raquetas que, según el organigrama, serían Budkov Kjaer y Navone, a modificar en caso de que lo decidan los capitanes –Argentina también tiene a Facundo Díaz Acosta (69°), también debutante–.
Argentina busca registrar su primera victoria en una serie al mejor de cinco partidos como visitante desde 2016, cuando ganó sus cuatro eliminatorias fuera de casa para conquistar la Davis por única vez. Acumula tres caídas consecutivas en esa condición: Kazajistán en 2017, en Astana (2-3); Colombia en 2020, en Bogotá (1-3); y Finlandia en 2023, en Espoo (1-3).