Ya son 1600 las hectáreas afectadas en El Bolsón --provincia de Río Negro-- por el fuego iniciado el jueves a las 16 horas. Se originó en un camino de acceso al sector de los refugios de montaña, pasando el río, donde no hay tendido eléctrico.

En una comunicación oficial, el gobierno provincial encabezado por Alberto Weretilneck --quien se acercó a El Bolsón-- informó que se detectó una columna de humo en el sector de Loma de Los Pilches, en la confluencia entre los ríos Blanco y Azul. El fuego empezó en Andrapale, pasó por Mallín del Medio y llegó hasta El Huadal.

Afortunadamente no había gente en el lugar, ya que no es zona de acampe, pero el incendio ocurrió el mismo día que se había emitido una alerta porque las condiciones harían proliferar cualquier foco ígneo, como finalmente sucedió.

En poco tiempo las llamas pasaron de ser un incendio forestal a ser uno interfase por llegar a una zona de viviendas: las llamas avanzaron 9 kilómetros y atravesaron un río. Además de los fuertes vientos, Greenpeace alerta que la crisis climática, la sequía, el viento y los pinos exóticos ayudaron a que el incendio rápidamente se salga de control.

El fuego no se propagó hacia la Cordillera de los Andes, por lo que no afectó la zona de refugios, pero sí avanzó hacia la zona de Mallín Ahogado, al noroeste de El Bolsón, muy poblada entre la Ruta 40 y el río Azul.

Casas quemadas

Aún se desconoce cuántas personas hay afectadas, porque continúan los trabajos para apagar el incendio, por lo que no se puede acceder a las viviendas ni a otras estructuras. La buena noticia es que no hay denuncias de personas desaparecidas, aunque el Comité de Emergencias (COEM, que se conforma para enfrentar estas problemáticas) sigue trabajando. Sin embargo, al menos 70 casas se habrían quemado por el fuego y hay familias autoevacuadas. El intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano, señaló que "va a llevar mucho tiempo poder cuantificar el daño material".

El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), bomberos, personal de Parques Nacionales y el Sistema Nacional de Manejo de Fuego están trabajando en el lugar para contener el incendio.

Según un comunicado del COEM, la ruta 40 se encuentra transitable pero con asistencia de Gendarmería Nacional y de la Policía de Río Negro, entre Río Villegas y El Bolsón, mientras que a los vecinos de Mallín Ahogado se les recomendó "permanecer atentos a las indicaciones de los organismos oficiales". Aún se puede acceder a esta localidad, aunque hay ciertas restricciones y en todo momento debe ser con asistencia policial.

Respecto a los turistas, se realiza un operativo coordinado con la Secretaría de Ambiente de Río Negro, el Club de Andinismo El Bolsón, la Patrulla de Montaña y la policía provincial para facilitar el descenso de las personas que quieran trasladarse desde los refugios a la ciudad. Los turistas que estaban en territorios lindantes con el incendio estaban resguardados en zonas seguras, tal cual lo aclaró el gobernador de la provincia, cerca de los medios aéreos que trabajan para apagarlo. El gobierno provincial anunció que comenzaron los trabajos para ayudar a los turistas que están en los refugios.

Aún se desconoce el origen de las llamas, aunque el gobernador Weretilneck aseguró que "no fue una cuestión de la naturaleza". Resta dilucidar si fue intencional o una negligencia. El Ministerio Público Fiscal y la Policía rionegrina investigan el asunto. El gobernador declaró: "Quiero llevarle tranquilidad a todos los familiares de quienes nos están visitando. No hay ninguna persona del resto del país que está veraneando cuya vida corra peligro. Se está armando un diagrama de evacuación voluntaria de los turistas que estaban en los refugios. No es obligatoria, es voluntaria. Quienes quieren quedarse, pueden hacerlo en los refugios". 

La mirada de las organizaciones ambientalistas

En diálogo con Página/12 el coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace, Hernán Giardini, aseguró que la situación "es muy preocupante porque fue muy rápido lo que se expandió el fuego", y lo catalogó como un ejemplo "del peligro en el que están las ciudades con bosques en la región andino-patagónica en el verano". Para Giardini, la combinación de altas temperaturas, sequías y fuertes vientos explica --al menos en parte-- la gravedad de este y otros lamentables incendios en el sur argentino, ya que "el problema principal es que el foco se expande muy rápido", sea cual sea su origen.

El militante de Greenpeace destaca que si no tenemos una "rápida capacidad de respuesta, cualquier foco se puede convertir en un incendio de magnitud". También responsabilizó a las "plantaciones exóticas que no ayudan, más bien todo lo contrario, porque contribuyen a la veloz expansión del fuego", ya que los pinos tienen una humedad diferente y se prenden más rápido.

Enfocado en los trabajos de extinción, Giardini señaló que el manejo del fuego a nivel nacional "es bastante precario" porque "los gobiernos provinciales patagónicos en general, incluyendo al de Río Negro, y el gobierno nacional, subestiman la situación de crisis climática" porque no se preparan y no cuentan con los recursos y la cantidad de trabajadores, sobre todo de brigadistas, necesaria para estas tareas. 

Para el coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace, se nota que "Río Negro no tiene la infraestructura para estar en tantos frentes al mismo tiempo", ya que hay más de un incendio activo en la provincia. Por último, Giardini dejó la puerta abierta a un debilitamiento todavía mayor de la contención de incendios debido a que va a ser "preocupante el recorte que puede haber con respecto a los fondos para bosques" por parte del gobierno de Javier Milei.