La investigación sobre el choque entre un avión comercial y un helicóptero en el Aeropuerto Ronald Reagan continúa. Los rescatistas encontraron en los rastrillajes del río Potomac 41 cadáveres y 18 familias fueron formalmente notificadas de la muerte de familiares. Todavía están desaparecidos 26 cuerpos. Y encontraron la grabadora de voz.
Los oficiales también rescataron partes de cuerpos entre los restos del helicóptero militar y del avión que harían posible otras identificaciones. El río está con niebla y turbulento por fuertes vientos y lluvias. El gobierno de Alexandría, la ciudad río abajo perteneciente al Estado de Virginia, alertó que hubo un aumento en el tráfico marítimo luego del accidente y tuvo que pedirle a los residentes que no toquen o saquen nada que pueda estar relacionado con el accidente.
Los bomberos y los servicios de emergencias médicas de la capital de Estados Unidos seguirán trabajando en la escena para recuperar los componentes de las aeronaves y empezar a sacarlos del río. Uno de los desafíos es encontrar la caja negra del helicóptero para esclarecer la investigación: se sabe que habían sido alertados segundos antes de la colisión, sobre la presencia del avión.
Lo que dicen los oficiales
La Junta estadounidense de Seguridad en el Transporte aseguró que la investigación no va a tener ninguna interferencia política, pero al mismo tiempo advirtió que un primer informe va a estar disponible en 30 días. Sin embargo, estiman que toda la investigación durará un año.
"Nuestro trabajo, en última instancia, es encontrar qué causó esto y cómo prevenirlo en el futuro. No vamos a sacar algo rápido sólo para terminar con las especulaciones", dijo Todd Inman, un miembro de la Junta. Y agregó: "La razón por la que pudimos estar 24 años sin un choque de estas características es porque nos tomamos nuestro trabajo en serio". El accidente del miércoles es la primer colisión fatal de un vuelo comercial estadounidense desde 2009, donde murieron 50 personas.
"Surgirán muchos detalles y especulaciones en respuesta a esta tragedia, pero debemos recordar que se debe permitir que la investigación siga su curso", dijo el Jason Ambrosi, jefe de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas. Mientras los distintos oficiales mantienen la cautela en sus declaraciones, Trump volvió a pronunciarse el viernes en Truth Social, la red social de la que es dueño: "El helicóptero Blackhawk volaba demasiado alto, por mucho. Estaba muy por encima del límite de 60 metros. Eso no es demasiado complicado de entender, ¿no?".
Donald Trump había declarado: "No sabemos qué llevó a este choque, pero tenemos ideas y opiniones fuertes". Un periodista le preguntó por qué culpaba a los programas de diversidad y el presidente le respondió: "porque tengo sentido común". Lo que quiso decir es que el accidente fue responsabilidad de las políticas de Joe Biden y Barack Obama, porque la política de cupos en los lugares de trabajo para incluir a la minorías, habría generaron que se tomaran empleados no capacidatos. Según el republicano, la consigna de los demócratas había sido: "De hecho, emitieron una directiva: 'demasiados blancos'". Y agregó: "queremos a personas que son competentes". Sin decirlo explícitamente, la echó la culpa --sin la más mínima prueba-- a los negros, a los trans y a los gay.
Diferentes funcionarios y organismos le contestaron al presidente Trump quien, recordándole sus despidos a 400 funcionarios de la Administración Federal de Aviación (AAF).
Precarización laboral
El Presidente del Sindicato de Controladores Aéreos, Nick Daniels, confirmó que los controladores tienen que pasar por una gran variedad de pruebas de aptitud, averiguación de antecedentes y años de entrenamiento. "Así que con cualquier controlador aéreo certificado, no importa su raza, color, religión, sabés que estás en las mejores manos". De todas formas, contrario a la política de despidos, advirtió que faltan 3500 controladores más en todo el país.
Aún en estas condiciones, la oferta de retiro voluntario para trabajadores estatales también está vigente para los trabajadores de la AAF. Mark Warner, senador demócrata por el estado Virginia, les pidió a los trabajadores aéreos que no la acepten, advirtiendo que menos de esos puestos afectarían significativamente el manejo del espacio aéreo estadounidense. "Si dos mil controladores aéreos dicen 'Estamos hartos: demasiado estrés, demasiada molestia', no sé cómo podríamos operar en Estados Unidos. Estamos jugando con la seguridad de la gente".
Según un informe gubernamental, a la hora del choque, el Aeropuerto tenía faltante de personal. "No es poco frecuente que los controladores aéreos combinen posiciones según la carga de trabajo en algunos momentos", indicó el sindicalista. The New York Times informó que un sólo controlador estaba manejando el tráfico de aviones y de helicópteros al mismo tiempo. "Bastante seguido, si no tenemos suficientes personas, empezamos a reducir cuántos aviones podemos mover oficialmente y con seguridad", contó Daniels y reafirmó que no ve evidencia para atribuir el choque a los cambios en los estándares de contratación.
"Elegimos el caos"
El accidente reavivó los debates sobre la gran cantidad de vuelos a lo largo del río Potomac. El senador Warner acusó al Congreso de estar "más interesado en añadir más vuelos por conveniencia" que en "dejar a los expertos evaluar cómo debe manejarse el aeropuerto".
Apenas 24 horas antes de la colisión, otro avión que iba a aterrizar en ese aeropuerto tuvo que hacer una segunda aproximación después de que un helicóptero apareciera cerca de su trayectoria de vuelo.
Wes Moore, el actual y primer gobernador negro de Maryland, estado aledaño a Washington, criticó a Trump por atribuir sin fundamentos la caída del avión a los programas de diversidad, equidad e inclusión. "Cuando este país necesitaba comodidad, elegimos el caos. Cuando necesitaba sanar, tuvimos odio", sintetizó.
Informe: Natalia Rótolo.