Desde Colombia
Tras superar el altercado entre los presidentes de Colombia y Estados Unidos, y la llegada en condiciones dignas y aviones colombianos de más de 200 ciudadanos y ciudadanas colombianas que fueron apresadas y deportadas por orden de Trump, el gobierno de Gustavo Petro solicitó a EE.UU. y a Panamá aplazar los vuelos de repatriación este viernes. Se establecerá, explicó la Casa de Nariño, un esquema de recepción con enfoque de justicia, salud, y empleabilidad. Además Colombia propone ahora que sea el país latinoamericano el que asuma las repatriaciones con vuelos o cruceros colombianos. Serían más de 20 mil migrantes colombianos sin regular su condición en el país norteamericano, aunque la cifra exacta de posibles deportados se desconoce.
Los canales diplomáticos entre ambos países están operando en normalidad y el trámite de visas en Bogotá opera desde hoy regularmente, contrario a lo que medios comerciales y opositores del gobierno del Cambio aseguran intentando difundir una crisis diplomática que no existe, pues rápidamente fue superada con el liderazgo del saliente canciller de Colombia, Luis Murillo, quien dejó el cargo esta semana para dar su lugar a Laura Sarabria. "El ministerio de Relaciones Exteriores expresa su satisfacción por la decisión del gobierno de Estados Unidos de restablecer desde este viernes 31 de enero las actividades de la sección consular de su embajada en Bogotá", afirmó la Cancillería en un comunicado este viernes.
Un retorno menos hostil
La Cancillería y Estado colombiano sostienen el diálogo por vías diplomáticas con Mauricio Claver, enviado especial de Trump para América latina, quien informó que está evaluando las opciones de traslado propuestas por Petro. El presidente de izquierda lanzó además la propuesta de consultar a diversos sectores de la sociedad para "sumar esfuerzos" y afrontar el desafío de la repatriación de connacionales, con el objetivo supremo de garantizar un trato digno.
Asimismo, sectores de gobierno y productivos han dispuesto medidas para apoyar a las y los migrantes en su regreso a Colombia. El Departamento de Prosperidad Social (DPS), por ejemplo, ofertará créditos y subsidios. Y empresas privadas como Comfenalco Antioquia se pusieron a disposición del gobierno de Petro para acompañar a los cientos de colombianos que regresaron esta semana y los miles que se esperan para los próximos días en aspectos como capacitación laboral, inserción en el mercado de trabajo y fomento del emprendimiento.
La deportación masiva generó a inicios de semana una sonada medición de fuerzas entre el primer mandatario colombiano y el estadounidense ante la negativa de Petro a recibir sus connacionales deportados en aviones militares de Estados Unidos y esposados de pies y manos, como se conoció que llegaron a Brasil los ciudadanos en condición de migración que hoy son objeto de severas políticas de represión del recién posesionado Donald Trump. Aunque Norteamérica intentó presentar el acuerdo que logró superar la crisis como un triunfo suyo, la llegada de los colombianos al Aeropuerto Internacional El Dorado se dio finamente en el avión de la Fuerza Área Colombiana en condiciones de libertad, con tratamiento humano, y con atención en salud.
"Desde el principio nos trataron muy mal"
Algunos de ellos narraron, al descender del avión, cómo fueron maltratados durante la detención y cómo sus hijos, algunos aún en brazos con unos cuantos meses de nacido, llegaron en condición de desnutrición. Otros incluso aconsejaron directamente no migrar a los Estados Unidos, al sentirse decepcionados del sueño americano y vivir la discriminación y violencias de parte del gobierno y ciudadanos norteamericanos.
La atención de las necesidades de nuestros connacionales dentro y fuera del país es una de las prioridades del gobierno de Petro. "Desde el principio nos trataron muy mal, nos botaron la ropa, nos gritaron, a algunos les pegaron, el trato fue muy mal desde el principio", relató un joven colombiano acerca de los días de detención a la espera de su deportación. "Nos arrepentimos de habernos ido”, agregó. La garantía de derechos, el interés nacional y la dignidad de los ciudadanos sigue y seguirá siendo una de nuestras prioridades, destacó la Cancillería este viernes.