A horas de la histórica Marcha del Orgullo antifascista y antirracista LGBTIQNB+ se vivieron escenas de horror en la localidad de Cañuelas cuando un vecino prendió fuego la casa familiar de Agui, su esposa y una criatura de 5 años. Se enmarca en una escalada de delitos de odio que en los últimos meses ha sufrido la comunidad. Afortunadamente, tanto la pareja como su hije no se encontraban en el inmueble al momento del hecho

Orlando Lutz Fogart, tras años de acoso y hostigamientos, finalmente dio el paso: intentó asesinar a quienes venía amenazando de manera impune. Fue captado por las cámaras de seguridad mientras caminaba con un bidón de nafta por el barrio alrededor de las 3.45 am. Después de eso entró sin problemas al hogar familiar y sin más, lo prendió fuego. 

“El tipo se encargaba de controlar nuestras entradas y salidas del barrio, nos filmaba, nos acosaba verbalmente, nos hacía señas de que nos iba a coger, nos perseguía, y todo esto era cotidiano, todos los días. Prendió fuego nuestra columna de luz varias veces y jamás respetó ni le hicieron respetar la perimetral que tenía”, cuenta Agui, una de las víctimas del ataque lesbo-odiante.

Agui es lesbiane no binarie, y junto a su pareja ha tenido que enfrentar no solo años de hostigamiento por parte del atacante sino también la continua desidia de la justicia. Agregan además que el atacante ya había tenido situaciones de acoso y violencia contra mujeres y personas de la comunidad LGBT+. Lejos de actuar con celeridad ante la gravedad de las denuncias, tanto el personal policial como la fiscalía reiteradamente cuestionaban a las víctimas, llegando a desestimar las denuncias y objetar la veracidad de sus testimonios. 

“Creemos que fue un ataque de odio y que fue un intento de homicidio. Cuesta hasta decirlo, pero sinceramente hay que decirlo con todas las letras. Y está fogoneado obviamente por lo que pasó esta semana con los discursos del presidenteestá fogoneado obviamente por lo que pasó esta semana con los discursos del presidente, nunca había llegado a tanto. Estamos en shock” 

El vínculo con el triple lesbicidio de Barracas es ineludible. El método calcado: prender fuego parejas de lesbianas, juntas, en su hogar, en sus camas ¿Cuán intolerables se vuelven esas existencias? ¿Quiénes son los que se arrogan el derecho y se saben impunes para exterminarlas? Los atacantes: hombres heterosexuales que odian que existan las lesbianas y que vivan libremente. Tanto Orlando Lutz Fogart como Justo Fernando Barrientos lo hicieron explícito, el odio era por lesbianas, y se ocuparon previamente de dejarles muy en claro que las iban a matar. 

En otra localidad del país, Chos Malal, una mujer trans recibía un botellazo en la cabeza al mismo tiempo que se incendiaba el hogar de Agui y su familia. En AMBA, militantes que se encontraban organizando la marcha de este #1F manifestaron haber sido hostigados durante la vuelta a sus hogares. 

Hay un disparador, no podemos dejar de mencionarlo, que generó un repudio masivo de la comunidad nacional e internacional: Javier Milei, presidente de los argentinos, dijo en un foro internacional de economía que los homosexuales son pedófilos, un cáncer a extirpar y que consumen recursos del Estado. A los pocos días, además, anunciaron que efectivizarán el recorte de derechos civiles y laborales de la comunidad trans, y la eliminación de la figura jurídica de femicidio. 

La complicidad que existe entre estas medidas, que por ejemplo, daría la libertad a femicidas para que caminen tranquilos por la calle, con un modus operandi del fascismo se vuelve explicita. Amedrentar y exterminar al otro, al diferente. El vínculo entre la escalada de crimenes y delitos de odio es concreto. 

Agui y su familia no tienen hogar, se quedaron en la calle y están actualmente parando en casas temporales que las alojan. Perdieron todas sus pertenencias y se encuentran sin la posibilidad de reconstruir su vivienda

“Necesitamos que lo encuentren y que lo metan preso. Después vendrá la reconstrucción emocional, la reconstrucción de la casa si en algún momento podemos hacerlo. Queremos que este tipo esté donde tiene que estar y que no lastime a nadie más. Y, ante todo, queremos pedirle a la gente que marche mañana. Por nosotres y por todes, nos parece absolutamente un acto necesario, porque creemos en otro tipo de sociedad” finalizó Agui. 

La convocatoria se extiende de manera federal en más de 120 provincias, en simultáneo. A su vez son más de 20 las convocatorias internacionales en diferentes países de América Latina y Europa. En CABA, desde las 16 horas se espera a una multitud que marchará desde Congreso a Plaza de Mayo en una Marcha del Orgullo antifascista, antirracista, LGBTIQ+. Una marcha por una sociedad mejor.