"Si tenemos en cuenta el gran potencial técnico y la cantidad de jóvenes talentos que participan anualmente en la natación federada nacional, podemos prever un futuro impresionante a nivel internacional. Pero, para dar el paso al alto rendimiento internacional debemos mejorar algunas cuestiones de inversión en infraestructura y política deportiva de alto rendimiento que nos limitan desde hace varios años", afirma Gustavo Roldán, director técnico nacional (DTN) del seleccionado argentino de natación en esta charla exclusiva con Página/12. Roldán, bonaerense de 56 años, entrenador desde 1989 y jefe técnico juvenil de 2008 a 2013 y DTN desde 2013 hasta la actualidad, participó de cinco Juegos Olímpicos (Sídney 2000 y Beijing 2008 como técnico) y Río de Janeiro 2016, Tokio 2020 y París (jefe técnico), también estuvo en cuatro Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 (técnico); Toronto 2015, Lima 2019 y Santiago 2023 (jefe Técnico), cargo que también ocupó en siete campeonatos mundiales de natación.
–¿Cómo fue 2024 para la natación nacional?
–El año 2024 vino acompañado de muchas competencias internacionales en todas las categorías con Mundiales de piscina larga y piscina corta; Juegos Olímpicos; Campeonato Sudamericano y competencias preparatorias en la categoría mayores y con Mundial escolar; Campeonato Pan Pacifico; Copa Pacifico y Competencias preparatorias en la categoría Juvenil. No es normal contar con tantas competencias internacionales en un solo año. En la categoría juvenil y menores Argentina cuenta con un gran número de nadadores de buen nivel lo que nos permitió participar en cada evento con distintos nadadores y darle así un calendario de preparación y competencia adecuado a cada atleta, implementando en muchos casos el sistema de autofinanciación dado que no había presupuesto para todos los eventos. En la categoría mayor si bien contó con financiación completa se redujo considerablemente la cantidad de integrantes de cada delegación deportiva y se optimizó la preparación en los atletas seleccionados.
–¿Qué perspectivas tenés para 2025?
–El resultado del ciclo siguiente en natación dependerá mucho de la inversión en preparación, competencia y equipos de trabajo. Es un año con varias competencias internacionales muy importantes en la categoría juvenil como ser Mundial juvenil, Sudamericano juvenil y Panamericano Junior y un Mundial absoluto en piscina de 50 metros en Singapur. Que contemos con un calendario competitivo internacional nutrido es muy importante para acompañarlo de un proceso de preparación de nivel internacional. Eso nos pone en igualdad de condiciones con las potencias de la natación mundial. De no poder prepararnos en esa situación es muy difícil competir con posibilidades de finales o podios. Actualmente, en la elite del deporte mundial la diferencia se hace en la preparación y no solamente por presentarse a competir. Ya quedó demostrado en los ciclos 2015–2019 que los nadadores y entrenadores argentinos, cuando cuentan con las herramientas adecuadas, son competitivos a nivel internacional, trayendo al país medallas de todos los eventos internacionales.
–¿Qué futuro tiene la natación argentina?
–Si tenemos en cuenta el gran potencial técnico y la cantidad de jóvenes talentos que participan anualmente en la natación federada nacional, podemos prever un futuro impresionante a nivel internacional. Pero, para dar el paso al alto rendimiento internacional debemos mejorar algunas cuestiones de inversión en infraestructura y política deportiva de alto rendimiento que nos limitan desde hace varios años.
–¿Cómo se realiza la detección de talentos en el marco del programa federado de entrenamiento y competencia nacional?
–La Confederación Argentina de Deportes Acuáticos trabaja junto con la Secretaria de Deportes de la Nación (SDN) y el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) en implementar varios programas de detección y desarrollo. Uno es el plan nacional de natación, que comienza detectando futuros nadadores desde los 10 años de edad. La SDN cuenta con programas como las EIDE que son escuelas de desarrollo a lo largo de todo el país (recordemos que la natación es uno de los deportes más federales del país, se desarrolla en todo el territorio argentino) donde pueden detectarse nadadores jóvenes. Más allá de eso la natación federada llega a todas las provincias del país, donde los niños participan en las distintas fases competitivas según su nivel deportivo (promocional, regional, provincial o federación). La última etapa son los campeonatos nacionales por clubes donde se presentan todos los nadadores que ya alcanzan cierto nivel de marcas desde los diez años de edad. En estos campeonatos por ejemplo de 10 a 13 años suelen participar entre 500 y 750 nadadores, llegando a 1.000 nadadores de todo el país en algunas ocasiones. Además de relevar cada provincia y localidad, los entrenadores que integran los equipos técnicos nacionales y de programas de desarrollo concurren a los campeonatos nacionales donde seleccionan nadadores según la edad para participar de campus de entrenamiento regionales y nacionales y de competencias internacionales (generalmente con países vecinos) respetando una progresión de competencia de menor a mayor.
–¿Qué falta para que la natación argentina pegué un salto cualitativo?
–Es muy simple –aunque hay que diferenciar simple de fácil: son dos cosas muy diferentes–. Ya logramos lo más difícil que es tener la cantidad y calidad de niños nadadores y entrenadores con la experiencia y conocimiento necesarios y la federalización del deporte, el salto de calidad depende de pasar al siguiente nivel de juego en el alto rendimiento y para eso se debería: profesionalizar entrenadores y elite de nadadores; mejorar la infraestructura de alto rendimiento y construir más piletas de este nivel en el resto del país; y, básicamente, sostener en forma consistente el apoyo a los programas de preparación y competencia de los seleccionados nacionales. De igual manera, considero que cada uno de los involucrados en el programa de natación demostró que podía hacer las cosas bien: la CADDA y su plan nacional federalizando e incluyendo la natación en todo el país, la SDN implementando programas de desarrollo y apoyando las edades infanto juveniles, el Enard y el respaldo que le dio al alto rendimiento desde el 2010, los entrenadores actualizándose y mostrando una entrega incondicional al trabajo y, por supuesto, los nadadores preparándose y compitiendo como los mejores del mundo. Sólo es necesario sostener en forma consistente el apoyo económico y el crecimiento de esta actividad. Los años que contamos con ese apoyo la natación creció y se posicionó en todos los escenarios competitivos.
–¿Qué lugar ocupa la natación argentina en Sudamérica?
–Si bien Argentina ganó el Campeonato Sudamericano absoluto 2021 y en los Juegos Panamericanos 2019 logramos un tercer puesto histórico detrás de Estados Unidos y Brasil y delante de Canadá en el medallero, la realidad, haciendo un balance general, es que nuestra natación está segunda en Sudamérica detrás de Brasil donde la natación es muy profesional y está entre los mejores diez países a nivel mundial. El rendimiento de nuestros seleccionados nacionales en competencias internacionales depende directamente de cómo se sostiene en forma consistente la inversión en programas de preparación, con seis años de preparación a nivel internacional conseguimos nueve medallas en el panamericano de Lima 2019, sin esa inversión el resultado fueron dos medallas.
Juegos Olímpicos de París 2024
–¿Cómo calificás el desempeño de Agostina Hein, Macarena Ceballos y Ulises Saravia en los Juegos Olímpicos de París?
–Los Juegos Olímpicos presentan el escenario de más alto nivel competitivo internacional. La preparación se diferencia considerablemente de cualquier otro evento deportivo mundial. Siempre digo que los Juegos Olímpicos son "un lugar extraordinario, donde gente extraordinaria hace cosas extraordinarias". Un nadador que aspire a competir en los Juegos debe preparase en igualdad de condiciones y con un programa actualizado de entrenamiento. Los tres atletas argentinos que participaron en París clasificaron de forma diferente y eso condiciona también el resultado. Recordamos que hay tres formas de clasificar en natación para pruebas individuales: marca A o de clasificación: el mejor 14 puesto de las eliminatorias de las últimas dos ediciones. (clasificación directa hasta dos nadadores por país y por prueba); Criterio de Universalidad: aquellos países que no cuenten con nadadores de algún género con marca A de clasificación podrán participar con un nadador del género faltante; y marca B o de invitación: hasta completar las plazas en general disponibles (852 nadadores) se invitará a un nadador por prueba y por país a aquellos atletas de países que no posean ya nadadores en determinada prueba y que alcance la marca B de clasificación la cual es 0.5 por ciento más lenta que la marca A.
Entonces, Macarena Ceballos clasificó con Marca A y Récord Sudamericano absoluto, alcanzada en el Mundial de Fukuoka el 24 de julio del 2023, un año antes, lo cual le permitió ejecutar su planificación de entrenamiento con un objetivo específico en el año olímpico. Su programa de preparación se ensayó y mejoró en los últimos dos años, sabiendo específicamente como serían los últimos seis meses antes de París. Gracias al apoyo de Entre Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), Secretaría de Deportes de la Nación (SDN) y CADDA pudo realizar un campamento internacional de un mes previo en Italia con su equipo de trabajo, donde las condiciones de entrenamiento fueron ideales. Como resultado mejoró ocho puestos su clasificación previa alcanzando la primera semifinal olímpica para natación en 20 años.
Ulises Saravia clasificó por el criterio de universalidad, siendo invitado por World Aquatics/COI para cubrir la plaza masculina de Argentina. Esto se confirmó el 24 de junio, un mes antes de los juegos. Si bien Ulises había logrado la marca B de invitación durante el 2023, su planificación (recordemos que en diciembre 2023 se trasladó a Valencia, España a vivir y entrenar con su entrenador y con apoyo del Enard en su preparación y competencia) estuvo enfocada en buscar la marca A hasta último momento. Si bien no se alcanzó dicho objetivo, tuvo que reiniciar su plan de trabajo con una nueva puesta a punto para París. Finalizó en el puesto 35 de 46 participantes de las eliminatorias en los 100 metros espalda.
Agostina Hein clasificó por invitación de marca B de World Aquatics/ COI alrededor del 7 de julio del 2024 (días antes de los Juegos, el ENARD logró trasladar a ella y a su entrenador personal a Valencia junto con Saravia para adaptarse al uso horario y ajustar su puesta a punto en piscina de 50 metros. Finalizó en el puesto 18 de 21 participantes en 400 mts libres y en el puesto 14 de 16 participantes en los 800 mts libres.
–Te pido un concepto sobre cada uno de ellos en París.
–Macarena está en su mejor momento deportivo y con la maduración ideal para afrontar las exigencias que el alto rendimiento requiere. Después de dos años de competencia internacional demostró estar consolidada en el grupo de elite de su especialidad. Después de haberse operado la lesión del hombro que la limitaba en su preparación (2021) su recuperación y posicionamiento fue en ascenso. Demostró que a pesar de su edad (30 años) está en su máximo potencial
Ulises y Agostina son jóvenes y con muchísimo talento que no paran de bajar récords argentinos y eso habla de una gran actualidad y futuro, esta primera experiencia olímpica les sirvió muchísimo y seguramente los ayudara a madurar como atletas. Sin lugar a dudas con la preparación necesaria y acorde a las exigencias del alto rendimiento podrán alcanzar grandes resultados para la natación argentina en los próximos años.
Becas y Alto Rendimiento
–¿Advertís que se le da cada vez menos importancia al alto rendimiento?
–Partamos de la base que para competir en el alto rendimiento a nivel olímpico no alcanza con talento y voluntad nada más. Todas las disciplinas del deporte argentino en conjunto lograron ganar 22 medallas de oro olímpicas en todas las ediciones de los JJ.OO. modernos desde 1896. Por otro lado, un nadador solo, Michael Phelps ganó 23 oros. Claramente nunca tuvimos como prioridad una estrategia de alto rendimiento para competir en el medallero olímpico como país. Alto rendimiento requiere estándares internacionales en todo aquel que esté involucrado en el proceso de preparación de un atleta, un solo componente en esta cadena de preparación que no cuente con estándares internacionales y experiencia en el escenario internacional de alto rendimiento deportivo es donde puede fallar el proyecto.
Si bien desde la creación del Enard (2010) se solucionó gran parte de las cuestiones logísticas de carácter urgente que sufría el alto rendimiento diariamente y eso se vio reflejado en un muy buen rendimiento tanto a nivel continental, mundial y olímpico, en los últimos años (al menos en natación) post Juegos Panamericanos de Lima 2019, con el cambio de direccionamiento de los recursos económicos entrantes al Enard, se vio debilitado en forma progresiva el apoyo económico en seleccionados nacionales y en programas de alto rendimiento.
El paso siguiente después de solucionar lo urgente, era pasar a lo importante, que en el caso particular de la natación era la infraestructura. Solo contamos con un natatorio en un centro de alto rendimiento deportivo (en el Cenard) y constantemente lo persigue el fantasma de su desaparición, recientemente se rumoreaba en la pileta del Cenard que pensaban taparla para hacer un gimnasio, tal cual ocurrió con el parque Sarmiento en los años 90 y nunca se reemplazó. Una locura que esperamos no se concrete. Lamentablemente un país como Argentina debería tener ya diez centros de alto rendimiento a lo largo de todo el país y al menos uno de ellos en altitud. Solamente Buenos Aires por su población y tamaño debería contar con cuatro piscinas como la del Cenard distribuidas estratégicamente y funcionando como centro de entrenamiento, no como club privado o como municipio.
–¿Cómo está la situación de las becas de los nadadores?
–El sistema de becas es un formato creado para ayudar a los mejores deportistas a resolver gastos de preparación sin necesidad de salir a trabajar. Cuando viajan con seleccionados suelen tener todos los gastos cubiertos. Actualmente están participando algunos seleccionados de grupos de edades con el sistema de autofinanciación debido a la crisis actual del país, pero en su preparación los deportistas cuentan con estas becas. El problema es que quizás en grupos de edades estos montos alcancen para costear los gastos de su día a día, pero en el alto rendimiento, que es full time y en el mundo es altamente profesional, ya no alcanza la beca. Entiendo que, si el estado no puede soportar un atleta profesional o un deporte profesional, creo que una manera sería poder profesionalizar la natación televisando los campeonatos más importantes de nivel nacional y de esa manera fortalecer los clubes y equipos para poder profesionalizar a los mejores nadadores y entrenadores del país. Así lo hacen varios países y obtienen excelentes resultados internacionales.
Así como las becas de nadadores existen las becas de entrenadores que son muy pocas y realmente bajas, motivo por el cual nuestros entrenadores deben tener varios trabajos y no dedicarse por ende ciento por ciento a la preparación de nuestros mejores atletas. No existe en el mundo un entrenador de deporte profesional part time. Es imposible que un profesional de un deporte como natación donde un nadador entrena 22 hs por semana en agua y ocho de preparación física, viajando cuatro meses del año en competencias y campamentos internacionales se dedique seriamente si tiene tres o cuatro trabajos distintos.
–Anteriormente describiste cómo está ubicada Argentina en el plan sudamericano. ¿Cómo se encuentra en el ámbito continental?
–En el continente contamos con tres países que se encuentran entre los diez mejores del mundo (Estados Unidos, Canadá y Brasil). Eso bloquea bastante el podio a nivel panamericano. La mayoría de los países tomaron durante años el camino más fácil al alto rendimiento: mandar sus nadadores a universidades en USA y así potenciarlos incluyéndolos en uno de los dos mejores países de natación del mundo (el otro es Australia). En Argentina los entrenadores y la Confederación siempre creyeron que acá se podía lograr y de hecho los mejores logros de nadadores argentinos se lograron entrenando en Argentina con entrenadores argentinos. Ese camino es el más difícil y duro porque hay que luchar contra muchas debilidades pero el orgullo y la satisfacción de hacerlo aquí no tiene precio. Estoy convencido que la natación argentina puede lograrlo.