La insólita decisión del gobierno argentino de censurar la participación de entidades y personalidades acreditadas a la próxima Cumbre Ministerial de la OMC sigue sumando elementos que la acercan a un escándalo. PáginaI12 tuvo acceso al texto del cable diplomático por el cual la Cancillería le ordena a las embajadas y consulados del país a lo largo y ancho del mundo, que denieguen los visados para ingresar al país a representantes de organizaciones de la sociedad civil, por instrucción del Ministerio de Seguridad (Patricia Bullrich) y la Agencia Federal de Investigaciones (Gustavo Arribas). En el listado no sólo figuran organizaciones activistas defensoras de derechos humanos y civiles, sino también entidades profesionales y reputados especialistas a nivel internacional. Incluso, la OMC se ocupó de tomar distancia de la irracional medida atribuyéndole la responsabilidad al gobierno y aclarando, además, que esta organizaciones “participan habitualmente” de estos encuentros para hacer oír su voz disidente.
Como ejemplo del absurdo alcance de la censura diplomática, ayer se conoció la denuncia de la Fundación Grupo Efecto Positivo, en la que expresa su “consternación” y sorpresa frente a la prohibición de ingreso al país a la doctora Pajal Bahrdwaj, abogada especialista en Acceso a Medicamentos y Propiedad Intelectual de la India, que había sido invitada a participar del Foro de Soberanía Sanitaria, uno de los eventos paralelos que se realizan al mismo tiempo que estas cumbres.
El documento interno de la Cancillería que ordena a embajadas y consulados denegar la visa a una extensa lista de personas y entidades, hace alusión a esos eventos. “En atención a lo informado por el OC, no se podrán emitir visas para participar en la Conferencia de la OMC, o en alguno de sus “side events”, a los miembros pertenecientes a diversas ONGs que se detallan a continuación”, comienza el cable diplomático que recibieron todas las embajadas y consulados. No es un documento secreto, pero sí de fuerte valor político.
La lista de censura, por cierto, es extensa. En una primera parte menciona a las siguientes organizaciones:
Access Now, Attac France, Attac Norway, Coalition of the Flemish North-South Movement, Derechos Digitales, Fundación Grupo Efecto Positivo, Global Justice Now, Instituto del Mundo del Trabajo J. Godio-Untref, Lifelong Education & Development, Oxfam Germany, Rede Brasileira pela Integracao dos Povos, UNI Americas, Federación Argentinas de la Industria de Bebidas Espirituosas, People Over Profit, Siemenpuu, Sociedad de Economía Crítica, The international Maize Alliance, Transnacional Institute, Friends of the Earth International, UNI Global Union Indonesia, The Redemption Health Foundation for Sustaintable Rural Development and Conservation.
En cada una de ellas, se mencionan entre dos y cuatro personas, a las que se alude con nombre y apellido, censurando expresamente la posibilidad de su visado. La lista incluye organizaciones de todo el planeta, pero incluso algunas con sede en Argentina con representantes argentinos radicados en el país.
En el segundo punto del mismo cable diplomático, se refiere:
“Asimismo, se informan a continuación las ONGs que no cuentan con la pertinente autorización de seguridad para participar en la Conferencia Ministerial y sus “side events”, por lo que tampoco se podrá emitir visas a sus miembros”.
El nuevo listado incluye a 26 entidades, algunas repitiendo las ya mencionadas en la primera lista de censura, pero esta vez señalando su país de origen. Son, en total, 17 países los involucrados.
Finalmente, el punto 3 del cable diplomático instructivo del mecanismo de censura a entidades y personalidades locales y mundiales refiere:
“Agradecerase a las sedes de destino quieran tener a bien verificar las solicitudes de visa que se presenten en los respectivos consulados con los nombres de las personas y de las ONGs que tienen vedado su acceso a la República”.
El organismo que iniciala la nota es la Digac (Dirección de Asistencia Consular?). Se suele decir “si la vamos a hacer, hagámosla bien”, para describir algún hecho que se sabe incorrecto, pero ya que se va a cometer es preferible hacerlo completo. Bajo esa premisa, el cable no sólo ordena ejercer la censura y veto al ingreso al país a personas que no cuentan con ninguna condena o sanción que lo amerite (hasta una entidad empresaria de bebidas alcohólicas cayó en la volteada), sino que sugiere tomar precisa nota de quiénes intentaron saltar el cerco. Como para sentirnos más seguros.