Me cuesta escribir porque todo lo que pueda decir me parece obvio, trillado, evidente. Insisto, sin embargo, porque no hay que dar nada por sentado. En una época en que todo está puesto en duda, los derechos humanos más básicos incluidos, hay que persistir en la palabra pero principalmente en la búsqueda de formas distintas de enfrentar lo que, parece, vino para quedarse.
Por estos días circuló un Jamie Lee Curtisla vuelta del fascismo y el odio"