La habitual verborragia del Presidente, Javier Milei, y su incontinencia en redes sociales tuvieron una súbita pausa durante la multitudinaria marcha del orgullo antifascista, antirracista y LGBTIQNB+. Lejos de redoblar la apuesta o sostener las agresiones lanzadas por el mandatario en el Foro de Davos, el Gobierno Nacional prefirió el bajo perfil y enviar a su "brazo armado" digital a repetir la estrategia que sin demasiado éxito había utilizado en los últimos días: descalificar la protesta tildándola de "kirchnerista", ahondar el discurso "anticasta" y, además, tratar de desviar la atención atacando al gobernador Axel Kicillof por episodios de inseguridad en la provincia de Buenos Aires. No hubo represión ni despliegue policial de las fuerzas de seguridad nacionales.
“Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto quiero saber quién avala esos comportamientos”, exclamó Milei en Suiza hace 8 días, prendiendo la llama de la primera gran movilización multidunaria en su contra de 2025. Desde entonces, el oficialismo ensayó distintas estrategias para enfrentar la crisis que los dichos del presidente provocaron. No tuvo éxito.
En un primer momento, se había envalentonado y fuentes oficiales anunciaron que enviarían al Congreso Nacional un paquete de medidas para revertir los avances en materia de cupos laborales para el colectivo LGBTIQNB+, el DNI no binario o incluso eliminar la figura del femicidio del Código Penal. Con el correr de los días, el boomerang comenzó a volver y una primera asamblea masiva en Parque Lezama encendió las alertas en la Casa Rosada.
El vocero Manuel Adorni y el propio Milei sostuvieron entonces que el discurso del Presidente había sido tergiversado, que no había dicho lo que se vio y escuchó millones de veces en las redes sociales. “El problema está en que detrás de una causa noble, como puede ser la elección sexual y adoptar un niño, puede haber acto de perversión como el abuso. Milei simplemente marcó su rechazo a que un sector de la izquierda utilice una causa muy genuina y de mucha humanidad detrás de un negocio”, sostuvo Adorni y se quejó: “hubo muchas interpretaciones maliciosas".
Cuando vieron que el rechazo seguía en pie, articularon el ataque, que lo sostuvieron hasta el día de hoy. Pero no fue en la voz de Adorni, del Presidente o su ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien ocupa en el tablero del Gabinete el rol del alfil ultraconservador en materia de género. Fue el denominado "brazo armado" digital el encargado de disparar la ofensiva, acompañado por los periodistas a los que Milei suele ofrecerles entrevistas.
Las tropas que comanda Daniel Parisini, alias El "Gordo" Dan, utilizaron la consigna #MileiTeníaRazón para compartir en X imágenes de la marcha donde se ve a personas con máscaras, arneses y parte de su cuerpo desnudo. Patricia Bullrich, a última hora, tambén se subió a esta tendencia con un discurso indignado. "Profanan a nuestros próceres", se escandalizó la ministra de Seguridad por ver a una persona sin ropa debajo del monumneto a Belgrano. "Otra marcha de los grupos militantes que desprecian a la Argentina que trabaja y progresa. Los que niegan nuestra historia. Los que insultan a nuestros próceres. Los que profanan nuestros monumentos y niegan nuestra bandera", completó Bullrich.
El canal de stream libertario, "Carajo", subió una imagen a su instagram con la frase: "Miren esas caras, lo peor de la argentina". Lo curioso es que entre las decenas de caras no sólo estaba el habitual repertorio de escrachados por los libertarios como Kicillof, Wado de Pedro, Cristina Kirchner, Rodríguez Larreta, Massa, Estela de Carlotto, Lali Espósito, Florencia Peña, sino también el senador Francisco Paoltroni, uno de los libertarios expulsado del oficialismo que sigue siendo el principal soldado de Victoria Villarruel en el Senado.