ACABA CON ELLOS 6 puntos

(Bring Them Down; Irlanda/Reino Unido/Bélgica, 2024)

Dirección y guion: Chris Andrews.

Duración: 105 minutos.

Intérpretes: Christopher Abbott, Barry Keoghan, Colm Meaney, Nora-Jane Noone, Paul Ready.

Estreno en salas de cine.

Masculinidad al palo, ciclos interminables de violencia, enfrentamientos entre vecinos, el ámbito rural como marco insoslayable. La ópera prima de Chris Andrews ofrece posibles puntos de comparación con otros largometrajes recientes, comenzando por el thriller campestre del español Rodrigo Sorogoyen As bestas y Los espíritus de la isla, de Martin Mc Donagh, otro film irlandés con viejos amigos enfrentados hasta límites inimaginables. Pero aquí Michael (Christopher Abbott) y Gary (Paul Ready) no son precisamente viejos compinches, y el hecho de que el segundo esté casado con una vieja novia del primero no es un dato menor. Acaba con ellos comienza con un hecho del pasado remoto, un accidente automovilístico absolutamente evitable generado por inflamadas e incontrolables pasiones masculinas. Un incidente trágico que, indirectamente, tendrá fuertes ecos en el presente.

Michael, soltero, vive con su padre anciano (Colm Meaney, uno de esos rostros familiares a fuerza de haberlo visto en infinidad de títulos) y cuida del rebaño de ovejas de la familia. Ese parece ser el principal sostén de los habitantes de la zona –y seguramente lo viene siendo desde hace decenas de generaciones–, por lo que la desaparición de dos carneros, aparentemente muertos sin razón que lo explique, pone al protagonista en alerta. No estaban muertos, tampoco de parranda, pero sí camuflados, un clásico caso de cuatrerismo. Así, la lógica increpación a los vecinos, Gary y su hijo Jack (Barry Keoghan), escala rápidamente y pasa de las palabras a la acción. El comienzo de un círculo de violencia creciente que tiene su primera parada en el mismo camino de tierra que fuera testigo de aquel incidente mortal.

Andrews no pinta el mundo pero sí la aldea, un universo marcado por tradiciones centenarias –las buenas y, sobre todo, las malas– en el cual el idioma inglés puede cambiar rápidamente al gaélico irlandés sin solución de continuidad. Un mundo de hombres a quienes las palabras siempre les quedan cortas y cuyo orgullo personal se antepone a cualquier otra clase de pertenencia y prudencia. Acaba con ellos está estructurada en dos grandes bloques narrativos y regresa al comienzo del conflicto para contar los hechos desde otra mirada. La primera es la de Gary, un hombre taciturno que lleva en su rostro varias decepciones pero logra mantener una fachada de equilibrio. Es él quien descubre la desaparición de las ovejas y, más tarde, asiste al horrendo espectáculo de la mutilación animal de una porción importante del rebaño. Es entonces cuando decide tomar al carnero por las astas y salir, fusil en mano, a hacer justicia por su propia cuenta.

Más tarde será el joven Jack quien recorra las mismas circunstancias, descubriéndole al espectador nuevos detalles que permanecían vedados. Es el viejo truco del punto de vista, que en este caso permite asimilar los detalles de la progresión de la violencia y los elementos intrafamiliares y sociales que le dan sustento. Seca, cruda y, por momentos, marcadamente ominosa, Acaba con ellos se sostiene a partir de un clima de constante acecho y peligro inminente y las actuaciones del trío central de hombres en disputa, aunque el guion le permite al único personaje femenino, la esposa, madre y ex interpretada por Nora-Jane Noone, hacer las veces de testigo de un mundo de tensiones y brutalidades del cual parece sentirse cada vez más ajena y asqueada.