Desde Roma
Por tercera vez la Justicia de Roma anuló la deportación a sus países de origen de 43 migrantes que habían sido trasladados el domingo pasado al centro creado por el gobierno de la derechista primera ministra Giorgia Meloni en Albania, para desde allí ser repatriados, dado que sus países de origen son considerados "seguros" por el gobierno italiano.
Curiosamente, el gobierno de Meloni había cambiado hace algunos meses el sector judicial que debía ocuparse. En principio eran los magistrados de la "sección judicial de migraciones" los que se ocupaban de estos casos. Pero Meloni decidió que debía ser la Corte de Apelaciones de Roma, lo que fue interpretado como una medida que podía favorecer las decisiones de su gobierno. No fue así.
La Corte de Apelaciones decidió el jueves lo mismo que habían decidido los jueces en los dos casos de expulsiones anteriores, en octubre y en noviembre 2024. Es decir que los migrantes debían ser dejados en libertad y el caso enviado por tercera vez a la Corte de Justicia Europea que debería tomar una decisión en torno al 25 de febrero y expresarse sobre la lista de "países seguros" que el gobierno de Meloni "actualizó" el año pasado. Los 43 migrantes libres fueron llevados por la nave de la marina al puerto de Bari (sudeste de Italia sobre el Adriático) donde llegaron este domingo.
Ahora se habla de que el gobierno está preparando un nuevo decreto para impedir que los jueces de la sección inmigración de la justicia italiana puedan ser parte de la Corte de Apelaciones, como al parecer sucedió esta vez. El decreto prohibiría que se pueda cambiar a los jueces de una sección a otra.
El centro de Albania
En principio habían sido 49 los migrantes, rescatados en el mar por algunas naves militares italianas, y luego trasladados al centro de Albania por la nave de la marina militar Cassiopea. Pero después que se hicieron algunas verificaciones, los detenidos bajaron a 43, porque los seis restantes no eran "elegibles" para ser deportados, es decir no reunían las condiciones para serlo (ser hombres, no vulnerables y provenientes de países "seguros", según Italia). La mayor parte de los "elegidos" provenían de Bangladesh, Egipto, Costa de Marfil y Gambia, según se informó.
La primera ministra italiana ha hecho construir en Albania un centro para la expulsión de migrantes gracias a un acuerdo con el gobierno albanés de Edi Rama. El centro está compuesto por una base en el puerto de Schengjin donde desembarcan, y otro lugar a unos 20 kilómetros en la localidad de Gjader, para alojar provisoriamente allí a los migrantes que según el gobierno reúnen las condiciones para ser repatriados, es decir son "elegibles" entre los otros migrantes que deberán ser sometidos a distintas verificaciones.
Los defensores de Meloni
Pese a la decisión de la Corte de Apelaciones, el gobierno dijo en un comunicado que "irá adelante" con el llamado "protocolo Italia-Albania". "La decisión de la Corte de Apelaciones de suspender una vez más la detención de migrantes, no hace bien al país. Mientras el gobierno combate el peligro representado por los clandestinos, algunos jueces van en dirección opuesta", comentó el senador exponente del partido ultraderechista Liga, Giorgio Maria Bergesio.
Y Forza Italia (FI, el partido fundado por Berlusconi) no fue menos. "Continúa la obra de sabotaje de la magistratura a las políticas de seguridad del gobierno para contrastar la inmigración clandestina", según el senador Maurizio Gasparri. A estas palabras se agregaron las del ministro de Exteriores y líder de FI, Antonio Tajani: "El limitar la inmigración ilegal no puede detenerse. Debemos favorecer la regular pero hay que contrarrestar la ilegal. Estamos convencidos de tener razón y vamos adelante", dijo, agregando que le parece evidente que "de parte de algunos jueces hay una actitud hostil en relación al gobierno, tratando de condicionar la vida política con sus decisiones".
"No pueden ser repatriados a la fuerza"
Son los partidos de oposición, que enviaron a algunos parlamentarios a Albania para verificar la situación, los que más están combatiendo la decisión del gobierno de Meloni. El llamado "modelo Albania" "se confirma una violación de los derechos humanos que desperdicia millones de euros de los italianos para alimentar la propaganda ideológica de la derecha", según la diputada del Partido Democrático Rachele Scarpa, que estuvo recientemente en Albania. Scarpa contó que había hablado con un muchacho de los detenidos en el centro de Albania, que emocionado, desorientado y con mucho miedo, le contó las agresiones sufridas en Libia.
Por Libia pasan buena parte de los migrantes venidos de países africanos y asiáticos que Meloni querría trasladar a Albania para luego deportar a sus países de origen. Llegan a Libia porque ahí los llevan los traficantes de seres humanos dado que Libia es el país del Norte de África más cercano a Italia. De allí parten muchas de las barcazas con migrantes hacia territorios italianos. Pero si la Guardia Costera líbica los encuentra en aguas territoriales líbicas del Mediterráneo, es posible que los arreste y los mande a Libia, en parte porque así lo prevén los acuerdos con Italia firmados hace algunos años.
Los detenidos son llevados a una suerte de "campos de concentración" líbicos donde sufren todo tipo de maltratos. Esos centros para migrantes, como han comprobado varias organizaciones de Derechos Humanos entre ellas Amnistía Internacional, son lugares peligrosos y de tortura a donde no deberían ser enviados los migrantes detenidos en el Mediterráneo.
En una declaración conjunta, cuatro parlamentarios del PD que visitaron los centros de Albania destacaron que "la sentencia de la Corte de Apelaciones confirma que el centro creado en Albania es inútil y que los migrantes no pueden ser repatriados a la fuerza". Y refiriéndose al torturador líbico Almasri recientemente liberado por Italia, añadió que "hay personas que han sufrido violencias inauditas en Libia mientras el torturador Almasri, que había sido arrestado en Italia a pedido de la Corte Penal Internacional, fue liberado por el gobierno italiano y conducido a Libia en un avión oficial del estado". El gobierno se justificó diciendo que era un personaje peligroso para estar en Italia. Hubieron muchas hipótesis sobre esa liberación, entre ellas que fue un intercambio entre Libia e Italia para que el país africano se comprometa a detener más migrantes en el mar.
El Movimiento 5 Estrellas (M5S), guiado por el exprimer ministro Giuseppe Conte, comentó sobre los centros de Albania que "la única cosa constante en la alianza de gobierno derechista guiada por Meloni , es que "insisten en no respetar la Constitución" y "todo con un costo que pagan los contribuyentes italianos" refiriéndose a los numerosos millones de euros que el gobierno gastó para construir y gasta para mantener los dos centros en Albania.
El secretario del partido centrista Azione, Carlo Calenda, recordó que esta vez fueron 43 los migrantes destinados al centro de Albania, preparado para recibir a 1.500 y que ha costado al estado 800 millones de euros. "Una locura que debe ser concluida inmediatamente", dijo Calenda. "La obsesión de Meloni por los centros de Albania está llegando a niveles patológicos preocupantes", comentó por su parte el secretario de Más Europa, Ricardo Magi. "Hay un solo modo para hacer legales los centros de Albania: cerrarlos", subrayó.