La mayor obsesión de EE.UU. en su lucha tecnológica contra la potencia que amenaza su hegemonía ha sido mantenerse a la vanguardia del desarrollo de la Inteligencia Artificial: lo venía logrando con comodidad. Esto cambió en la misma semana que asumió Donald Trump. ¿El saludito de bienvenida? Los chinos parecen haber ascendido en la tabla de posiciones de la IA para compartir ya esa cima con su adPágina/12
Javier Blanco, experto de filosofía de la computación y sus vínculos con la política
“DeepSeek es aire fresco para la tecnodiversidad”
Una pequeña empresa china de IA alcanzó a ChatGPT y pateó el tablero de la geopolítica, la ciencia y la economía, sorteando a puro software el ahogo de microchips con que Washington quiso frenar a Beijing.

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