Fin de una tradición barrial: el Gobierno de la Ciudad dispuso levantar los manteros del Parque Rivadavia, donde familias y vecinos se reúnen, domingo tras domingo para intercambiar artículos coleccionables. Ahora, lo único que quedó en pie son los puestos de la feria, es decir, aquellos que ofrecen sus productos en una estructura de madera.

"Un lugar sano y familiar donde mucha gente va a intercambiar retronostalgia, videojuegos, juguetes, cómics y VHS. Esto atenta contra la civilidad y la comunidad de la ciudad", describió Hernán Panessi, periodista de este diario y uno de los cientos que suelen caminar los domingos por este lugar emblemático de Caballato. 

El encono del gobierno porteño contra los puesteros callejeros se volvió una herramienta habitual en la Ciudad: día a día se observa a la Policía demorando manteros, evitando que haya venta en las estaciones de trenes y subtes y penalizando los vendedores ambulantes. Los operativos más habituales se realizan en el barrio de Once, aunque también se replicaron en otros puntos del distrito.